En las antiguas y grandes
democracias occidentales, cuando un dirigente político es pillado en una
mentira es obligado de forma inmediata a dimitir. En la actual España ocurre lo
contrario, mentir se ha convertido en algo habitual, y lo que es lo peor,
tolerado política, periodística, y socialmente. Es ya una realidad, la política
española se ha visto infectada por un peligroso virus, que podríamos denominar
de la mentira descarada; un virus propio de regímenes autoritarios,
propio de estados no democráticos. Un
claro ejemplo, lo tenemos en Cuba. Cuba, gobernada desde hace décadas por una dictadura
militar de ideología comunista, es un Estado en el que se cometen flagrantes, sistemáticas
e impunes violaciones de los derechos humanos, un país en el que hay presos políticos
y con una economía que está en quiebra
desde hace décadas, sobreviviendo únicamente gracias a la ayudas de otros países
de similar ideología. Todo ello, es algo
constatado e indiscutible, pero a pesar de ello sus dirigentes políticos y dirigentes de países aliados lo niegan de forma descarada. En España pasa ya algo similar.
Podemos llego a la política negando
sus principales dirigentes que fueran comunistas; decían ser simplemente
indignados con la situación política del momento; discurso que fue aceptado por
casi todos los medios de comunicación y por las elites dirigentes. Todo ello a
pesar de que muchos de sus dirigentes tenían antecedentes comunistas, es decir,
había militado desde muy jóvenes en organizaciones de lo que se conoce como la órbita del comunismo internacional. Hoy todo
el mundo sabe que Unidas Podemos, o mejor dicho, Podemos, pues creo que su
secretario general, Pablo Iglesias, todavía no se ha operado, es un partido
comunista, pues ha absorbido a Izquierda Unida, compartiendo posicionamientos políticos
con el comunismo internacional. Para más descaro, en el 2014, cuando Podemos se
creó presentándose a las elecciones europeas, Pablo Iglesias ya trabajaba para
el Gobierno iraní.
Curiosamente, en diciembre del
2011, siendo Rodríguez Zapatero presidente del Gobierno, pocos meses después de
tener lugar lo que se denominó el Movimiento 15M, el Gobierno de Irán creo Hispan TV en España,
una cadena de televisión dependiente de la televisión
pública iraní, creada únicamente para hacer propaganda política. Cadena de
propaganda política para la que Pablo Iglesias y otros miembros de Podemos hicieron
diferentes programas. En la actualidad, Pablo Iglesias y también otros miembros
de Podemos siguen trabajando para Hispan TV, haciendo programas como Fort
Apache y Spoliers, y por tanto cobrando del Gobierno de Irán, parece ser que a
Pablo Iglesias y su pareja, Irene Montero, no les llega con sus sueldos de
diputados para pagarse su
alto nivel de vida. Es evidente, que el comunismo internacional financio y financia
a través de Irán, en estos momentos
aliado de Rusia, como mínimo de forma indecente a Podemos. Para más inri, uno
de los principales dirigentes de Podemos es el general Julio Rodríguez, JEMAD con el
expresidente Rodríguez Zapatero. En otra época, el general Julio Rodríguez habría
sido acusado por la NATO espionaje, de
estar en nómina del comunismo internacional, pero en la actualidad no sabemos cómo esta organización,
en clara decadencia y con fuertes divisiones y enfrentamientos internos, ha tragado dicho hecho.
Con Ciudadanos más de lo
mismo. En el 2015, Ciudadanos dio su salto a la política nacional, ocultando su
ideología, decía simplemente ser un partido de centro, aparentaba buscar ocupar
el espacio de la disuelta UCD, integrando en sus listas a muchos exdirigentes
socialistas. Lógicamente, todo el mundo conocía que Ciudadanos era un partido
de la órbita del liberalismo europeo, creado por lo que se conoce como unos niños ricos.
Pero su discurso fue aceptado por los medios de comunicación y representantes
de otros partidos políticos, lo que le permitió a Ciudadanos captar votos de
zonas de clase trabajadora, tradicionalmente votantes del PSOE, todo ello a
pesar de que la principal idea del liberalismo europeo es bajar impuestos y
reducir el tamaño del Estado. Hoy, Ciudadanos ya no solo dice ser liberal, sino
que incluso en muchos aspectos, ha hecho propios comportamientos típicos de la
extrema derecha, como el de ir a ciudades del País Vasco y Navarra a hacer demostraciones
de chulería.
Vox, no podía ser menos. Vox
es heredero ideológico de aquellos que provocaron la Segunda Guerra Mundial, y
por tanto su ideología se basa en considerar la democracia el gobierno de los débiles
y la violencia como instrumento para el acceso al poder político. Pero todo
ello se intenta ocultar, lo intentan ocultar sus propios dirigentes, los medios
de comunicación e incluso dirigentes de otras partidos, desviando el discurso a
aspectos ideológicos secundarios, de menor trascendencia para la sociedad
española, relacionados con la inmigración, la violencia de género, sus
posicionamiento nacionalcatòlico, etc. Cuando lo importante, es que Vox ha sido
creado, desde el PP, para dar voz a los militares integrando entre sus
dirigentes a varios generales de las Fuerzas Armadas españolas. Es evidente,
que los militares han entrado en la política escenificando una operación militar.
Primero, en vanguardia, metieron al general Rodríguez en Podemos, partido
creado contando con el claro apoyo mediático y en votos de sectores de la
derecha española. Y ahora el grueso de la fuerza, ha entrado en política a través
de Vox, insisto, un partido ideológicamente heredero de aquellos que provocaron
la Segunda Guerra Mundial. Lo más
relevante de Vox son dos cosas: Primero, entre sus principales dirigentes se
encuentran varios generales de las Fuerzas Armadas Españolas; segundo, ha
recibido indecente financiación de grupos iraníes. Pero de ello se habla poco
en los medios de comunicación españoles.
La política española se encuentra
infectada por el virus de la mentira descarada, y por tanto nos podemos esperar
cualquier sorpresa política. En el 2016, Ciudadanos y PSOE firmaron un pacto de
investidura, aunque sus líderes, Rivera y Sánchez sabían que no sumaban
suficientes votos para poder llevar adelante un proyecto político juntos. Ese mismo año, Pablo Iglesias le exigió a Sánchez la
mitad del Gobierno a cambio de su apoyo a la investidura. Pablo Iglesias quería
pasar de ser el chico a sueldo del Gobierno de Irán, a ser vicepresidente del
Gobierno de España y dirigir el CNI. El destino, u otra cosa, ha querido que
hoy si sumen, pero el presidente de
Ciudadanos, Albert Rivera, le niega ahora su apoyo a Sánchez, a pesar que este
defiende lo mismo que hace 3 años. Lo cual conduce a pensar una de dos cosas:
Rivera es un bromista y quiere tomarle el pelo a todos los españoles, o desde
sectores de la casta política se quiere impulsar y justificar la entrada de Podemos en el
Gobierno de España; se quiere impulsar y justificar la entrada en el Gobierno de España de los chicos de las mochilas, la entrada de un
partido cuyos dirigentes cobran del comunismo internacional a través del
Gobierno de Irán.
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