jueves, 10 de junio de 2021

UNIÓN 78: DE NUEVO A COLON, NUEVO ACTO PARA FORTALECER LA LEY DE LA SELVA.

Entre las elites dirigentes españolas se ha puesto de moda emitir discursos cínicos que la opinión pública sabe de antemano que son falsos, a pesar de ello los defienden y mantienen en el tiempo,  logrando darles fuerza y apariencia de veracidad gracias al apoyo que reciben de medios de comunicación que controlan o afines. Es una moda política tan extendida que todos los partidos admiten compartir mesa con aquellos que mantienen este tipo de discursos. Durante décadas Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural se presentaron ante la sociedad como organizaciones de la sociedad civil catalana, cuando todo el mundo sabía que estaban controladas y financiadas por las elites políticas independentistas catalanas, por la antigua Convergencia Democrática de Cataluña y ERC. El Movimiento del 15-M se presentó ante la sociedad como un fenómeno espontaneo, ideológicamente transversal, aunque todo el mundo sabía que estaba impulsado y dirigido por el comunismo internacional y apoyado por sectores de la derecha española afines al PP, creado para lanzar un nuevo partido político, Podemos. Partido que hoy ya de forma clara lo controla el comunismo internacional. Y ahora nos presentan Unión 78 como una organización sin intereses políticos que quiere salvar la Constitución del 78, liderado por personas que llevan décadas de dirigentes en algún partido político,  como es el caso de Rosa Díez o muy vinculadas a la política, como es el caso del filósofo Fernando Savater.  Este tipo de discursos sin duda representan un claro insulto a la inteligencia de los ciudadanos, considerándolos fácilmente manipulables y un desprecio a los principios democráticos, por ejemplo, creando una falso pluralismo ideológico.

 

Es evidente que España necesita una organización que defienda la Constitución del 78, principalmente porque los partidos políticos han convertido España en una partidocracia, anulando el Estado de Derecho e imponiendo la ley de la selva, es decir, tienes poder se te oye, en caso contrario las elites políticas, que lo controlan todo, te arrinconan. Una ley de la selva que se reduce a todo vale si tienes el apoyo de la mayoría política, de una mayoría política con capacidad de lograr el suficiente consenso para impedir la actuación de las instituciones del Estado, como por ejemplo, del Poder Judicial, de ahí la gran lucha que en este momento existe para controlar la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Pero que   aquellos que durante décadas han estado beneficiándose del sistema que la ha erosionado, convirtiendo la Constitución en papel mojado, se presenten ahora como sus defensores, porque les interesa para hacer una nueva demostración de poder tomando la Plaza de Colon de Madrid y todo lo que ello representa, es poco creíble, una nueva tomadura de pelo a la ciudadanía. Hay que ser muy ingenuo para pensar que Unión 78 representa a la sociedad civil española; en España no hay sociedad civil, los partidos políticos lo controlan todo, los colegios profesionales, las asociaciones de jueces, las asociaciones culturales y deportivas, incluso las principales ONG;s.

 

El asunto de los indultos que el Gobierno de Sánchez dice que va a conceder a los responsables del denominado proceso independentista catalán, viene a constatar una vez más que en España reina la ley de la selva. El presidente Sánchez quiere vender a la opinión pública  los indultos como necesarios para la concordia y como algo de utilidad pública. ¿Generar concordia? Tal vez, pues la forma más rápida de terminar una guerra es rindiéndose. ¿Utilidad pública? Una cosa y la contraria no pueden ser de utilidad pública. Si los indultos son de utilidad pública, no lo pudo ser cosas como la actuación política del 1-O, pero ni el Gobierno ni el Poder Judicial han actuado contra los responsables y ejecutores de dicha actuación, por otro lado, una demostración de poder, de utilización de la fuerza  contra humildes ciudadanos sin responsabilidades políticas. Pero impera la ley de la selva. La actuación policial del 1-O se legitima en que el Gobierno de Rajoy tenía el apoyo de la mayoría política, y ahora Sánchez aprovecha la suya para indultar a los que se saltaron las leyes contaminando la vida política española de forma innecesaria y sobre todo nada fructífera, en beneficio de interés personales y partidistas.

 

Como consecuencia de los atentados del 11-S se organizó en Madrid una manifestación masiva, contando  incluso con representativos líderes extranjeros, pero ello no evito que el incidente haya sido calificado por numerosos analistas, espías extranjeros, y medios de comunicación como terrorismo de Estado, es decir, ordenado y planificado desde las instituciones del Estado español. Lo mismo va a ocurrir, muy probablemente,  con la manifestación convocada por Unión 78 para el próximo domingo en la Plaza de Colon, curiosamente donde la Casa Real preside sus  desfiles militares, será masiva, los partidos políticos participantes se aseguraran de ello movilizando  a sus militantes y simpatizantes para que así sea, pero no nos llamemos a engaño,  ello no es para fortalecer la Constitución del 78 sino la ley de la selva que han impuesto en la mal llamada democracia española. Las elites dirigentes españolas deberían recordar  que el consenso, cuando se utiliza para anular las leyes, como en España, es el peor enemigo de la democracia.


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