30
años de la legalización del PCE
En Democracia y totalitarismo (1965) su autor, Raymond Aron, analiza de forma comparativa los regímenes constitucional-pluralistas, la democracia occidental, y los principales regímenes de partido monopolista o regímenes totalitarios del pasado siglo, incluida, aunque brevemente, la dictadura militar del general Franco. Recuerdo ahora este libro no solo porque su análisis e ideas sobre los sistemas de gobierno me parece de interés todavía en la política actual, sino porque es indiscutible que tanto Tamames como Vox tienen raíces políticas en regímenes totalitarios del pasado siglo y ello va a provocar que, independientemente de cuales digan que son sus actuales ideas y sus propuestas para España, el debate sobre la moción de censura, cuya fecha debe fijar aún la Mesa del Congreso, deba ser entendido como un debate sobre democracia o autoritarismo.
Estando claro quien está en el bando de la defensa del totalitarismo, Vox y su candidato, aunque no lo digan de una forma explícita, y no tan claro quien en España defiende principios democráticos que vayan más allá de la convocatoria de elecciones, de lo que Aron denomina la defensa de “una la organización constitucional de la competencia pacifica por el ejercicio del poder”. Todos los partidos políticos españoles defienden el juego democrático, la alternancia pacifica basada en la convocatoria de elecciones, principalmente porque les interesa, pero a la hora de defender los derechos constitucionales de los ciudadanos, se percibe un gran silencio si el consenso mayoritario es favorable a privarles de ellos, por ejemplo y recordando hechos recientes que han afectado a muchos españoles, durante el Estado de Alarma declarado por el covid19. En Italia, Mario Monti y Mario Draghi, fueron nombrados primer ministro en el 2011 y el 2021, respectivamente, sin pasar por las urnas, escenificándose con ello un total desprecio a un sistema democrático diseñado para entregar la soberanía al pueblo. Materializándose así lo que Aron califica de un principio común a todos los regímenes totalitarios, incluso los revolucionarios bolcheviques una vez en el poder lo hicieron propio, que la autoridad viene de arriba y que no tiene que estar subordinada a las preferencias de los ciudadanos. Parece ser que esta es la propuesta de Vox para España, que el presidente del Gobierno sea elegido por las elites políticas con representación en el Congreso y no por los ciudadanos en las urnas.
Un
conocido Vox
Vox tiene una estructura muy similar a la que tuvo en el pasado siglo el Partido Nacionalista Obrero Alemán, con un representativo numero de exmilitares de alto nivel entre sus dirigentes. Sin duda, se puede afirmar que Vox representa la voz de las elites militares. Algo con pocos precedentes en las democracias occidentales, pues solo se ha dado en Grecia con Amanecer Dorado, hoy un partido ilegalizado. De igual forma que Unidas Podemos se identifica con el bando que perdió la Guerra Civil, Vox, es innegable, se identifica con el bando ganador, con la dictadura militar. Sí analizamos los vínculos europeos de Vox, constatamos dos cosas. Uno, Vox es el heredero ideológico en España de aquellos que provocaron la Segunda Guerra Mundial, Nazismo y Fascismo. Al analizar el régimen español, el italiano y el alemán, Aron sostiene que tienen en común la condena de lo que llama las ideas de 1789, democráticas y liberales, es decir, Vox no cree en la democracia, acepta el juego democrático porque por el momento, como hicieron Hitler y Mussolini, no tienen más remedio. Vox tiene su origen ideológico en partidos políticos del pasado siglo que consideraban la democracia el gobierno de los débiles y eran partidarios de recurrir a la violencia como principal instrumento de acceso al poder político, algo, como todos conocemos, también es compartido por el comunismo, dice Aron al respecto “la revolución española -refiriéndose a la dictadura militar- la revolución nacionalsocialista y la revolución rusa, a pesar de sus diferencias , han tenido en común el haber nacido de la toma violenta del poder”. Dos, al igual que otro partidos de extrema derecha europeos, e incluso de sectores del Partido Republicano que apoyaron al expresidente Donald Trump, condenados por ello, los dirigentes de Vox, aunque lo nieguen porque soplan vientos ideológicos contrarios, se encuentran hoy en posicionamientos muy próximos al actual Gobierno ruso, lo que en cierta medida explica que hayan propuesto como candidato a presidente a un exdirigente del Partido Comunista.
¿Quién es Ramon Tamames?
Desde que Vox difundió que Ramon Tamames iba a ser su
candidato, los medios de comunicación han intentado engordar su papel en la
política española. Puede que Tamames sea un ilustre economista, algo muy
discutible, pues defendió tesis marxistas que se ha constatado que han
fracasado, pero su participación en la vida política española ha sido mínima y
poco relevante. A no ser que se trate de un Miguel Strogoff de la Union
Soviética, cosa que ignoro pero que pudiera ser, no entiendo porque se le
quiere dar una relevancia en la política española que no ha tenido. Para que
las Casas Reales europeas pudieran seguir reinando en sistemas de gobierno
democráticos, principalmente a partir de la Revolución francesa de 1789, los monárquicos
recurrieron al principio de cambiar el nombre de las cosas pero no su
naturaleza, crearon y fueron adaptando el concepto de monarquía parlamentaria.
Algo parecido hicieron los partidos comunistas de Europa occidental. Crearon
conceptos nuevos que les permitieran seguir vinculados a la Unión Soviética y a
la vez poder integrase y crecer en sistemas de gobierno democráticos. Conceptos
como el de eurocomunismo, elegido por los comunistas españoles, el de
ecologistas o verdes, etc. En Postguerra: Una historia de Europa desde 1945
(2006), Tony Judt lo describe diciendo “La subordinación a Moscú era,….., la
principal seña de identidad de todo partido comunista”. Hasta la disolución de
la Unión Soviética los partidos comunistas de Europa occidental estuvieron
encadenados a ella, de quien recibían apoyo monetario y en especie y se formó a
muchos de sus dirigentes. Tamames perteneció a ese eurocomunismo
falaz, que buscaba beneficiarse del sistema democrático manteniendo
vínculos con la dictadura de la unión Soviética. Como solía ocurrir con todos
los partidos comunistas occidentales, sus posicionamientos en política exterior
siempre estuvieron alineados con los de la Unión Soviética, por ejemplo, en
1986 Tamames
se opuso a la permanencia de España en la OTAN, con el falaz argumento de
la defensa de la neutralidad de España en línea con democracias como Suecia, Finlandia o Austria,
cuyas elites dirigentes coquetearon durante décadas con la Unión Soviética.
Según Aron, el ardor revolucionario se desgasta y ello favoreció que las elites bolcheviques, revolucionarios profesionales, pasaran a ser privilegiados del régimen en Europa del Este, y sostiene, además, que sería de esperar que este aburguesamiento de los revolucionarios se fuera extendiendo con el paso del tiempo a todos los dirigentes del partido único de la Unión Soviética, el Partido Comunista de la Union Sovietica (PCUS). Y es lo que en gran medida paso. Al disolverse la Unión Soviética en 1991, una gran mayoría de dirigentes comunistas se convirtieron en millonarios oligarcas con formas de vida muy similares a ricos burgueses, pero ello no supuso en ningún momento que aceptasen un sistema de gobierno democrático, como hoy constatamos a través de lo que sucede en la política rusa. Tal vez, es lo que le ha pasado a Tamames, que se ha aburguesado tanto como para ir a parar a las filas de Vox, pasando ahora a defender las ideas que combatió en su juventud. La evolución ideológica de Ramon Tamames no tiene ningún valor para sociedad española, puede estar motivada por múltiples razones, lo que sí lo tiene, desacreditando el sistema democrático, es que Vox presente como candidato a presidente del Gobierno a alguien cuyas ideas actuales el pueblo español no conoce ¿Quién es el Tamames de hoy? ¿Es comunista, es de extrema derecha? ¿Ha dejado de estar vinculado a los herederos ideológicos de la Unión Soviética, por ejemplo, Unidas Podemos, para unirse a los herederos ideológicos de aquellos que provocaron la Segunda Guerra Mundial, es decir, ¿Vox en España? ¿Cuál es su posición actual respecto a la OTAN? ¿Y respecto a la guerra de Ucrania? Parece ser que Tamames es partidario de que solo son merecedores de conocer sus brillantes ideas políticas aquellos eruditos o no tan eruditos, pero con mucho poder político, que invita a su casa a cenar y no el pueblo llano.
La próxima moción de censura presentada contra el
presidente Sánchez por Vox, debe ser calificada de esperpento, de insulto al sistema democrático
y a todo aquello en que se fundamentó la
creación de organizaciones internacionales como la Comunidad Europea, hoy la
Unión Europea, y la NATO, que no era otra cosa que combatir al comunismo
liderado por la Unión Soviética, defendido en su momento en España por
Tamames, e impedir el resurgimiento de
grupos fascistas, como es Vox. Para entender esta unión antinatura entre la
extrema derecha y sectores comunistas, debemos mirar al pasado. En plena Guerra
fría, el expresidente Suarez, último ministro-secretario general del Movimiento
legalizo en España el Partido Comunista en 1977. Los extremos políticos,
pactaron durante la Segunda Guerra Mundial, primero con el conocido Pacto Ribbentrop-Mólotov,
luego durante la posguerra en la derrotada Italia, y ahora hay numerosos datos
que dan a entender que han vuelto a pactar, no solo en España sino también en
otros países. En Estados Unidos numerosos cargos de la Administración Trump han
sido acusados por la justicia por sus vínculos con elites rusas, ya no digamos
en la corrupta Italia, etc. Por lo tanto, no es extraño que Vox recurra a un
exdirigente del PCE, Ramón Tamames, seguramente ello, como el apoyo que
sectores de la derecha española han dado a Podemos, tenga todavía su origen en
la famosa pinza
Aznar-Anguita, que por mucho que se niegue, con el paso del tiempo, más
evidente es.
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