lunes, 24 de julio de 2023

ELECCIONES 23-J: UN CLARO PERDEDOR, ESPAÑA.

En sus comparecencias ante los medios de comunicación  los lideres de los principales partidos que se han presentado a las elecciones generales del 23J han manifestado estar contentos con los resultados, por una u otra razón, todos dicen sentirse ganadores. Pero sin duda ha habido un ganador claro, el PP, y también un perdedor claro, España, o hablando de algo más tangible, la sociedad española. Y lo digo porque la sociedad española necesitaba una mayoría absoluta del PSOE o del PP, que permitiera resolver problemas no solo importantes sino también urgentes, como son, por ejemplo, la renovación del Sistema de Financiación Autonómica (SFA) o la renovación de los miembros del Consejo General del Poder Judicial, por citar dos. En cambio, son unos resultados que dificultan la gobernabilidad de España favoreciendo el chantaje de minorías, ya sea nacionalistas, lo que suele ir en contra del interés de ciudadanos de otras zonas de España, o de partidos extremistas como Sumar o Vox, pudiendo llegarse a la repetición de elecciones. Núñez Feijóo va a tener muy difícil formar Gobierno, aunque no imposible, el PP ya ha logrado en otras ocasiones el apoyo de las derechas nacionalistas, vasca, PNV, o catalana, antes CiU, ahora JUNTS, para gobernar. El presidente Sánchez ha logrado resistir y evitar la debacle que le vaticinaban una gran mayoría de las encuestas. Inexplicablemente, la coalición del PSOE con los comunistas, antes Unidas Podemos, ahora Sumar, pueden volver a gobernar haciendo concesiones a los partidos nacionalistas catalanes y vascos. 




Sin duda son unos resultados muy malos para el conjunto de la sociedad española. 

Si el presidente Sánchez adelanto las elecciones, evidentemente no era para volver a una situación similar a la que se encontraba, un Gobierno de coalición del PSOE con los comunistas y las principales comunidades autónomas gobernadas por el PP o partidos políticos nacionalistas. Sin que se vea un final próximo a la guerra consecuencia de la invasión rusa de Ucrania, siendo muy probable que el mundo avance hacia una nueva Guerra Fría, ¿Va Pedro Sánchez a intentar formar un Gobierno de coalición del PSOE con Sumar, un partido de ideológica comunista, prorruso y anti- NATO? ¿Como va a explicar en la Unión Europea que Gobierna con un partido que no condena la invasión rusa de Ucrania y se opone a darle apoyo militar al Gobierno ucraniano? ¿Tal vez, como hasta ahora, dándole ministerios que no tengan proyección internacional para que no puedan ir a Bruselas a dar su apoyo a Rusia? Además, si hasta ahora no ha sido posible la renovación del Consejo General del Poder Judicial, debido a las exigencias de los comunistas, de Sumar, todo hace prever que tampoco lo será a partir de ahora y así en otros muchos temas importantes. 


Vox es una clara escisión del PP. Durante 20 años el sector ideológico de Vox ha hecho  política desde dentro del PP. A no ser a través de un golpe de Estado, Vox nunca podrá gobernar en solitario España. Pero los resultados dan a conocer que Vox hace daño a la democracia española al convertirse en un lastre para la derecha, como lo son las derechas nacionalistas, vasca, es decir, el PNV, y catalana, es decir, JUNTS,  impidiendo algo fundamental en  democracia, la alternancia, o por lo menos , la amenaza de una posible alternancia.  Vox es el principal factor que en estos momentos hace posible la amenaza de un nuevo Gobierno de coalición del PSOE con los comunistas prorrusos, Sumar. 


Sí Feijóo no logra formar Gobierno, por ejemplo, contando con el apoyo del PNV o incluso JUNTS, todo es posible, Sánchez podría volver a gobernar en coalición con los comunistas, haciendo concesiones a los partidos nacionalistas catalanes, cuyos lideres ya se ha apresurado en dejar claro que su apoyo será muy claro, pero con los gobiernos autonómicos de Andalucía, Madrid y Valencia en manos de la derecha y Cataluña y País Vasco gobernados por nacionalistas, sí, estará en la Moncloa, pero  difícilmente podrá gobernar España. A partir del 2015, el mapa político español se fracciono a la italiana, lo cual no solo dificulta la gobernabilidad de España, sino que impide que de los resultados electorales salga un claro ganador. Lógicamente, los nacionalistas de forma ingenua o motivados por ocultos intereses personales, dicen ver en ello una posibilidad para sus proyectos independentistas, olvidando que el articulo 8º de la Constitución da poder a las Fuerzas Armadas para intervenir en defensa de la integridad territorial y el orden Constitucional. Es evidente, que el actual mapa político requiere un nuevo sistema electoral, pero parece ser que dicha necesidad no es compartida por los principales partidos políticos con representación en el Congreso de los Diputados, prefiriendo la  inestabilidad política a un acuerdo para cambiarlo. 

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