En una entrevista concedida esta mañana a Rtve, el presidente Sánchez ha dejado claro que es un dirigente político sin principios, sin ideas y sin objetivos políticos. Le dijo a la sociedad española que no pactaría con los comunistas, y formo un Gobierno de coalición con Unidas Podemos para poder ser investido presidente en el 2020, y habiendo perdido las elecciones generales celebradas el pasado julio, lo ha vuelto a hacer, ahora con Sumar, los mismos, pero con distinto nombre, para intentar mantenerse en el cargo otros cuatro años. Hace cinco años, le dijo a la sociedad española que nunca aprobaría un ley de amnistía para los responsables de proceso independentista catalán, que termino en una declaración unilateral de independencia en el 2017, pero como necesitaba los votos de los 7 diputados nacionales de JUNTS para ser investido presidente y no tener que convocar nuevas elecciones, ha vuelto a cambiar de opinión, y ya ha anunciado que va a aceptar todas las reivindicaciones de ese partido politico, incluido la aprobación de una ley de amnistía. Sánchez solo tiene objetivos personales, ser presidente del Gobierno, ser presidente de la Internacional Socialista, no conozco que otros objetivos tendrá en mente; este último, presidente de la Internacional Socialista que sin duda explica muchos de sus posicionamientos políticos, por ejemplo, su política migratoria. Sánchez es un triunfador, pero lo es a costa de perjudicar los intereses de una gran mayoría de españoles.
Una y otra vez, el presidente Sánchez intenta justificar su falta de solidez ideológica argumentando que todo lo hace por el bien de los españoles, para evitar un Gobierno en el que esté la extrema derecha.
Pero es un argumento falaz, pues ocurre todo lo contrario. Como ocurrió en el primer tercio del pasado siglo, la extrema derecha crece como reacción al crecimiento de satélites del comunismo internacional. Cuando nace Podemos en el 2014, la extrema derecha, Vox, no tenía representación política. El fascismo español, Vox, comienza a crecer en el 2019 como reacción a reivindicaciones violentas del comunismo español, antes Podemos, luego Unidas Podemos, ahora Sumar, con movilizaciones como Rodea el Congreso, las Marchas por la Dignidad, etc. El 1 de junio de 2018, cuando Sánchez gano la votación de la moción de censura, gracias a los votos de Podemos, los dirigentes de Podemos gritaron el eslogan de “Sí se puede”, lo que daba a entender que su entonces secretario general, Pablo Iglesias, ya había pactado cono Sánchez entrar en futuros gobiernos de España en coalición con el PSOE, recordemos la reunión del expresidente Zapatero con los dirigentes de Podemos en el 2015, lógicamente fue para pactar algo entre el PSOE y los comunistas.
La entrevista a Sánchez en Rtve, es un ejemplo de tener
poder. Sin duda Sánchez ha contestado a preguntas previamente
pactadas, que le interesaba que le hicieran. No ha hablado de los
aproximadamente 2500 trabajadores que quiere despedir Telefonica,
lo que no parece un síntoma de que el modelo productivo español este
modernizándose como consecuencia de la llegada a España de los fondos Next
Generation de la UE, no, ha hablado de caducidad de Consejo General del Poder
Judicial (CGPJ), el cual debía haberse renovado ya hace 5 años. Omitiendo
explicarle a la opinión pública que la razón por la que no se renueva es porque
los comunistas quieren imponer candidatos, ideológicamente afines, que no son
aceptados por la derecha española. Sánchez sabe que hasta que Sumar no tenga
capacidad para imponer candidatos al
Gobierno de España para ocupar plazas en una de las principales instituciones
de la democracia española, como es el CGPJ, esta no se renovara.
Sí las concesiones a los dirigentes independentistas
catalanes son preocupantes y malas para una gran mayoría de los españoles, no
lo son menos las que sin duda está haciendo a Sumar, a la representación en
España del comunismo internacional liderado por Rusia, China y sus aliados.
Sánchez ha anunciado hoy una de ellas, de dimensión internacional. Está
dispuesto a reconocer a Palestino como un Estado soberano e independiente. Es
decir, el PSOE, en contra de la posición mayoritaria entre las democracias europeas,
se opone a reconocer a Kosovo como un Estado independiente y soberano,
alineándose con Rusia y sus aliados, pero, también en contra de la posición
mayoritaria en la Unión Europea, quiere reconocer a una Palestina, hoy dividida
en dos, como un Estado, alineándose así con Rusia, China y sus aliados.
Pero no nos llamemos a engaño, hay que desconocer mucho
cómo funciona la política española o ser muy ingenuo para pensar que Sánchez
hubiera tomado las decisiones que está tomando sin contar con el visto bueno de
la Jefatura del Estado, de la Casa Real de Borbón y los poderes que controla,
principalmente el Poder Judicial, las Fuerzas Armadas y su sucedáneo la
Policía. Los comunistas, Podemos, Sumar, se llamen como se llamen, fueron
apoyados y son apoyados por sectores monárquicos de la derecha española, como,
por ejemplo, el apoyo mediático que les da el Grupo Planeta, al que pertenece
La Sexta, un instrumento de propaganda del comunismo internacional prorruso en
España. Sánchez está dispuesto a aprobar
una ley de amnistía y a reunirse con los dirigentes de JUNTS fuera de España,
dicen que en Ginebra, seguramente acompañados de un mediador perteneciente al
comunismo internacional, de la órbita de Rusia o controlado por el actual
Gobierno ruso, porque para ello cuenta con el visto bueno de la Monarquía. El principal
problema de la sociedad española no es Sánchez, ni la presencia en la política
española de la representación del comunismo internacional, Sumar, es la
Monarquía y sus claras conspiraciones en defensa de espurios intereses, todavía
no claros, no solo nacionales, sino también internacionales, entre los que
puede estar la búsqueda de algún tipo de legitimación democrática sin pasar por
las urnas.
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