Desde el final de la Segura Guerra Mundial los ciudadanos occidentales hemos disfrutado durante décadas de un ambiente de relativa paz y elevada prosperidad. Pero a parir de la década de los 90, las cosas cambiaron, y empezamos a vivir tiempos interesantes, tiempos tormentosos, en los que los conflictos étnicos en los Balcanes y la primera Guerra de Irak comenzaron a poner en riesgo el modelo social y político occidental, comenzaron a poner en riesgo la pacifica vida que durante años aviamos llevado los occidentales. Tiempos tormentosos que han continuado durante el presente siglo, golpeando duramente el terrorismo islamista a las sociedades occidentales. Nueva York en el 2001, Londres en el 2005, atentado de la maratón de Boston en el 2013, atentados de Paris del 2015, son algunos de ellos. A lo que se sumaría la crisis económica del 2008, una crisis sin precedentes desde la Gran Depresión de 1929, y una emergencia sanitaria declarada por la Organización Mundial de la Salud, provocada por un virus de origen chino, conocido como covid19, que desde el 30 de enero de 2020 a mayo de 2023 impediría que ciudadanos de todo el mundo pudieran desarrollar su vida con la normalidad con la que la desarrollaban antes.
Tiempos tormentosos que han frustrado
el futuro de muchas familias y personas. Tiempos tormentosos que han ido a peor,
culminando con el cambio de posición en política internacional de Rusia,
pasando el Gobierno ruso a recurrir de nuevo al intervencionismo militar
injustificado para imponer sus reivindicaciones, amenazando la estabilidad y la
seguridad de las democracias europeas. Invadiendo ucrania, en febrero del 2022,
para presionar a la comunidad internacional occidental y todo indica que con el
mismo fin impulsando, en complicidad con
sus nuevos aliados en el mundo islámico, Arabia Saudí, Catar, Irán, Emiratos Árabes,
han entrado a formar parte del bloque BRICS, los ataques indiscriminados de
Hamás contra el pueblo israelí del
pasado 7 de octubre.
Sin duda, tiempos
interesantes, tiempos tormentosos. La Unión Europea (UE) ha encontrado
soluciones para aliviar las negativas consecuencias económicas que estos están provocando
para los ciudadanos, pero su capacidad para
hacer frente a fenómenos como el incremento de la inmigración o el incremento de la
inseguridad esta en discusión. La UE ha pasado a ser un actor totalmente
irrelevante en la esfera internacional, principalmente, debido a que una fuerte
división interna causada porque los Estados miembros no comparten ni intereses
ni ideología, lo que dificulta enormemente que desde sus instituciones se
puedan tomar decisiones importantes en política exterior.
Continue el auge económica durante
el año que estamos a punto de comenzar, el 2024, o venga una nueva recesión, entre
los expertos no hay consensó sobre qué es lo más probable, lo que está claro es
que no vienen tiempos buenos, sino que continuaremos en una época de tiempos tormentosos.
A nivel internacional, continua la guerra en Ucrania y la dramática situación causada
por la respuesta del Gobierno israelí a los ataques de Hamás no está claro como
evolucionara, pudiendo incluso extenderse la guerra a un tercer país claro
aliado de Hamás. A nivel nacional, la ley de amnistía que pretende aprobar el
Gobierno de Sánchez, para perdonar a los responsables del proceso
independentista, y el deseo de las elites nacionalistas catalanas de volver a
convocar un nuevo referéndum de autodeterminación,
van a tensionar el próximo año mucho vida la política española.
Como nos dice Truman en El show de Truman (una vida en directo)
,1998, dirigida por Peter Weir, debemos soñar con una vida mejor, con un mundo
en el que la libertad y la verdad dejen paso a la felicidad. Como Truman, que
se despidió con un sí salgo no vuelvo a entrar, solo decir:
“Con fe y esperanza, hacia
delante, siempre hacia delante, aunque duela, como el rio de la vida buscando
su inevitable final”
Felices Fiestas y que Papa
Noel os traiga muchas cosas buenas.
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