Como suele ser costumbre el día de la celebración de la Pascua Militar, hoy desde la Jefatura del Estado se ha vuelto a tomar a los españoles por tontos buscando darle normalidad al claro anacronismo que supone que la Jefatura del Estado carezca de legitimación democrática, siendo ostentada con carácter hereditario por miembros de una familia, la Casa Real de Borbón. El rey Felipe VI es hoy jefe del Estado porque la dictadura militar así lo decidió, nombrando al hoy rey emérito Juan Carlos I sucesor del general Franco. El resto son cuentos, es indiscutible que Felipe VI carece de legitimación democrática para ocupar el cargo de jefe del Estado.
Sí en el 78 las elites militares, aunque algunos dijeran en público que no, abrazaron mayoritariamente la democracia, con personajes a la cabeza como el general Gutiérrez Mellado, hoy ocurre todo lo contrario. Contribuyendo desde dentro y desde fuera, por ejemplo, canalizando votos, a la creación de partidos políticos radicales, extremistas, aunque no siempre por las mismas razones, ideológicamente opuestos a lo que supone un sistema de gobierno democrático, las monárquicas elites militares, totalmente controladas por la Casa Real de Borbón, vuelven a ser una amenaza para los derechos y libertades de muchos ciudadanos, vuelven a ser una indiscutible amenaza para la democracia española. Primero, contribuyeron a crear Podemos, un satélite del comunismo internacional en España, hoy difuminado con Sumar, metiendo al general Julio Rodríguez, ex JEMAD, como dirigente fundador. Luego, cuando la opinión pública española había aceptado como algo normal la vuelta de elites militares a la política de una democracia, numerosos ex altos mandos militares entraron como dirigentes en Vox; un partido que es la vox indiscutible de los militares; un partido cuyos dirigentes consideran la democracia el Gobierno de los débiles y son partidarios de la violencia como principal instrumento de acceso al poder político. Pero no nos llamemos a engaño, desde las Fuerzas Armadas y desde sectores de la derecha monárquica española se ha apoyado y se esta apoyando a partidos como Podemos y Vox porque con ello se benefician los intereses de la Corona, de la Casa Real de Borbón. Sin duda, es la Monarquía y sus intereses quienes están detrás de Podemos y Vox.
No solo el rey Felipe VI, ocupa el cargo de jefe del Estado careciendo de la más mínima
legitimación democrática, sino que en una democracia es inaceptable que el
mando supremo de las Fuerzas Armadas sea ostentado por una familia con carácter
hereditario. En una democracia el mando de las Fuerzas Armadas lo deben ostentar
sus mandos orgánicos, siempre sometidos a las decisiones del Gobierno democráticamente
elegido. En ninguna organización o foro internacional, la OTAN, etc, se acepta
al rey Felipe VI como mando supremo de las Fuerzas Armadas, estas deben estar
representadas por el presidente del Gobierno u otro miembro del Gobierno o sus
mandos orgánicos. El rey Felipe VI debería ceder el mando supremo de las
Fuerzas Armadas a quien en una democracia legítimamente debe ostentarlo, el
Gobierno de España democráticamente elegido.
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