lunes, 10 de julio de 2017

LA EJECUCIÓN DE BLANCO UTILIZADA COMO INSTRUMENTO DE PROPAGANDA HASTA POR AZNAR.

Transcurridos ya 40 años, la democracia española comienza a tener un problema grave, el de carecer de ídolos, no tiene figuras políticas que la sociedad de forma colectiva desee homenajear. Todos aquellos que han gobernado durante lo que llevamos de democracia, por muchos que hayan sido sus logros, al final siempre han quedado salpicados por alguna conducta que pone toda su gestión en entredicho. Ello está provocando que el vigésimo aniversario del suceso de la dramática muerte de Miguel Ángel Blanco, ejecutado por la organización terrorista  ETA, este siendo utilizado para realizar propaganda con fines políticos. Las elites dirigentes españolas en vez de fomentar la reconciliación y la justica entre españoles tienen tendencia a cultivar la cultura de la venganza. En este sentido recordar la dramática muerte de Blanco es un condimento idóneo para mantener viva la llama del odio con la que alimentar dicha cultura de la venganza. Además, sectores de la política española, en concreto del Partido Popular, lo están utilizando  para enviar a la sociedad española el falaz mensaje de  “Que demócratas somos porque asesinaron a un concejal de los nuestros”.

Las elites dirigentes españolas, en mi modesta opinión, tienen la enfermiza obsesión de remover el pasado, recordando hechos que no son políticamente merecedores de ser recordados. Remover el pasado, reescribiéndolo, tergiversándolo u  omitiendo datos importantes para manipular a las nuevas generaciones que no los han vivido. Blanco fue una víctima de las circunstancias.  Blanco fue una víctima del conflicto armado vasco. Blanco fue una víctima del conflicto armado vasco como también lo fueron Lasa y Zabala, ejecutados por el terrorismo de Estado, aunque estos últimos  no tuvieron la misma suerte que Blanco, pues fueron torturados antes de ser asesinados,  y posteriormente enterrados en cal viva. Blanco, es recordado como símbolo de la grandeza de la democracia española, por los mismos sectores políticos españoles que son responsables directos o indirectos, por acción u omisión,  de las muertes de Lasa y Zabala. Frente a un símbolo, el de Blanco, en la sociedad española se producen numerosos hechos, como el de Lasa y Zabala, violaciones de los derechos humanos, terrorismo de Estado, como el 11-M, etc.,  que ponen calificativo a aquellos que gobiernan  España, y precisamente no es el de demócratas, sino el de fascistas.  Después de 40 años España se ha convertido en una democracia ideológicamente fascista, en la que sutilmente se cometen todo tipo de violaciones de los Derechos Humanos, con total impunidad y la máxima complicidad por parte de los poderes y las instituciones del Estado.

El ex presidente José María Aznar en una entrevista en el periódico ABC ha dicho  “Si los jóvenes de hoy de 20 o 25 años quieren entender qué es la libertad y qué es luchar por la libertad, que vean a Ortega Lara y a Miguel Ángel Blanco”. Un claro ejemplo de lo anterior, no tienen ídolos ni argumentos con los que motivar a sus jóvenes militantes. Y entonces, utilizan a Blanco como un mártir para crear el  falaz argumento de “Que grandes somos porque han matado a uno de los nuestros”. Que sabrá Aznar de libertad, si Aznar representa los sectores más retrógrados y fascistas de la sociedad española. Que sabrá Aznar de libertad si sus dos mandatos representan la época más oscura de la democracia española. Época en la que en España se cometieron de forma sutil numerosos abusos ordenados desde el Estado. Que sabrá Aznar de libertad si su segundo mandato acabo con la matanza  terrorista más grande de la historia de  Europa, el 11-M, siendo un caso de terrorismo de Estado. Lógicamente,  Aznar no recuerda con tanto ímpetu a las víctimas del 11-M, ni genera el mismo odio hacia sus responsables que el que genera contra los miembros de ETA, contra ETA pide venganza, contra el terrorismo islamista, cómplice del terrorismo Estado, pide olvido.  Que sabrá Aznar de libertad si a pesar de que ya había negociado a nivel internacional el final de la lucha armada de ETA, y conocedor como era de que el 11-M se trataba de un caso de terrorismo de Estado, intento cargarle el mochuelo  a ETA, ¿Para qué?   Querría tal vez provocar una intervención de las Fuerzas Armadas Españolas en el País Vasco. Que sabrá Aznar de libertad, si ha contribuido a que Podemos, una herramienta del comunismo internacional, entrara en el mapa político español convirtiéndose en tercera fuerza política. Aznar sabe poco de libertad y de justicia, y mucho de fascismo, de la cultura de la venganza y de terrorismo de Estado. Aznar sabe poco de libertad y mucho de ataques por sorpresa al más puro estilo nazi, lo que hace temer que el PP y Podemos puedan estar ya cocinando   un nuevo ataque para poner final al segundo mandato del presidente Rajoy, y la diputada Irene Montero señalándolo con su rotulador rojo.

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