El Partido Socialista de Andalucía tampoco logra que Susana
Díaz sea investida como presidenta de la Junta en la tercera votación. Tanto
Podemos como Ciudadanos, dos partidos políticos que intentan gobernar España
sin tener suficiente estructura para hacerlo, no son tontos, tienen buenos
gestores, y por tanto quieren sacar tajada incluso únicamente de su abstención.
El comportamiento del Partido Popular de Andalucía no se entiende. El Partido
Popular es un partido lo suficientemente grande, con el suficiente poder en
España, tanto político como económico,
para no necesitar sacar beneficio de la investidura de Susana Díaz, cediéndole 16
abstenciones. Todo da a entender que el joven y muy mediocre Moreno Bonilla todavía
no ha perdido la esperanza de poder gobernar. Es evidente que en España se abre
un nuevo tiempo, con un mayor fraccionamiento del poder político.
Fraccionamiento político que no sabemos si es real o fingido, pero que va a
dificultar la gobernabilidad, y por tanto la solución de importantes problemas
que padece la sociedad española, y por el contrario va a favorecer el chantaje de
minorías de la sociedad española representadas por Podemos y Ciudadanos. Lo que
está ocurriendo en Andalucía tiene poco que ver con el pluralismo político y
si en cambio mucho con el chantajismo político. En España ha comenzado un nuevo
tiempo con un relevo generacional que lo único que significa es involución ideológica
y decadencia.
Por mucho que digan lo contrario los líderes de los principales
partidos políticos españoles de dimensión
nacional, PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos, lo que está ocurriendo en Andalucía
no está dentro de la normalidad democrática. La minorías intentan imponer sobre
las mayorías sus intereses, y mayorías políticas como la que representa el PSOE,
no quieren cerrar de forma publica un pacto, con partidos por ejemplo como
Podemos, porque ello perjudica de forma clara sus intereses electorales a nivel
nacional. Un pacto público entre el PSOE y Podemos, entrando Podemos en el Gobierno de la Junta, fortalecería
a Podemos, pero hundiría al PSOE a nivel nacional en beneficio del PP. Por
el otro lado está el joven y muy
mediocre Moreno Bonilla, el cual no pierde la esperanza, cree que todavía puede
gobernar Andalucía, y la presidenta en funciones Susana Díaz , como se dice
vulgarmente, se lo ha puesto a huevo con el asunto de Aznalcóllar, es decir, ni
intencionalmente el PSOE podía haber puesto sobre la mesa una razón, un asunto con
mayor fuerza, para favorecer la unión entre el PP, Podemos y Ciudadanos. Eso sí,
o Bonilla logra un pacto con Podemos, pasando a ser un enemigo más de la
democracia española y hundiendo a nivel nacional al Partido Popular o pasara a
ser un cadáver político, o tendrá que ir buscando un nuevo trabajo si en el
futuro Susana Díaz logra ser investida.
Un nuevo tiempo político ha comenzado en España, pero es un
tiempo negativo, es un tiempo de decadencia, de mediocridad y de falta de
capacidad de los gobernantes para resolver los problemas de la sociedad e
impulsar el desarrollo del país. Es un nuevo tiempo en el que todas las fuerzas
políticas de dimensión nacional, PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos, comparten un
idea, creen que es necesario el relevo generacional, el problema es que es ya
de forma clara un relevo generacional que representa una involución ideológica
y provoca decadencia en todos los ámbitos de la sociedad española.
La democracia es el Gobierno de los más votados, no el
gobierno de los mejores, ni el gobierno de los que tienen más titulación como
nos quieren hacer entender los jóvenes y nuevos líderes de la política española,
especialmente los dirigentes de Podemos, y sectores de la derecha española que
les apoyan. Jóvenes líderes comunistas de Podemos que creen que porque han ido
a la universidad ya tienen derecho a gobernar España. El gobierno de los de mayor
titulación es otra cosa, una tecnocracia, que nada tiene que ver con la democracia, pues en las tecnocracias los gobernantes no
se eligen precisamente a través de las urnas. Involución ideológica que está
conduciendo a que en la sociedad española se acepten las ideas de la minoría que
representa al comunismo internacional, es decir, Podemos. El rico comunismo
internacional, con poder principalmente en las denominadas economías emergentes,
está comprando en España el apoyo de corruptos sectores de la derecha española
afines al PP, lo que está favoreciendo el crecimiento de Podemos. Involución ideológica
que está provocando que en España se incremente la represión judicial y
policial contra los sectores sociales que tienen intereses en conflicto con las
elites dirigentes. Involución ideológica que está provocando la anulación del Estado
de derecho y elevando la inseguridad jurídica. En España los únicos contratos
que se respectan ya son únicamente aquellos que son defendidos a través del uso
de la fuerza. Involución ideológica que representa total tolerancia frente a las
violaciones de los derechos humanos, total e irresponsable, pues como se suele
decir, hoy van por nosotros, pero mañana
pueden ir por ti, o incluso nosotros, siguiendo el mismo criterio, podemos mañana ir por ti. Curiosamente desde
el Estado español no se ejerce represión judicial y policial contra los
sectores sociales que alteran el orden público, o realizan cosas como los
escraches, y es que están todos, todos los partidos políticos, en la misma
pomada. España se ha convertido en una corrupta tiranía en la que todos
aquellos grupos a los que les permiten hacer política sacan tajada, obtienen algún
tipo de beneficio.
¿Decadencia? Por ejemplo, en dos días España ha pasado de
ser la 8ª economía del mundo, de estar en la champions league, a ser la 14ª economía
del mundo. Ahora nos dicen que España crece, que puede crecer a más del 2% en
los próximos años, pero ello se está produciendo en un contexto de inflación
negativa, lo cual sin ser experto en economía, significa que los ciudadanos están perdiendo
poder adquisitivo y ello provoca que bajen los precios. El PIB español crece
pero se está produciendo una muy desigual distribución de la riqueza, de dicho
crecimiento, aumentado la brecha entre ricos y pobres, lo que a la larga será muy
malo para la economía española. España crece, es la economía que más crece de
la UE, pero que lo haga en una coyuntura
en la que economías más fuertes como la de Francia, Italia, etc., tienen muchos
problemas, es más alarmante que si no creciera. España está de rebajas, las
inversiones especulativas extranjeras están siendo importantes, sobre todo
provenientes de economías emergentes, pero destinadas a invertir en bienes inmuebles o comprar
empresas para quedarse con su tecnología, y muchas de esas inversiones tienen
como contrapartida elevados volúmenes de importaciones que afectaran de forma
negativa a la balanza comercial y contribuirán a la larga a destruir el tejido
productivo español. España crece, pero en mi opinión, de alguien no experto en economía,
es pan para hoy que representara hambre para mañana.
Ha comenzado un tiempo nuevo en España. Un nuevo tiempo político
que principalmente quiere liderar Podemos, imponiendo a la mayoría de la
sociedad española los intereses de la minoría que representa. Debo de reconocer
que comparto una idea con el eurodiputado comunista, Pablo Iglesias, la de que a ellos no los
compra nadie. Quien va a querer comprar Podemos, ni es bueno ni bonito ni
barato. Podemos es principalmente un partido político rancio, que quiere
imponer en España ideas, políticas, formas de gobernar, defendidas por el
comunismo internacional en el siglo pasado. Podemos es un partido político que
intenta imponer a la mayoría de la sociedad española reivindicaciones
totalmente antidemocráticas. Nadie quiere comprar a Podemos, todo lo contrario,
es el comunismo internacional el que está comprando el apoyo de corruptos
sectores de la derecha española afines al PP, afines al partido que hoy
gobierna España. Es el rico comunismo internacional el que está comprando el
apoyo de grupos empresariales españoles como Inditex, Antena 3, etc., para
impulsar el crecimiento de Podemos. Podemos representa una amenaza para la
democracia española, una amenaza que ya se ha cobrado su primera pieza,
Andalucía.
Casualmente estoy leyendo “El peso de la responsabilidad”,
de Tony Judt. Un libro interesante que entre otras cosas habla de la decadencia
de Francia en el periodo de entreguerras, 1932-1937. Al leerlo uno se da cuenta
que en España no está pasando nada nuevo, algo similar a lo que hoy pasa en España paso en la Francia de entreguerras. No es nuevo que haya micropoderes
políticos nacionales que lo son gracias al apoyo económico e ideológico que
reciben del exterior. No es nuevo que haya partidos políticos que defiendan políticas
que van en contra del interés nacional. No es nuevo que haya grupos políticos partidarios
del pacifismo, de debilitar el Estado, para que sectores sociales puedan
hacerse con el poder a través de la violencia. En la Francia de entreguerras
muchos partidos de izquierdas se declaraban partidarios de pacifismo, impidiendo
el rearme de Francia, para así favorecer que grupos violentos, en concreto de ideología
comunista, impusieran sus ideas e intereses
al resto de la sociedad, el problema fue que surgió el Nazismo, y Alemania decidió
someter a través de la violencia a toda Francia, a comunistas y no comunistas. Ni tampoco es una
nueva estrategia política que haya partidos políticos que hacen promesas irrealizables
para atraer los votos de sectores de ciudadanos desilusionados e indignados, ya
lo hizo también el Frente Popular en Francia en el periodo de entreguerras, en palabras de
Tony Judt “El Frente Popular no fue un fracaso político sino un trauma nacional”,
especialmente debido a que las expectativas despertadas por sus líderes socialistas,
comunistas, etc., no se cumplieron. ¿Qué provocara Podemos con sus propuestas irrealizables
y sus reivindicaciones ilegales e inaceptables? Tal vez, un nuevo y total rechazo
en Occidente contra el comunismo y los países y las empresas que lo apoyan.
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