La presidenta en funciones de la Junta de Andalucía,
Susana Díaz, ha tenido que realizar hoy
su discurso de investidura sin contar previamente,
que se conozca, con los necesarios apoyos de la oposición para poder ser
investida como presidenta para la próxima legislatura y así poder formar
Gobierno. El discurso de Susana Díaz ha sido muy mediocre, con una oratoria muy
pobre, con las propuestas políticas de siempre, con el ofrecimiento de
numerosos pactos tanto a nivel andaluz como nacional, y con pocas novedades. Además,
en el discurso de Susana Díaz se ha observado una clara intención de buscar un
pacto con Podemos, su clara intención de alinearse con Podemos, con lo que
representa y con sus ocultas y antidemocráticas reivindicaciones.
Susana Díaz ha querido basar su discurso en dos ideas, la
limpieza, la lucha contra la corrupción, y la propuesta de numerosos pactos, tanto
a nivel andaluz como nacional. Andalucía
es hoy la mayor cloaca de la corrupción institucional, no lo digo solo yo, lo
dicen asuntos judiciales como el de los
Ere´s y los cursos de formación, y otros muchos más todavía pendientes de
juzgar. En Andalucía , durante años, dirigentes políticos y sindicales han utilizado de forma ilegal dinero público
para ir de fiesta, gastarlo en putas, cocaína y para su enriquecimiento
personal, todo ello contando con la complicidad, el silencio, o lo que aun sería peor, la ignorancia, de sus elites gobernantes, de
aquellos que han ocupado durante años los más altos cargos al frente de la
Junta de Andalucía. De esa cloaca ha salido Susana Díaz. Susana Díaz de ser la
reina de la cloaca de la corrupción institucional andaluza quiere ahora pasar a ser la limpiadora de la política andaluza.
Además, el discurso de Susana Díaz ha estado lleno de ofrecimiento de pactos a
la oposición, tanto a nivel andaluz, como también a nivel nacional. Pacto de Educación,
pacto de Dependencia, pacto contra la violencia de Genero, pacto que no sé si
lo apoyan los dirigentes varones del PSOE, teniendo en cuenta lo que le ha pasado
al ex ministro López Aguilar, acusado de un presunto delito de violencia de
genero. Eso sí, nada ha dicho del pacto que necesita para poder ser investida,
para lograr el apoyo de la oposición en su discurso ha apelado a los sentimientos
de los dirigentes políticos que la constituyen.
El discurso de Susana Díaz no es creíble, o mejor dicho,
solo es creíble en dos cosas. Primera, en su deseo de pactar con Podemos, para
lo cual, entre otras, ha hecho propuestas
como la elaborar instrumentos para incrementar la participación de la ciudadanía
en las decisiones políticas, la aprobación de un ley de renta básica y un ley
de protección de los colectivos vulnerables. Segunda, en su deseo de acelerar
el relevo generacional, algo compartido por otros muchos actuales dirigentes
del POSE, incluido su secretario general, Pedro Sánchez. Lógicamente, si Susana
Díaz y otros dirigentes del PSOE solo quisieran acelerar el relevo generacional
al frente de las instituciones políticas del Estado español, siendo alguien que
esta fuera de la política, me seria indiferente, incluso me podría parecer bien
que otros dirigentes como los ex presidentes Chaves y Griñan, investigados
judicialmente, dejaran pronto la
actividad política, pero no quieren solo eso, sino que motivados por ocultos intereses,
intereses que dejan al margen de la transparencia de la que tanto hablan y
dicen defender, quieren acelerar el relevo generacional también a otros ámbitos
de la sociedad española ajenos a la vida política. Relevo generacional que
desean acelerar incluso recurriendo a prácticas propias del nazismo, es decir,
recurriendo a abusos médicos de todo tipo, incluida la defensa y utilización de
abusivas practicas medicas destinadas a provocar lo que elegantemente llaman
eutanasia activa, y detrás de lo cual no se esconde otra cosa que asesinatos de
bata blanca.
Susana Díaz de forma clara ha cruzado la línea roja. Alineando
al socialismo andaluz con Podemos ha pasado de forma clara a ser el enemigo, un
peligroso enemigo de la democracia española. Podemos es metafóricamente hablando,
y para entendernos, un Prestige que nos amenaza, que amenaza España, que amenaza
la sociedad española, que amenaza cosas como el normal funcionamiento democrático de las
instituciones, que amenaza la estabilidad, la paz, la convivencia e incluso la recuperación
económica. Susana Díaz alineándose con Podemos ha convertido al socialismo andaluz
en un nuevo actor, en nuevo pasajero, de ese barco que es urgente y necesario
hundir.
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