Transcurridos 300 días
con un Gobierno en funciones, y faltando 15
para que el rey Felipe VI tenga que disolver por segunda vez las Cortes, sino
es investido antes un nuevo Presidente, la situación política de España no se
aclara sino que se complica cada día mas. Con la dimisión del secretario
general del PSOE, Pedro Sánchez, el pasado 2 de Octubre, el segundo partido más
votado en las pasadas elecciones del
26-J ha pasado a no tener ni líder ni un voto único en el Congreso, en concreto
respecto a favorecer o no la investidura del candidato del PP, Mariano Rajoy. Además,
la última encuesta sobre intención de voto realizada por Metroscopia para el periódico
El País, vaticina que de producirse hoy unas nuevas elecciones, el resultado seguiría
condenando a España a una situación de ingobernabilidad al producirse unos
resultados muy parecidos a los del 26-J.
Según la encuesta
sobre intención de voto realizada por Metroscopia, el PP subiría en votos,
pero como ahora no obtendría mayoría
absoluta, ni siquiera sumando con Ciudadanos,
por lo que necesitaría la abstención del PSOE. La principal novedad es que se produciría
el temido y dañino para España sorpaso de los comunistas, de Podemos, al PSOE. Aunque Podemos subiría
muy poco respecto al 26-J, según la encuesta un punto y medio, el PSOE caería 4
puntos, situándose en el 18% de los
votos, por debajo de Podemos que obtendría el 22,1%. Ciudadanos también caería
en votos, situándose en el 11,6%, algo lógico teniendo en cuenta su actual y clara
deriva liberal, no solo por el pacto con el PP sino por su entrada en el
Partido de la Alianza de Liberales y Demócratas por Europa, lo cual ahora muy
probablemente le privara de los votos que había captado en feudos
tradicionalmente socialistas. Se cumpla o no la encuesta sobre intención de
voto realizada por Metroscopia, a no ser que haya un error muy grande, hay una lectura clara, unas nuevas elecciones generales no solucionarían
la situación de ingobernabilidad en que se encuentra España.
El futuro político
de España es cada día más complicado. El rey Felipe VI ha convocado a consultas
a los líderes de los principales partidos los próximos 24 y 25 de Octubre. En representación
del PSOE, según dicen, acudirá el
presidente de Asturias y presidente de la Gestora, Javier Fernández, pero antes
este debe convocar al Comité Federal para que dicho comité decida cuál es la posición
del PSOE respecto a la investidura de Mariano Rajoy. Al PSOE, sin un líder
claro, es evidente que no le conviene ir a unas
elecciones. Pero todavía le conviene menos favorecer el nombramiento de
un Gobierno del PP presidido por Mariano Rajoy, ello desilusionaría a parte de
su electorado, provocaría fuertes divisiones internas y daría munición a
Podemos convirtiéndolo sin pasar por las urnas en principal partido de la
oposición. Hoy el reelegido primer secretario del PSC, Miquel Iceta, ha dicho “No
podemos ser la muleta de un Gobierno conservador. Hay que explorar un Gobierno
progresista y devolver la esperanza a nuestros votantes”. Está claro que Iceta
sigue, al igual que hacia Pedro Sánchez, manipulando a la opinión publica con
la ilusión de un imposible, un Gobierno liderado por el PSOE gracias a una
alianza con Podemos, algo no solo es rechazado por importantes sectores del PSOE
sino para lo que no cuenta con suficientes apoyos. El PSOE, se encuentra en una
situación compleja, de fuerte enfrentamiento interno y enorme debilidad
electoral, en la que decida lo que decida el Comité Federal le
afectara de forma negativa.
Desde el 26-J, los
líderes de los principales partidos con representación
en el Congreso, coinciden en una cosa, en considerar unas terceras elecciones
algo no deseable por ser muy negativo tanto para la imagen exterior de España
como para la economía, pues se considera que podría dañar la recuperación económica al no
poder el Gobierno en funciones tomar
determinadas importantes decisiones. Y seguramente sea cierto, unas terceras
elecciones serian algo malo para España, pero en mi opinión, todavía hay un
escenario peor, que se forme un Gobierno presidido por Mariano Rajoy y que este
no cuente con los suficientes apoyos para apoyar los Presupuestos Generales del
Estado para el 2017. Si Mariano Rajoy es investido presidente con ayuda del
PSOE o le hace claras concesiones o Podemos tomara el liderazgo de la izquierda
obligándole a tensar la cuerda, es decir, obligándole a no dar su apoyo a los
Presupuestos. La situación entonces sería muy grave para España, Rajoy tendría
que presentar su dimisión, y se tendrían que disolver las Cortes y convocarse
nuevas elecciones. Colocando así al PP en una compleja situación, pues muy difícilmente
después de dimitir Rajoy podría volver a ser el candidato de su partido. Es
evidente, que terceras elecciones ya no son el peor escenario, sino el más
conveniente para España, pues sean cuales sean los resultados poco puede ir a
peor.
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