jueves, 15 de junio de 2017

DESPUÉS DE 40 AÑOS VOTANDO, ESPAÑA UNA DEMOCRACIA VACÍA.

La democracia es únicamente una forma pacífica de poner de acuerdo a las elites dirigentes. Una forma pacífica de alternancia política. Lo importante, por tanto,  en una democracia no es permitir que los ciudadanos puedan acudir a las urnas para que así las elites dirigentes  no tengan que decidir quién gobierna enfrentándose entre ellas de forma violenta, sino su contenido, como esta se rellena: Con que derechos y libertades; con que valores y principios; con que actitudes; y con qué leyes.

Lo importante es el relleno, y parte fundamental de ese relleno es lo que se conoce como el Estado de Derecho, es decir, como el Estado garantiza la defensa de sus derechos a todos los ciudadanos, y obliga al cumplimiento de las leyes sin ningún tipo de distinción ni discriminación, convirtiendo así en algo más que simples palabras el principio de igualdad ante la ley. Cuarenta años después de que las elites dirigentes españolas se pusieran de acuerdo en establecer  una alternancia política pacífica, llamando a las urnas al conjunto del pueblo español el 15 de Junio de 1977, incluido a las mujeres, colectivo que solo había disfrutado de ese derecho durante el breve periodo de la Segunda República, España es una democracia vacía.

Más allá  del hecho de que cada cierto tiempo los ciudadanos pueden acudir a las urnas a votar  para elegir a un determinado partido político, la democracia significa muy poco en España. El  Estado de Derecho, cuyo principal pilar es el Poder Judicial, aparenta mucho pero hace poco por la defensa de las libertades y derechos de los ciudadanos, y por el  cumplimiento de las leyes. España es un país en el que hay una elevada inseguridad jurídica. La justicia española oye mejor o peor dependiendo de los apoyos con que cuente en la sociedad el ciudadano que a ella acude. Y como en otras épocas del pasado, hay una fuerte tendencia a que la violencia sea la principal forma de solución de conflictos, no solo políticos, sino y principalmente, entre ciudadanos. España es un país en el que se ejerce represión judicial y policial, se cometen flagrantes violaciones de los Derechos Humanos (Tortura, abusos médicos, detenciones ilegales, etc.) y hay terrorismo de Estado. El Poder Judicial es, principalmente, un instrumento represor al servicio de las elites dirigentes.

La democracia española esta vacía, se ha impuesto la cultura del todo vale si lo puedes hacer. La derecha española está obsesionada con su enriquecimiento, convirtiéndose en la derecha más corrupta de Europa. Tan corrupta que ha favorecido que Podemos, encarnación del comunismo internacional en España, entrara en el Congreso de los Diputados convirtiéndose en la tercera fuerza política del país. España pasara a la historia por ser el  país en el que la Unión Soviética volvió a tomar forma política, la de Podemos, materializándose en cierta medida que la doctrina Sinatra esta muerte, pues no debemos ignorar que los dos principales apoyos con que cuenta Podemos en la sociedad española son las Fuerzas Armadas, la fuerza de los militares,  y el Poder Judicial, ambos, curiosamente, tradicionalmente monárquicos, es decir, controlados por la Casa Real de Borbón. El PSOE, partido que en su momento contribuyo a introducir no solo aires de democracia, libertad, y justicia, sino también importantes inversiones exteriores, hoy carece de un liderazgo claro, debilitado tanto debido a enfrentamientos internos como electoralmente, en este caso, debido a la defensa de políticas, como la de inmigración, o la defensa del libre comercio,  que perjudican de forma clara los intereses de sus votantes tradicionales, la clase trabajadora. Lamentablemente, cuarenta años después poco queda del espíritu del 77.   

No hay comentarios: