Lo ocurrido el pasado 3 de
Junio en Londres, algo que es extrapolable a otros países de Europa, evidencia
que hemos vuelto a épocas del pasado, en las que las elites de la sociedad,
dicho coloquialmente, los ricos, disfrutaban de elevados niveles de seguridad mientras
los sectores más desfavorecidos de la sociedad sufrían las consecuencias de vivir en un
ambiente con un alto nivel de inseguridad. Los ricos, se podían pagar altos
niveles de seguridad privada, mientras los pobres eran objeto de crímenes,
violencia de todo tipo, robos, abusos, causados unas veces por ciudadanos de su
mismo estrato social y otras por los grupos armados que servían y defendían los
intereses de las elites. Tres individuos, armados con cuchillos, atacaron en
Londres a indefensos ciudadanos, estos carentes de la más
mínima ira, huyeron atemorizados, demostrando una enorme insolidaridad, al ser
incapaces de organizarse para de forma colectiva hacer frente a la amenaza, a
aquellos que les querían quitar la vida, presenciando como otras personas, a
veces incluso conocidas, eran apuñaladas. Luego está el papel de la policía, la cual no demuestra su poder
contra los sectores sociales que atacan, sino contra honrados ciudadanos que pacíficamente se estaban divirtiendo,
obligándoles a hacer un ridículo paseíllo, tratándolos como prisioneros,
mientras todo se grababa para ser
retransmitido por los medios de comunicación .Ira, hombre, ira contra el terror.
Europa vive una época de
inseguridad sin precedentes desde la IIGM. Ni siquiera durante lo que se conoció
como la Guerra Fría hubo una percepción de
inseguridad como la que se está dando ahora en las sociedades europeas. En la evolución
de todo este asunto, del terrorismo islamista, sus violentas demostraciones de
poder y ocultas reivindicaciones, hay tres elementos a analizar: El papel de
los medios de comunicación, el de la seguridad, y el de la política. La política
es la responsable de todo. Lo que está ocurriendo es fruto de decisiones políticas.
Equivocadas decisiones políticas que las elites dirigentes han adoptado,
principalmente, por los vínculos económicos que tienen con grupos islamistas, responsables de generar terror y
cometer sutiles violaciones de los Derechos Humanos en territorio europeo, por
ejemplo utilizando el sistema sanitario. Como las elites políticas se van a
oponer a que continúe la islamización de Europa, si en cierta medida su poder depende del dinero islamista, si por ejemplo, financian sus campañas con dinero que obtienen
de millonarias familias del Mundo islámico. Cínicamente, justifican una política
de puertas abiertas a la inmigración basada en términos humanitarios. En
segundo lugar, está el elemento de la seguridad, o sea, el papel de los
Servicios Secretos, la Policía, y las Fuerzas Armadas. No hay libertad sin
seguridad, y es cierto, pero si analizamos las medidas que se aplican para
combatir lo que se denomina la amenaza del terrorismo islamista, llegamos rápidamente
a la conclusión de que están destinadas a aumentar la represión de forma
selectiva contra los ciudadanos, es decir, contra concretos sectores sociales, entre los
que no se encuentran los islamistas, y
por tanto no destinadas a frenar el
terrorismo. Hay numerosos datos objetivos que así lo confirman, los cuales evidencian,
que las medidas que se adoptan son totalmente irracionales, ineficaces,
destinadas a fines espurios, destinadas a ejercer represión más que a proteger
a los ciudadanos. El pasado 3 de Junio, en Cardiff se organizó un desproporcionado
despliegue policial, para garantizar la seguridad en la Final de la Copa de
Europa. Se organizaron amplios cinturones de seguridad, cacheando minuciosamente a todo el mundo, teóricamente
eran medidas contra el terrorismo islamista, pero a no muchas millas, en
Londres, unos individuos con armas blancas provocaban terror asesinando a quienes
deseaban. En los aeropuertos se obliga a honrados y pacíficos ciudadanos a
sufrir altos niveles de control, muchas veces realizados por personas cómplices
de aquellos que desean provocar terror cometiendo atentados terroristas, pero a
pocas millas, esos mismos ciudadanos se encuentran totalmente desprotegidos, completamente
indefensos frente a la amenaza terrorista. Pero sin lugar a dudas, es el papel
de los medios de comunicación el más vergonzoso y criticable. En vez de
informar intoxican, desinforman, haciendo propaganda mediática de las acciones
de los terroristas y sus cómplices. Los medios de comunicación contribuyen a hacer propaganda de la demostración de poder
que representan sus acciones y a
incrementar sus efectos, como es el de
generar terror entre los miembros de una sociedad que desea vivir en paz. El
terrorismo islamista esta asesinando y provocando terror recurriendo a las
acciones más simples posibles, ataques indiscriminados con arma blanca , el
Estado, en este caso Reino Unido, dice no
poder frenar dichas acciones. Entonces, si se tratara de un grupo terrorista
con capacidad para actuar contra una Central Nuclear, o que dispusiera de lo que se conoce como un maletín
nuclear, que harían las autoridades, ¿Rendirse?, ¿Entregarle los derechos de más
ciudadanos? Ira, hombre, ira contra el terror.
Europa, o sea, la UE más el Reino
Unido, durante el proceso de globalización no ha sido capaz de exportar los valores y el
modelo social y político que surgió después de la IIGM, asumiendo como propios
valores de otras zonas geográficas, del Este comunista europeo, de Mundo islámico,
etc. Europa ha dejado de ser un territorio en el que se garantiza la defensa de los Derechos Humanos, para pasar a
ser otro en el que estos son sutilmente pisoteados por las elites dirigentes,
con total impunidad y completa complicidad por parte de los poderes públicos.
Europa se ha convertido en un territorio en el que sutilmente se comercializa con los Derechos Humanos. Un
territorio en el que se permite que millonarias elites islamistas puedan
realizar todo tipo de abusos, atentados terroristas, violaciones de los Derechos Humanos, etc., contra sectores
de la sociedad sobre los que desean ejercer su poder. Se ha producido una clara
islamización ideológica de Europa. Desde que se firmó el Tratado de Maastricht, en 1992, la UE ha
ido degenerando, dejando de ser la Europa de los Estados para pasar a ser la
Europa de las familias, de unas familias de elites dirigentes mezcladas a nivel
político más allá de las fronteras estatales, como si fueran empresas multinacionales, partidarias de comercializar
con cosas como la seguridad y la defensa
de los Derechos Humanos. Y a nivel económico, en la política todo está
relacionado, partidarias del libre comercio aunque ello suponga la destrucción de
sectores económicos nacionales, europeos, y por tanto la destrucción de
millones de puestos de trabajo. Evidentemente,
esta Europa no interesa a los ciudadanos.
En este ambiente europeo de
alta amenaza del terrorismo islamista, las dictaduras islamistas del Golfo Pérsico,
dicen discutir. Las monarquías absolutas de Arabia Saudí, Emiratos Árabes
Unidos, Bahréin y la dictadura militar de Egipto acusan a Qatar de financiar el
terrorismo, aislándolo en la zona, cerrando las vías de comunicaciones
marítimas, terrestres y aéreas con dicho país. El asunto provoca risa. ¿De qué
estamos hablando? ¿Qué grupos terroristas financia Qatar, país que sigue
teniendo buenas relaciones con la UE? Seguramente, un aficionado al futbol, diría
que detrás de todo esto no hay otra cosa que rivalidades futbolísticas, debido
a que Qatar financia al F.C Barcelona, mientras que los príncipes de Emiratos Árabes
Unidos, apoyan económicamente a Florentino Pérez, considerando que la actual
coyuntura política y futbolística española, con un Real Madrid campeón, con una
Cataluña revoltosa, es el mejor momento para aislar y presionar a Qatar. O a lo mejor hay otras razones. Sea lo
que sea, la UE a lo suyo, sumergida en la total irrelevancia internacional y la
máxima complicidad con las violaciones de los Derechos Humanos que se producen
en territorios de Estados miembros. ¿Ira? Hace falta un poco de ira contra el
terror, pues la otra opción no es otra que el matadero.
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