El 24 de enero de 2020 el
Gobierno chino impuso la cuarentena en 5 ciudades para evitar la propagación de
un virus, denominado coronavirus. Una
mujer de origen chino, que recientemente había viajado a su país, provoco ayer
en Alemania el primer
contagio en Europa de una persona que no había viajado a China, al
transmitir el virus a compañero de trabajo. Las características de la enfermedad
que provoca el coronavirus chino son fácilmente confundible con otras
enfermedades, por ejemplo, con una simple gripe, por lo que es muy probable que
se hayan producido ya otros muchos contagios similares pero no identificados
por los servicios sanitarios como tales.
El denominado Síndrome
Respiratorio Agudo Grave ( SARS, en inglés) que surgió e identifico en China a
finales de 2002, propagándose a otros países; la gripe aviar H1N1 en 2009; la
epidemia de Ébola de África de 2014, crisis que llego a España, provocando el
primer contagio en territorio español de una auxiliar de enfermería ; la
reciente alerta sanitaria por listeriosis en Andalucía , provocada por la distribución
de carne contaminada, que causó la muerte de varias personas y afecto gravemente
a otras muchas; la actual epidemia causada por el coronavirus en China y
que puede convertirse en una pandemia, etc, etc, etc, son hechos que conducen a
pensar que después del terrorismo islamista, la segunda amenaza global más
importante en nuestro siglo, no es el cambio climático como se quiere hacer
creer, el cual según los expertos puede ser o no que afecte al mundo y a la
vida humana de forma importantes para
2100, sino el contagio de enfermedades a
través de agentes biológicos.
Al hablar de la epidemia por coronavirus
que las autoridades chinas dicen que se está produciendo en su país, lo primero
que hay que resaltar, es que la actual China es una dictadura comunista que se
ha abierto, bajo importantes restricciones, al capitalismo occidental; en China gobierna
un régimen comunista que se caracteriza
por proporcionar muy poca transparencia y por tener una fuentes oficiales poco
fiables. Curiosamente, hoy un equipo de futbol de la ciudad de Wuhan,
ciudad considera por las autoridades chinas el epicentro del coronavirus y en
cuarentena, llega a España para preparar la temporada en Cádiz. Según los científicos
chinos, el coronavirus, a diferencia del SARS y el Ébola, puede contagiarse
antes de aparecer los síntomas de la enfermedad, lo que conduce a pensar que no
es lo más conveniente que el Gobierno de España obligue a ciudadanos españoles a asumir el riesgo de que entre los
ciudadanos chinos pueda haber alguno que porte el virus. Lo que no se sabe por ahora,
es si algún represéntate de los comunistas que forman parte del actual Gobierno
de España acudirá a Málaga a recibirlos, y teóricamente asumir dicho riesgo.
Hace aproximadamente cien
años, en torno al 1918, se produjo una pandemia denominada Gripe Española.
Debido a que ocurrió en plena Primera Guerra Mundial, y los Estados impusieron
una férrea censura sobre lo que estaba ocurriendo, unido a que en la época no existía
la coordinación sanitaria transnacional que existe hoy, no existen datos
fiables sobre cuál fue el foco de origen, cuando comenzó, como se propago, o
sobre a cuantas personas afecto y causó la muerte. Se la denomino Gripe Española,
porque al ser España un país neutral, las autoridades españolas fueron las
primeras en dar a conocer a través de la
prensa lo que estaba ocurriendo. Aparecieron casos de personas infectadas en México,
Rusia, Irán, Nueva Zelanda, Gambia,….., Estados Unidos, diferentes países de
Europa occidental, etc. Respecto a la Gripe Española entre los científicos hay
consenso en muy pocas cosas. Se sabe, que solo afectaba personas de edades comprendidas
entre los 20 y 40 años, curiosamente en edad militar. Se le atribuye al muerte
de más de 50 millones de personas, aunque seguramente sean muchas más, es
decir, tres veces los muertos causados por la Primera Guerra Mundial. Se sabe
que fue causado por un virus A del subtipo H1N1, y también hay un gran consenso
sobre que fue resultado de la mutación de una cepa aviar originaria de China, pero no se sabe cómo
llego a afectar a seres humanos. Por tanto, desde la Gripe Española de 1918
sabemos que los agentes biológicos representan una amenaza nada despreciable a
la vida humana, una amenaza grave si algún Gobierno u organización decide
utilizarlos de forma intencionada con fines concretos.
La OTAN en el manual sobre Aspectos
médicos para operaciones de defensa NBQ, define un agente biológico como cualquier
microorganismo o toxina derivada de él, que causa enfermedad en el hombre,
plantas o animales o que causa deterioro del material. Todo agente biológico se
puede utilizar con mayor o menor eficacia y con mayor o menor riesgo para el
que lo utiliza, como un arma para causar
daño a otros seres humanos. Por ello, y con les precedentes que había sobre la utilización
de armas biológicas, en marzo de 1975 entro en vigor la Convención sobre
la Prohibición del Desarrollo, la Producción y el Almacenamiento de Armas
Bacteriológicas (Biológicas) y Toxínicas y
sobre su destrucción, aceptada
en la actualidad por 180 estados entre ellos, tanto China como España. Pero dicha
Convención, está considerada poco eficaz, pues es muy difícil determinar si una
Estado está realizando investigaciones para conocer y poder combatir posibles agentes
biológicos, por razones sanitarias o con fines militares defensivos, o para
poder utilizarlos en un futuro como armas de destrucción masiva. En la última década
del pasado siglo, se comprobó que el Gobierno de Sadam Husein, había desarrollado
un programa
ofensivo de armas biológicas, con el fin de fabricar, entre otras, la
toxina botulínica. Tampoco hay que olvidar, asuntos como el de que en el 2001
en Estados Unidos se produjeron ataques con carbunco (Ántrax), resultando 22
personas infectadas, 5 de ellos fallecidos. Es decir, la utilización de agentes
biológicos con intenciones malévolas, militares o terroristas, esta al orden
del día, es hoy más que nunca una amenaza importante.
El
bioterrorismo es hoy una importante amenaza; los terroristas pueden acceder a
agentes biológicos, de diferente nivel de virulencia con facilidad, sino lo
hacen no es por las medidas de seguridad desplegadas por los estados tanto a
nivel nacional como internacional, sino por la condena internacional que su utilización
provocaría, impidiendo así que pudieran lograr alguna de las reivindicaciones y
objetivos perseguidos. El bioterrorismo solo puede ser eficaz ante un Gobierno débil que acepte el chantaje
de un gobierno o una organización de carácter no gubernamental que ocultara la autoría
de sus acciones ante la opinión pública internacional, es decir, que no las
reivindica públicamente pero si en los despachos. ¿Es el actual Gobierno de coalición socialista-comunista de
España un gobierno débil?
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