sábado, 4 de enero de 2020

INVESTIDURA PEDRO SÁNCHEZ: EL PSOE IMPULSA INVOLUCIÓN POLÍTICA.


El PSOE tiene una larga historia política, ha contribuido de forma indiscutible e imprescindible a la Transición y la creación de la España actual,  democrática y moderna, pero hoy de mano de su actual secretario general, Pedro Sánchez, y bajo el concepto de coalición progresista, está impulsando en España una clara, negativa y peligrosa involución política. Si en el 75, con la muerte del general Franco, después de casi 40 años de dictadura militar, las elites dirigentes españolas unas  decidieron y otras aceptaron la restauración de la Monarquía, hoy Sánchez está restaurando el Frente Popular, prosoviético,  creado en enero  1936. A través de un Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos, Sánchez pretende permitir la entrada en el Gobierno de España, en las instituciones del Estado, al enemigo, al principal enemigo de la democracia española, a la representación en España del comunismo internacional liderado por Rusia, Unidas Podemos.

Pensar, como ha afirmado en su discurso de investidura el líder del PSOE, Pedro Sánchez, de que de la mano de los comunistas, de que con los comunistas en el Gobierno, España puede avanzar, mejorar la situación de su economía y del mercado laboral, mejorar la situación de las pensiones, en resumen, progresar, es ingenuo. ¿Quién va a traer inversión a una España gobernada por el comunismo? Tal vez, ¿Los aliados del secretario general de Unidas Podemos, Rusia, u otros países de su órbita, como Irán?

El problema no es el pacto de   Sánchez con los  independentistas catalanas, insignificantes, sin fuerza para imponer cambios en España   si no cuentan con los apoyos de otros actores, poderes, del Estado. El problema es el acuerdo del PSOE con  el comunismo internacional, prorruso, representado en España por Unidas Podemos. Sánchez pretende meter en el Gobierno de España, a un partido que tiene posicionamientos políticos propios de la disuelta Unión Soviética. Desea hacer vicepresidente del Gobierno de España, a un tipo, Pablo Iglesias, que hace propaganda contra occidente y a favor del régimen iraní. ¿Le van a restringir a Pablo Iglesias el acceso a información secreta en las reuniones del  Consejos de Ministros o podrá acceder a ella para poder pasársela a sus coleguitas iraníes, rusos, etc.? Sánchez quiere hacer vicepresidente a  un tipo que ha manifestado de forma pública su posicionamiento anti- OTAN, ¿Va Sánchez a llevar al PSOE otra vez a un posicionamiento anti-OTAN? ¿Propondrá Sánchez que España salga de la OTAN, para pasar a formar parte de la órbita internacional liderada por Rusia? Los comunistas han gobernado en Grecia, con Syriza, teniendo que ser rescatada su economía, y ahora gobiernan en Italia, cuya economía resiste al borde de la quiebra, no gobierna en ningún otro Estado de la UE, ¿Es ese el futuro, el de Grecia e Italia,  que Sánchez desea para España?

En la política española se percibe desde hace tiempo, décadas, que hay mucho doble lenguaje. Un doble lenguaje que permitió el 11-M, un claro caso calificado por numerosos actores como de terrorismo de Estado; un doble lenguaje que  favoreció la creación y el crecimiento de Unidas Podemos; que  permitió el consenso a favor de una elevada  tolerancia ante las actuaciones de las elites independentistas catalanas, permitiéndose que tuviera lugar la pantomima del denominado proceso independentista, celebrando los independentistas victorias sin que realmente Cataluña haya avanzado hacia un nuevo Estado; un doble lenguaje que permite el  consenso, y por tanto silencio, ante las violaciones de los derechos humanos que de forma sistemática, flagrante e impune se producen en España. Pero todo indica que tanta consenso oculto no favorece la convivencia política, sino que ha llevado a España un fraccionamiento político que dificulta la gobernabilidad, dificulta la solución de problemas graves, que ha favorecido la restauración en España del Frente Popular prorruso. La pinza, oculta pero conocida, del PP con los comunistas durante la era Aznar fue muy mala para el PP y muy mala para España, la nueva pinza, entre el PSOE y los comunistas, será mala para el PSOE y será todavía peor para España, pues es imposible que España avance, ni siquiera mínimamente, de la mano de los comunistas con arcaicos posicionamientos propios  era soviética

Un PSOE dirigido por unas elites mediocres y con un exceso de ambición política, con un comité ejecutivo débil sometido al PSC, con el argumento de buscar un gobierno progresista está impulsando en España un involución política, metiendo en las instituciones del Estado a los comunistas prorrusos y creando planos paralelos a las instituciones democráticas del Estado, como la mesa de diálogo y negociación entre el Gobierno de España y el Gobierno autonómico de Cataluña, para poder así de forma encubierta intentar hacer concesiones a las elites independentistas catalanas. Todo parece indicar que Sánchez pasara a la historia de España como un traidor. Como dice el otro, “Si no hay nosotros, estamos muertos”.

No hay comentarios: