Desde el 2011, cuando se organizó el engañoso 15-M,
presentado a la sociedad como un proceso espontaneo cuando en realidad era un
proceso de manipulación política
construido por el comunismo español gracias a la ayuda de sectores de la
derecha afines al PP, fruto de la conocida pinza Aznar-Anguita, para impulsar la creación de Podemos, la política
española sufre un proceso de fraccionamiento que impide que se adopten decisiones a los principales
problemas del país. Los partidos políticos venden su gestión de gobierno
siempre como un éxito, pero la realidad es que el progreso en España es un éxito
no de gestión sino basado en recursos procedentes de la UE y en un desorbitado
incremento de la deuda pública, que más temprano o tarde acabara pasando un
coste a la calidad de vida del conjunto de la sociedad. En los últimos 25 años
la deuda pública de España se ha multiplicado por más de 4, seguramente el 2021
acabe alcanzando sino superando el 130% del PIB ¿Qué porcentaje de deuda pública
máximo puede alcanzar la economía española? No lo sé, pero no parece que pueda
mucho más, lo que puede provocar que España acabe como Argentina, con unas
elites millonarias y una gran masa de la población elevadamente empobrecida.
A pesar de ello, de que España se hunde como país, en la política
española hay un elevado compadreo, un elevado consenso político, oculto, basado
en un sutil uso del doble lenguaje, pero percibirle por hechos como el proceso
con el que se ha justificado la convocatoria de elecciones en Maridad. Un proceso, que comenzó con una engañosa moción de
censura en Murcia, todo indica que puesto en marcha por la presidente
Ayuso para favorecer una rápida salida
de Pablo Iglesias de la política. La explicación a este elevado compadreo
sin duda está en la pasta. Nunca ha habido tanto dinero en la política
española, en España, aunque estés en la oposición, hacer política está muy bien pagado. Por ejemplo,
todos los años, el Estado
utiliza entre 200 y 300 millones euros para regar con dinero público las
organizaciones políticas con representación. En contra de lo que transmiten los
medios de comunicación españoles, muy ideologizados, en España nunca ha habido
tanto consenso entre las elites políticas. La Moncloa es un centro de poder utilizado
por unos y por otros, por la izquierda y la derecha españolas para cometer abusos. Dicen que la política es
consenso, pero también es cierto hay consensos inaceptables en una democracia.
Un elevado conceso permitió que Hitler se hiciera con el poder en Alemania y Mussolini
en Italia. En España el consenso esta provocando la degeneración de la democracia.
En España se ha anulado el Estado de Derecho para imponer la ley de que todo es
aceptable si cuenta con el apoyo de la mayoría política. La Moncloa es un
centro de poder desde el que se legalizan violaciones de los derechos humanos.
Ello está favoreciendo cosas como, por ejemplo, que la crisis del covid-19 sea
utilizada por el Gobierno de España para justificar represión y encubrir
violaciones de los derechos humanos. ¿A quién puede acudir un ciudadano en
busca de justicia si los abusos son cometidos con la impunidad que desde la
Moncloa partido de turno, hoy el PSOE, garantiza a través de su control del
Poder Judicial? Dependerá de sus recursos,
pero a muchos seguramente solo le quede la esperanza de que la degradación de
la democracia acabe por hacer imposible la convivencia policía.
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