sábado, 14 de noviembre de 2015

TERRORISMO ISLAMISTA EN PARÍS ¿HAY ALGUIEN AL MANDO?

La pasada noche el terrorismo islamista ha vuelto a atacar Occidente, realizando en París un ataque armado, indiscriminado, contra indefensos ciudadanos, contra no combatientes, causando, según recuento provisional, 129 muertos y más de 200 heridos. A la espera de una versión oficial del Gobierno francés, de la que no es de esperar ninguna información relevante, se pueden hacer ya cuatro primeras reflexiones. Primera, Occidente está en decadencia, y la sociedad francesa, con hechos como el de la pasada noche, está viviendo dicha decadencia con especial dramatismo y elevado dolor. Segunda, lo ocurrido en Paris debe ser considerado un crimen contra el Mundo cristiano, pues es en el Mundo cristiano donde los ejecutores desean generar terror y lograr chantajear a sus gobernantes logrando reivindicaciones que no son dadas a conocer a la opinión pública. Tercera, da la impresión de que  a Europa, y en concreto a  los países miembros de la NATO, le han sentado mal los 70 años  de paz transcurridos desde el final de la IIGM, y por tanto, las nuevas generaciones de dirigentes quieren un futuro de inseguridad, terror, y conflictos armados. Cuarta, en mi humilde opinión, la respuesta no debe ser poner bandera blanca, sino enviar el mensaje de “Por cada uno de los nuestros que caiga, caerán muchos de los vuestros”.

A la espera de una versión oficial del Gobierno francés, de la que no es de esperar ninguna información relevante, todo indica que el ataque armado de carácter terrorista de ayer en París, tiene muchas características similares a otros atentados terroristas que se vienen produciendo en países occidentales desde que comenzó el presente siglo. Cito las que considero más importantes:
-Ha sido realizado por un enemigo exterior, el terrorismo islamista. Como en otras ocasiones, el terrorismo islamista aprovechándose de estar infiltrado en las sociedades occidentales ha atacado  la retaguardia de uno de los países del Mundo cristiano, Francia.
-Ha sido indiscriminado, realizado contra no combatientes. No buscaban objetivos importantes, militares, políticos, infraestructuras, etc., sino objetivos fáciles con los que generar terror y dolor en la sociedad francesa.  Como veces anteriores, han asesinado a sangre fría a desarmados e indefensos ciudadanos. Entre las víctimas no hay personas con importantes responsabilidades políticas, militares o policiales.
-No  ha sido reivindicado por  ningún Estado o grupo terrorista islamista.
- Como en otras ocasiones también,  seguro que los terroristas islamistas han dejado gravados videos con mensajes y  su acción ha sido captada por camaradas de video, imágenes que serán difundidas por los medios de comunicación para así incrementar el efecto de su acción terrorista, de su masacre.
-Como en otras ocasiones su acción tenía un doble objetivo: Generar terror en el Mundo cristiano, y en concreto en la sociedad francesa, y lograr chantajear a las elites gobernantes, en este caso al Gobierno francés,  exigiendo reivindicaciones que son ocultadas a la opinión pública.

Después de un atentado terrorista de este tipo, indiscriminado, no reivindicado, con ocultos intereses  y ocultas reivindicaciones, lo primero que debemos hacer es buscar explicaciones: Causas y que ha fallado para que se pudiera producir. El terrorismo islamista no necesita justificaciones, actúa, atenta, realiza ataques armados como el de la pasada noche en París, para generar terror en Occidente, es decir en los países miembro de la NATO, y para chantajear a las sociedades occidentales con reivindicaciones, insisto en ello, que las elites gobernantes ocultan a la opinión pública. ¿Por qué se ha producido? ¿Qué ha fallado? En mi opinión hay tres elementos que han favorecido que se produjera un incidente de este tipo. Primera, el terrorismo islamista ha incrementado su poder y capacidad de actuación en sociedades occidentales, y en este caso en Francia,  gracias a sus vínculos con organizaciones del crimen organizado internacional y al apoyo con que cuentan de sectores de las elites dirigentes occidentales. Dos, ha fallado de forma clara la prevención, las redes de inteligencia y captación de información, y también el despliegue policial a la hora de elegir zonas de riesgo de atentados terroristas, curiosamente el ataque armado se produce sin que ningún policía se encuentre de servicio en la zona e intervenga. Cuatro, ha fallado de forma clara la disuasión, no solo francesa sino de la NATO. La falta de disuasión es debida a numerosas causas, una la decadencia de Occidente, otra  es que desde que se produjo el atentado contra el  semanario Charlie Hebdo, ni el Gobierno francés ni la NATO han adoptado ninguna medida disuasoria importante y eficaz para evitar el terrorismo islamista.

Lo ocurrido ayer en Paris, es una consecuencia directa de lo que lo que Moisés Naïm denomina la degradación del poder en su libro “El fin del Poder. En Occidente se ha producido una degradación del poder, surgiendo micropoderes políticos, muchos de ellos financiados por ricas familias islamistas o de la órbita del comunismo internacional, micropoderes que no comparten los valores que en Occidente, es decir NATO,  han imperado desde la IIGM hasta ahora, valores como el de querer vivir en un espacio de libertad, justicia, y seguridad, valores como el de  la defensa de los derechos humanos. Estos micropoderes, que no son otra cosa que sectores de las actuales élites dirigentes, impiden que se adopten las necesarias medidas preventivas, disuasorias y de castigo para evitar atentados de grupos islamistas en las retaguardias de países occidentales. Curiosamente ayer, Moisés Naïn, escribía en el periódico El País un artículo titulado “El incendio de las banlieues” sobre la situación de ciudadanos de origen musulmán que viven en suburbios de Francia. Contenido que no comparto, pues en dicho artículo el autor  casi justificaba las acciones violentas realizadas en Francia en Octubre del 2005 por grupos sociales de origen musulmán, atribuía su comportamiento violento a su discriminación y falta de integración en la sociedad francesa. El tema es complejo, pero es evidente que en Francia hay sectores sociales de religión musulmana que no desean integrarse sino cambiar Francia, y hacerse con zonas de su territorio expulsando a los cristianos que tradicionalmente vivían en ellas. Por ejemplo, teniendo en cuenta las fechas en que estamos,  impidiendo que los niños cristianos puedan celebrar actos en  sus colegios relacionados con la Navidad. Buscar en la falta de integración, o en la discriminación justificación para el comportamiento de grupos terroristas islamistas, o incluso únicamente para acciones violentas de otro tipo,  es además de una falacia, una completa aberración. Grupos islamistas recurren a la violencia en territorios de países occidentales únicamente para intentar atemorizar e intentar  someter y chantajear a grupos cristianos. Parafraseando a  Naïn, el poder se ha degradado, anulando la acción colectiva, da la impresión de que no hay nadie al mando, y tal vez sea verdad. Tal vez sea verdad que no hay nadie al mando, pues si alguien estuviera al mando sería impensable que indefensos ciudadanos cristianos sean asesinados sin razón alguna por un enemigo exterior sin que se produzca ninguna reacción proporcional, de castigo y disuasoria.

El islamismo no cesa de crecer dentro del Mundo cristiano, incrementando su poder gracias a la  influencia que ejercen sobre avariciosos sectores de las elites dirigentes occidentales. Tres claros ejemplos de ese incremento de poder. Uno,  Palestina ha logrado entrar en el 2011 en la UNESCO, sin todavía ser un Estado. Dos, el pacto nuclear logrado entre Irán y las principales potencias occidentales. Tres, crisis de los inmigrantes sirios. La UE permite y favorece que  inmigrantes del mundo islámico invadan, de forma masiva,  los territorios de países miembros, generándose no solo una crisis humanitaria, que tendrá que ser pagada con recursos de todos los ciudadanos europeos, sino graves problemas de seguridad. El islamismo no cesa de crecer en el Mundo cristiano y ello favorece que los grupos terroristas islamistas tenga cada día más capacidad para realizar ataques armados contra ciudadanos civiles como el que la pasada noche tuvo lugar en Paris. En mi opinión, de simple humilde ciudadano europeo,  el mensaje debe ser claro: “Por cada uno de los nuestros que caiga, caerán muchos de los vuestros”. 


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