La
resolución 2249 del Consejo de Seguridad
de la ONU, refiriéndose al EI, entre otras cosas dice “por su
reclutamiento y adiestramiento de combatientes terroristas extranjeros cuya
amenaza afecta a todas las regiones y Estados Miembros, incluso a los que están
alejados de las zonas de conflicto, el Estado Islámico en el Iraq y el Levante
(EIIL, también conocido como Daesh) constituye una amenaza mundial sin
precedentes para la paz y la seguridad internacionales”. Está claro que con
dicha afirmación se está sobrevalorando el poder y las capacidades del Estado Islámico. Y también intentando
simplificar el problema del denominado terrorismo islámico, buscando responsabilizar
únicamente de el al EI. Es evidente que a nivel mundial, medios de comunicación, expertos y políticos están
difundiendo muchas mentiras acerca del terrorismo islámico y lo que se conoce
como el Estado Islámico (EI), ignorando que “Por mucho que se repita, difunda y alimente
una mentira esta no deja de serlo”. Si uno lee lo que hay publicado
sobre el Estado Islámico, comprueba, dos cosas. Primera, que hay muchas contradicciones,
por ejemplo sobre cosas como: quien y como se creó, quien lo lidera, como se financia, de que
medios militares dispone, cuáles son sus objetivos, etc. Segunda, que no tiene ni capacidad de liderazgo, ni poder, ni medios para dirigir el
yihadismo, el terrorismo islámico, a nivel mundial.
Sobre el terrorismo islamista
se están difundiendo muchas y claras mentiras. Unos reivindican acciones
terroristas para las que no tienen capacidades para realizar. A otros les
interesa crear un enemigo global, por ejemplo para que la desacreditada ONU
pueda recuperar el prestigio y liderazgo perdido en las últimas décadas. A otros les
interesa que haya un chivo expiatorio, poco definido, al que responsabilizar de
futuros atentados terroristas. Y por último están los que defienden que los
atentados del terrorismo islamista en países occidentales, como por ejemplo el
del 13-N en Paris, se debe a la falta de
integración de colectivos de ciudadanos de religión musulmana, es decir, están transmitiendo
el mensaje de que por ejemplo ciudadanos de nacionalidad belga, y origen marroquí,
deciden atentar en Paris porque no se sienten integrados en Bélgica, un auténtico
absurdo, carente de toda lógica.
En España después del ataque
armado del terrorismo islamista contra el semanario Charlie Hebdo, en París,
los dos principales partidos de dimensión nacional, PP y PSOE, firmaron el dos de Febrero un pacto anityihadista, de ocho puntos, cuyo contenido
es mas de carácter simbólico que practico, pues únicamente representa la aceptación
de la aplicación de las leyes en la lucha contra el terrorismo islamista. A
dicho pacto le dieron su apoyo en Marzo en el Congreso los partidos
minoritarios UPN, CC y Foro Asturias. Recientemente, después del 13-N, también se
han sumado a dicho pacto Ciudadanos,
UPyD, Unió, y PAR, organizando con tal fin el Gobierno una extraña reunión, y
digo extraña porque el Gobierno permitió que se sentara a la mesa como
observador un partido que no se sumaba al pacto antiyihadista, Podemos.
Quedando fuera del pacto por ahora dos partidos históricos y representativos de
la vida política española, PNV y CDC, y también ERC.
Si en una reunión importante tu jefe te manda a por café, lo más probable
es que vayan a hablar de ti, o dicho de otra forma, en política o estas sentado
a la mesa o eres lo está sobre la mesa. ¿Es por ello que Podemos se ha sentado
a la mesa como observador?, ¿Qué es lo
que está sobre la mesa? Si partimos de
que es cierta la premisa “El 13-M fue un
caso de terrorismo de Estado”, premisa defendida como cierta por numerosos analistas, y seguramente
conocida por los servicios secretos de importantes países occidentales, surge
la duda de ¿Para que el Gobierno y demás fuerzas políticas firman el pacto
antiyihadista? ¿Solo para combatir el
terrorismo islámico o también para que
no haya más terrorismo de Estado? ¿Par que? ¿Qué está sobre la mesa del pacto
antiyihadista? No los sé, pero muchos hechos dan a entender que en España se está
creando un falso ambiente de riesgo de atentados del terrorismo islamista para
encubrir posibles acciones de terrorismo de Estado.
Los posicionamientos en política
exterior de una país determina sus relaciones internacionales, y estas afectan a sus intereses en el exterior y a su
economía. Por ello, en mi opinión, en vísperas
de elecciones, es importante que las principales fuerzas políticas den a
conocer cuál es su posición sobre cosas como el conflicto de Siria, el EI , el
terrorismo islamista, etc., para que así
los ciudadanos puedan acudir a las urnas conscientes de a favor de que están votando,
de tal forma que luego una minoría no pueda tergiversar su voto, por ejemplo,
diciendo que la opinión mayoritaria en la sociedad española es contraria a la
que defiende el partido que gobierna, únicamente porque unas personas que
gritan mucho decidan manifestarse en contra. Podemos ya ha dejado clara cuál es
su posición, no sumándose al pacto antiyihadista, y si por el contrario sumándose
al manifiesto emitido después de la manifestación que tuvo lugar ayer en Madrid bajo el eslogan de “No a la guerra”,
manifiesto que decía textualmente "Desde
el convencimiento de que en estos momentos la ciudadanía no solo no puede
esconderse, sino que debe ser protagonista y liderar la respuesta contra el
terror, nos convocamos este sábado 28 de noviembre para mostrar nuestra repulsa
a los ataques terroristas de París y Líbano, nuestra repulsa a los bombardeos contra la población civil
siria, nuestra repulsa a recortes democráticos como ineficaces garantías de
seguridad y nuestra repulsa a la política exterior belicista iniciada por Bush,
Blair y Aznar".
El
7 de Diciembre de 1941 el Imperio de Japón ordeno un ataque miliar, sin previa declaración
de guerra, contra los Estados Unidos de América, causando 2249 muertos, y más
de mil heridos. Como consecuencia Japón entro en guerra con Estados Unidos, siendo
derrotado e invadido por los Estados Unidos el 15 de Agosto de 1945. No solo
eso, sino que Japón pasaría a la historia por ser el primer país, y por ahora el único, en ser atacado con
bombas atómicas, al realizar el Ejército de EEUU bombardeos atómicos sobre las
ciudades de Hiroshima y Nagasaki. Recuerdo esto ahora, porque es importante que
el Gobierno de España no olvide que la historia da a conocer que las reacciones a ataques no son siempre ni las
esperadas ni proporcionales.
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