Solo han pasado 4 días desde
el ataque armado realizado en Paris por miembros de lo que se conoce como el
terrorismo islamista, causando 129 muertos, confirmados, y más de 200 heridos,
pero han sido suficientes para que algunos medios de comunicación occidentales
hayan comenzado ya a emitir reportajes, videos e imágenes destinadas a
engrandecer a los ejecutores e incrementar el efecto de los atentados, es decir,
incrementar la generación de terror. El
periodismo occidental, como todo lo de Occidente hoy, también está en
decadencia, lo que hace que medios de comunicación busquen la obtención de
beneficios con cosas como producción basura, infoentretenimiento e incluso
haciendo propaganda para engrandecer al enemigo. El actual periodismo occidental
es decadente y carroñero, siendo frecuente que se difundan informaciones sin
contrastar, falsas, o claras mentiras destinadas a manipular a la opinión pública.
En mi opinión, los gobiernos occidentales no deberían de dejar que el
periodismo carroñero haga propaganda para engrandecer al enemigo, el terrorismo islamista.
Los gobiernos occidentales no
deberían de dejar que el periodismo carroñero haga propaganda para engrandecer
al enemigo, el terrorismo islamista, pero
poco podemos esperar de los actuales mandatarios occidentales si han aceptado
una declaración del G-20 que en el punto cuarto dice: “Reafirmamos que el
terrorismo no puede y no debe estar asociado con ninguna religión, nacionalidad,
civilización o grupo étnico”. ¿Son marcianos? No hombre, los terroristas tienen
ideología, religión, nacionalidad, y pertenecen a una determinada civilización
y grupo étnico, y ello se debe de tener en cuenta a la hora de tratar y
combatir el tema del terrorismo islamista que realiza ataques armados contra población
civil, en las retaguardias de países occidentales.
Sin conocer los informes
secretos que maneja el Gobierno francés sobre lo ocurrido el 13-N en París, hay
ya algunas cosas claras. Primero, en contra de lo que difunden y sostienen
algunos medios de comunicación carroñeros,
el ataque armado fue realizado por un grupo que tiene bajo nivel de
adiestramiento y poca organización. Hay muchos indicios que así lo dan a
entender. Uno, dos terroristas hicieron explotar sus cargas sin causar bajas.
Dos, para desplazarse utilizaron coches alquilados, dejando numerosas pistas,
cuando en estos casos lo normal es que se roben coches. Cualquier soldado de un
Ejército regular occidental, después del periodo más simple de instrucción, está
preparado para hacer una acción de este tipo, por ejemplo, entrar subido a un
vehículo y armado con un fusil en un barrio de población musulmana, y comenzar
a disparar contra indefensos ciudadanos, civiles, desarmados. Quiero con ello decir que el
terrorismo actúa no por sus capacidades, nivel de organización, medios y adiestramiento, sino porque falla el Estado.
El ataque armado de Paris se
ha producido principalmente porque ha fallado el Estado. Ha fallado el
contraterrorismo, y ha fallado la disuasión. Los terroristas actúan
evidentemente porque no temen las consecuencias, consecuencias que por ejemplo
se puedan producir contra la comunidad musulmana. Ha fallado el
contraterrorismo, y especialmente la inteligencia. El Gobierno francés no tenía
ni tiene identificadas las amenazas. Las
actuaciones policiales que se han producido desde el 13-N han sido
irrelevantes, sin frutos, o han estado motivadas por indicios que han dejado
los terroristas. Y ha fallado la disuasión. Disuadir significa estar en
posesión de la fuerza, policial y militar, y estar dispuesto a utilizarla. El
terrorismo islamista actúa porque cree que Francia no utilizara la fuerza
contra la comunidad musulmana, sino la propia comunidad adoptaría medidas para
que los grupos terroristas no pudieran actuar. El terrorismo islamista logra
actuar en países occidentales no por su nivel de organización y nivel de
adiestramiento sino por los niveles de complicidad y apoyo que tiene de
sectores de las elites dirigentes occidentales.
Es ya indiscutible que Europa está en decadencia, sin que se adopten
medidas para evitarlo, aun más, hay ya sectores de las elites políticas
europeas que consideran que la decadencia es inevitable, que la UE debe ir
pareciéndose cada día mas a otras regiones del mundo incrementándose la
pobreza, incrementándose la desigualdad, disminuyendo la calidad de vida de los
ciudadanos, reduciéndose el Estado de Bienestar, e incrementándose la
inseguridad. Incrementándose la inseguridad, es decir, consideran que es inevitable que los
europeos tengamos que vivir en una atmósfera de inseguridad, terror y miedo
generado por el terrorismo islamista, como ocurre ya en Siria, Irak, Palestina,
etc.
Hasta ahora, siempre que se ha
producido un atentado terrorista en Francia, la reacción ha sido únicamente de puesta
en escena. La propia declaración del Estado de emergencia no ha representado más
que una puesta en escena, más soldados patrullando pero sin que se produzcan
acciones policiales y militares importantes en territorio francés. Ayer, ante
la Asamblea Nacional, el presidente F. Hollande ha dicho “Francia está en
Guerra”, con una declaración así Francia ya no puede quedar callada, tendrá que
identificar al enemigo, definirlo, y atacarlo. En mi modesta opinión, como
ciudadano europea, creo que el Gobierno francés debería solicitar que se active
de forma inmediata el artículo 5 del Tratado de Washington, pues un ataque
exterior contra Francia debe ser considerado un ataque dirigido contra toda la
NATO. Aun así, aceptando que hay un enemigo exterior, lo urgente e importante
no es actuar en el exterior, por ejemplo para derrotar el EI, sino eliminar las
amenazas que hay dentro de los estados aliados, miembros de la NATO, es decir,
antes de atacar allí hay que garantizar la seguridad aquí, hay que actuar aquí,
en la retaguardia, impidiendo que grupos
terroristas islamistas puedan atacar a la población civil, como ocurrió
recientemente en París.
Por ultimo decir, que creo que
va a haber un antes y un después del 13-N, al igual que ocurrió con el 11-S.
Francia está en guerra, Francia tendrá que hablar, tendrá que adoptar
decisiones, deberá ordenar actuaciones
militares y policiales y cambiar su
política migratoria. El peso de Francia en la UE es lo suficientemente
significativo para que un cambio en su
política nacional afecte a toda la UE. No solo eso, es de esperar que el 13-N
también provoque, a corto o largo plazo, consecuencias negativas sobre la economía,
tanto francesa, como de la UE, ocurrió
en EEUU después del 11-S, es de prever que ocurra también lo mismo aquí, en la
vieja Europa.
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