viernes, 26 de enero de 2018

EL CONSEJO DE ESTADO APOYA QUE PUIGDEMONT PUEDA SER INVESTIDO PRESIDENTE: ¿POR QUÉ?

El Senado, uno de los órganos  constitucionales que representa al pueblo español, formando parte de las Cortes Generales, a petición del Gobierno de España, aplico el artículo 155 de la Constitución para, dicho de una forma resumida y coloquial, echar al presidente democráticamente elegido de Cataluña, Carles Puigdemont, porque este había realizado una Declaración Unilateral de Independencia, disolver el Parlament que le apoyaba, tomar el control de las instituciones autonómicas catalanas y convocar elecciones. El pasado 21 de Diciembre hubo elecciones autonómicas en Cataluña, y en función de sus resultados se ha constituido un nuevo Parlament. En el cual vuelven a tener mayoría los denominados independentistas. Los cuales quieren volver a investir presidente al destituido Carles Puigdemont. El actual president del Parlament, Roger Torrent ha propuesto de forma oficial a Puigdemont, el cual ha fijado su residencia en Bélgica por temor a ser detenido,  como candidato para que tras el debate correspondiente, el Parlament proceda a votar su investidura.

No hace falta haber aprobado una oposición a juez, ni siquiera ser experto en  derecho, para deducir, que el actual  Parlament de Cataluña no puede investir presidente a quien ha provocado la aplicación del 155. Así lo entiende el Gobierno de España, el cual ha decidido impugnar ante el Tribunal Constitucional la candidatura a la investidura de Carles Puigdemont, el cual, insisto,  a pesar de dedicarse a hacer propaganda besando la bandera de España en Copenhague, se encuentra fugado de la justicia española. La decisión del Gobierno de España, es, sin duda, inteligente, lógica,  y democrática. Pues que Puigdemont sea investido presidente de forma ilegal y luego otra vez destituido no va a suponer ningún beneficio ni para Cataluña ni para España. Curiosamente, no lo piensa así el Consejo de Estado, órgano consultivo del Gobierno de España, que a pesar de que tiene su origen en la época de los Reyes Católicos, en 1980, el Gobierno de la disuelta UCD, cuyo presidente era Adolfo Suarez, el cual, como consecuencia del asunto  del 23-F seria  relevado por un miembro del Opus Dei, Calvo Sotelo,   decidió volverlo  a crear. La decisión del presidente Rajoy de impugnar la candidatura de Puigdemont ha sido muy acertada pues si este  logra entrar en el Parlament, y ser investido presidente, algo no imposible, pues seguramente dispongan de varias formas para entrar y salir sin ser vistos,  los cimientos de la joven democracia española, como mínimo, temblaran.


Curiosamente, pero también lógicamente, pues el actual Consejo de Estado está formado, entre otros, por personajes  que han tenido poder en el pasado político  de España, y por tanto, que  de una forma u otra han contribuido a provocar la actual crisis catalana. El presidente del Consejo de Estado es  Romay Beccaría, miembro del Opus Dei, un político de la época de Fraga Iribarne, ministro de Sanidad con el expresidente  Aznar, y por tanto, perteneciente al sector del PP que hablaba catalán en la intimidad y compartía mesa, y otras cosas,  con la familia del expresidente Pujol. El Consejo de Estado, dicho coloquialmente, más que pringados en este asunto, y por tanto, intentando retrasar la actuacion del Gobierno busca de forma clara dar un  sutil apoyo, un respiro, a aquellos que lideran el proceso independentista, en concreto a Puigdemont y su actual partido Junts per Catalunya. Siempre que se analiza la evolución del proceso independentista es imposible evitar llegar a la misma conclusión: La burguesía catalana, representada por Junts per Cataluña, partido liderado en la actualidad por Carles Puigdemont, está impulsando el proceso independentista contando con importantes apoyos desde las instituciones del Estado, en concreto de sectores monárquicos. 

No hay comentarios: