Que los políticos sean personas con poder en la sociedad
no es algo malo, ni especial de España, pasa en todas las democracias. El
problema es que España es una Partidocracia. Desde el 78 los partidos políticos
españoles se han ido haciendo con el control de casi todo, de tal forma que en
la actualidad ejercen poder sobre casi todos los ámbitos de la sociedad
española, incluido sobre el Poder Judicial, privándolo para asuntos importantes
de independencia e imparcialidad, anulando así, la conocida y necesaria en toda
democracia, separación de poderes.
Podemos y Bárcenas son dos claros ejemplos de cómo las
elites dirigentes ejercen poder en la sociedad española. En un caso, el de
Podemos, para realizar una operación de manipulación política de la sociedad
española con la que impulsar el liderazgo de su secretario general Pablo
Iglesias, y justificar el rápido crecimiento de esa fuerza política. En el
otro, para ejercer poder sobre el Poder Judicial con el fin de retrasar que la
causa Gürtel sea juzgada y lograr que mientras tanto los principales acusados,
entre los que se encuentra el tesorero del PP, Luis Bárcenas, estén en
libertad.
Sin lugar a dudas Podemos es un extraño hibrido político,
formado por residuos del comunismo español y financiado por el comunismo
internacional, incluido Irán, a través de corruptos y avariciosos sectores de
la elites dirigentes españolas, en concreto de la derecha española afín al
Partido Popular. Sus dirigentes intentan
ganar poder en la sociedad ocultando su ideología, diciendo cosas como que la
ideología no importa, y renunciando a ideas defendidas en un principio, cuando
se presentaron a las Elecciones Europeas, afirmando que lo único que importa es
que ellos puedan llegar a gobernar porque van a dar mayor participación a los
ciudadanos en las decisiones políticas. Evidentemente, los dirigentes de
Podemos son maestros del engaño, maestros de la manipulación política. Si algo
ha hecho el comunismo allí donde ha gobernado es reducir la actividad política
a una pequeña elite que pertenecía al partido que gobernaba, siendo reprimida e
ignorada la opinión del resto de los ciudadanos.
Debo de reconocer mi ignorancia en temas políticos, pues
creía que partidos de ideología como Izquierda Anticapitalista, se habían
disuelto a partir de la caída del Muro de Berlín, 1989, al hacerse público la situación de las
economías de países que habían estado
gobernados por el comunismo. Pero según parece no fue así, recientemente me he
enterado de que algunos miembros fundadores de Podemos lo eran también de un
partido español llamado Izquierda Anticapitalista. Se suele decir que la
política puede dar lugar a extraños compañeros de cama, como en este caso, en
el que sectores de la derecha burguesa española apoyan a políticos con una
ideología completamente antagónica, como es la de los miembros de Podemos e Izquierda Anticapitalista.
Los dirigentes de Podemos, en concreto su secretario
general, Pablo Iglesias, comenzaron
defendiendo unas ideas retrogradas, comunistas, minoritarias en la UE, algunas
de ellas únicamente propias de la izquierda latinoamericana. Ideas, unas
equivocadas, por ya haber sido aplicadas
en el pasado con nefastos resultados, otros utópicas, inviables, como la de dejar
de pagar la deuda exterior. Y otras
descabelladas, como la de proponer abrir un proceso constituyente para
sustituir la Constitución de 1978 por otra nueva. En la sociedad española ningún
sector político, ni social, etc., tiene hoy
el suficiente poder o consenso para llevar a buen puerto un proceso constituyente,
Pablo Iglesias, lógicamente, lo sabe, entonces
¿Para qué quiere convocarlo?
Sin lugar a dudas la sociedad española está sufriendo un
proceso de manipulación política, pues no tiene ninguna lógica, ni
racionalidad, que a un partido político que todavía carece de programa político
las encuestas le den una intención de voto muy alta, entre las tres primeras
fuerzas políticas del país, para más inri sin tener por ahora suficientes
dirigentes, cuadros, para recoger dicha intención de voto. Sectores de las
elites dirigentes españolas, como ya he dicho, de la derecha española, afines
al PP, aunque no solo, han creado el partido político Podemos con la intención de
que pueda llegar a Gobernar en España. Para permitir y favorecer que Podemos
crezca otras fuerzas políticas españolas están cediendo de forma clara espacio político
a Podemos, es decir, votos, a través de
su influencia en la sociedad.
Recientemente, dirigentes del PSOE, el expresidente Rodríguez
Zapatero y el exministro de Defensa, José Bono, entre otros, mantuvieron una reunión
con el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, quien acudió acompañado
del también dirigente de su partido, Iñigo Errejón. Si hubieran querido
mantener dicha reunión en secreto en vez de reunirse en una casa de José Bono,
lo hubieran hecho en un sitio mucho más discreto, por ejemplo, coincidiendo en
una gasolinera. Es evidente, que tenían previsto hacer publica dicha reunión,
¿Con que fin se reunieron? Lo desconozco, pero todo indica que se está
preparando el terreno para un pacto entre el PSOE y Podemos, a pesar de que
Podemos está creciendo con la ayuda de
sectores afines al PP. Increíble, insólito, algo que solo puede estar pasando en
un país como España, la cuestión es ¿Para qué? ¿Para qué sectores de las elites
dirigentes españolas quieren que gobierne Podemos? No lo sé. Lo que si tengo
claro es que cuando más crezca Podemos más difícil será para los trabajadores
españoles poder mantener su empleo o encontrar uno aquellos que no lo tienen.
Las cosas no ocurren porque sí, todo tiene una causa, un móvil,
incluso las decisiones políticas, las decisiones de los gobernantes. Por ello
los delitos económicos son más importantes de lo que en principio pueden
parecer, pues en muchas ocasiones detrás de ellos se esconde la explicación, la
causa, de que en la sociedad española se produzcan abusos, violaciones de los
derechos humanos, detenciones ilegales, etc., ordenadas desde los poderes del
Estado.
Volvamos pues a Bárcenas y la causa Gürtel. La causa
Gürtel se abre en Febrero del 2009. En junio del 2013 el tesorero del Partido
Popular, Luis Bárcenas, es detenido y el juez ordena su ingreso en prisión. Año
y medio después ha sido puesto en libertad provisional. Desde que se abrió la
causa Gürtel no se ha celebrado ningún juicio, la instrucción se ha ido dilatando
en el tiempo con investigaciones que iban dando a conocer nuevos delitos.
Recientemente, la Fiscalía Anticorrupción ha dado por concluida la investigación de
la parte principal de la causa Gürtel,
pidiendo enormes condenas para los principales imputados: Francisco Correa 125
años, Pablo Crespo 83 años, Bárcenas 42 años. Que personas para las que la fiscalía
pide condenas tan elevadas, Bárcenas y demás cabecillas de la trama Gürtel, estén
tanto tiempo sin juzgar y en libertad no
tiene explicación posible, y representa una completa injusticia, pues da a
entender que no todos los ciudadanos somos iguales ante la ley. La justicia
española cuando se producen este tipo de causas, que afectan a personas con
poder en la sociedad, tiende a alargar la instrucción lo máximo posible, muchas
veces de forma innecesaria e ilógica al haber ya delitos probados, para retrasar así
la realización del juicio, todo ello
debido a su falta de independencia e imparcialidad.
Ayer, el expresidente Aznar, en el discurso inaugural de
la Convención Nacional de su partido, el PP, que está celebrando estos días, le pregunto a los asistentes ¿Dónde está el
PP? Al principio creí que estaba filosofando, pero luego pensé que pregunta más
inteligente y acertada, pues es evidente que hay sectores del Partido Popular que están apoyando a
Podemos y a Bárcenas.
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