domingo, 19 de julio de 2015

“AGREEMENT” ¿PARA QUE?

La Real Academia de la Lengua  Española define geopolítica como la ciencia que pretende fundar la política nacional e internacional en el estudio sistemático de los factores geográficos, económicos, nacionales, culturales y religiosos. Otra definición de geopolítica que me gusta más es la de “La geopolítica es una ciencia que se ocupa del estudio de la causalidad espacial de sucesos políticos y de los próximos o futuros efectos de los mismos. Para mí, la geopolítica ayuda a entender las decisiones políticas tomadas por actores nacionales en función de las causas y consecuencias internacionales. En el pasado, el estudio, el análisis e incluso el simple conocimiento de las decisiones adoptadas en el ámbito de la geopolítica estaban limitados a un reducido número de personas, gobernantes, personas  relacionadas con ministerios como el de Exteriores y Defensa, o periodistas y analistas con capacidad para ejercer su trabajo fuera de sus fronteras. En el mejor de los casos, dichas decisiones, geopolíticas, eran conocidas por la sociedad a toro pasado, de forma histórica, cuando las sociedades incluso democráticas ya no podían ejercer ninguna acción sobre las mismas. En la era digital el conocimiento de la geopolítica también ha cambiado. La globalización económica, el uso masivo de Internet, un mayor control social y de los medios de comunicación sobre la gestión política, y una mayor transparencia política, han hecho que la geopolítica se haya popularizado en nuestra época, es decir, hoy cualquier persona puede acceder a información para poder informarse, hablar y opinar sobre temas geopolíticos actuales.  

Si desde una perspectiva geopolítica analizamos lo que está pasando hoy, mirando hacia arriba, fijándonos únicamente en las grandes decisiones políticas, constatamos que en Occidente vivimos una época que se caracteriza porque nuestros gobernantes  suelen buscar con sus decisiones crear un falso ambiente de normalidad, de éxito y de distensión. ¿Por qué? ¿Qué objetivos persiguen? ¿Únicamente desean aguantar en su cargo lo máximo posible sin tomar decisiones difíciles o desean también crear un ambiente favorable a algo? No lo sé, lo que está claro es que dicha moda geopolítica, que también condiciona la política nacional española, está conduciendo a que se tomen decisiones políticas que no resuelven importantes problemas, algo fácilmente constatable una vez que se valoran los resultados de decisiones adoptadas. Occidente está pasando una época en la que muchos de sus actuales gobernantes desean crear un falso ambiente de normalidad, éxito y distensión. Distensión con aquellos que de forma clara deben ser  definidos como el enemigo. Para ello, de forma sistemática se adoptan decisiones en función de dos tipos de políticas: Una, lograr acuerdos a cualquier precio, sin valorar sus consecuencias ni idoneidad. Dos, la conocida política de apaciguamiento, es decir, ceder ante las presiones del enemigo para satisfacerle, y retrasar así entrar en decisiones más complicadas. En las últimas semanas, no sé si de forma casual o premeditada, en dicha línea se han adoptado dos importantes decisiones de ámbito geopolítico: El denominado tercer rescate a Grecia y el acuerdo nuclear con la Republica Islamica de Irán.

Según informaciones echas públicas, en Junio del 2015 la UE, y en concreto los líderes de la Euro Zona, ante la nefasta situación de la economía griega, le hicieron al Gobierno griego una propuesta que consistía en un préstamo de hasta  15.500 millones de euros, condicionada a un plan de ajustes y reformas. El primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, no la acepto, y convoco un referéndum sobre dicha propuesta (5 de Julio). Al que el pueblo Griego voto, mayoritariamente, “no”. A pesar de que numerosos dirigentes de la UE dijeron que un no del pueblo griego supondría la salida de Grecia de la UE, las negociaciones entre el actual Gobierno griego y los 18 restantes  gobiernos de la Zona Euro continuaron. La Troyka, es decir, Consejo Europeo, FMI, y BCE, llegaron entonces a un nuevo acuerdo con el primer ministro Tsipras.

Los datos del  acuerdo para el tercer rescate a Grecia todavía no están claros. Lo llamativo es que muchos dirigentes europeos lo celebraron transmitiendo a los medios de comunicación el mensaje de “Agreement” ¿Qué acuerdo? Según dichos líderes no importaba, lo importante era haber alcanzado un acuerdo.  Un acuerdo que según parece costara a la UE entre  82.000 y 86.000 millones de euros,  préstamo condicionado  a la aceptación de un duro  plan de reformas y ajustes: Reducción de pensiones, subida del algunos tipos del IVA, privatizar el operador de redes de electricidad, creación de un fondo con sede en Luxemburgo con activos griegos para privatizar, por valor de 50.000 millones de euros, etc., etc., etc. Un acuerdo con aparentes duras condiciones que el primer ministro Tsipras no aceptaba antes del referéndum y ahora si acepta. Situación irracional e ilógica que abre una serie de incógnitas ¿Por qué Tsipras dice ahora si a lo que antes decía no? ¿Ha sido todo una pantomima, y ya estaba decidido el tercer rescate antes del referéndum? Entonces, ¿Para qué convoco el referéndum? Para decidir sobre que, quien lo conoce ¿Solo las elites políticas griegas, toda la sociedad? Es evidente que dentro del Eurogrupo hay ocultas negociaciones y ocultos intereses, y el deseo de crear un falso ambiente de normalidad, éxito y distensión. En mi opinión si  el tercer rescate se consolida supondrá un éxito del primer ministro Tsipras, un éxito del comunismo internacional frente a la UE, dando la impresión de que Tsipras acepta las nuevas condiciones del préstamo porque sabe que no las va a cumplir. Lo cual conduce a la pregunta de ¿Por qué la actual UE quiere hoy que se fortalezca en su interior su histórico y principal enemigo ideológico, el comunismo internacional, representado en Grecia por Syriza, y en España por Podemos?  

El triunfo de Syriza,  logrando ahora gobernar gracias al apoyo de otras fuerzas políticas griegas, entre otras cosas para aprobar el plan de reformas y ajustes que impone la UE, será también muy malo para España, pues contribuirá a fortalecer a Podemos, al crear en la UE un ambiente propicio a  que otras fuerzas, en concreto el PSOE, puedan formar un gobierno de coalición con Podemos. La desunión, real o aparente, no lo sé,  entre los diferentes grupos de ideología comunista que componen Syriza, puede llegar a provocar el anecdótico hecho de que las próximas elecciones generales en España coincidan con unas nuevas elecciones en Grecia.

¿Irán? El acuerdo nuclear con Irán dicen que representa el triunfo de la diplomacia, tal vez, aunque más bien parece otro claro ejemplo del deseo de muchos gobernantes de  Occidente de crear un falso ambiente de éxito y distensión. ¿Qué es mejor un mal acuerdo o un no acuerdo? Es un dilema que se da a veces en las negociaciones, y cuya elección depende únicamente de la personalidad de negociador. Pero en este caso un mal acuerdo es de forma clara la peor elección, cito tres razones. Primera, según los expertos Irán desea desarrollar su industria nuclear principalmente con fines militares. Segunda, no hay confianza. El presidente Obama ha dicho que no hay confianza en Irán, lo que quiere decir que Irán no tiene nada que perder con la ruptura del acuerdo, y por tanto si la verificación fracasa, el mundo se puede despertar un día con el anuncio de que los ayatolas tienen armas nucleares. Tercera, el acuerdo entre el Gobierno de Irán y los miembros con derecho a veto del Consejo de Seguridad,  incrementara el poder de Irán, independientemente de que decida o no fabricar armas nucleares, y no parece muy inteligente que la comunidad internacional permita que un país cuyo líder supremo, Ali Jamenei, es jaleado con frases como ¡Muerte a América! ¡Muerte a Israel! se haga militarmente más fuerte, algo que como mínimo aumentara los conflictos armados en la zona.

El Premio Nobel de la PAZ, Barack Obama, durante los casi 7 años que lleva gobernando los EEUU, no ha tenido un solo éxito en su política exterior. Todas las decisiones que ha tomado han contribuido a generar inseguridad e inestabilidad en la esfera internacional, han contribuido a generar nuevos conflictos y, o intensificar los que ya había. Es evidente que Obama es partidario de mantener una política de apaciguamiento con países que recurren a la amenaza para influir en la política internacional. En mi opinión acierta el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, cuando califica el acuerdo de error histórico mundial. Si el acuerdo con Irán es aprobado por el Congreso de los Estados Unidos, todo hace pensar que dicho acuerdo será histórico, pasara a la historia por las negativas  consecuencias que provocara.

Respecto al acuerdo con Irán, y ya desde una perspectiva puramente europea, hay dos hechos que me han llamado la atención y que me parecen relevantes. Primero, la irrelevancia de la UE en las negociaciones. La UE no tiene una política exterior común, y menos todavía una política de defensa común fuera de la NATO, ello ha provocado que la responsable de la política exterior de la UE, Federica Mogherini,  participara en las negociaciones como secretaria coordinadora, eso sí, cerrado el acuerdo se ha apresurado en transmitir el mensaje de “Agreement”, otra vez lo importante no ha sido el contenido del acuerdo sino que haya acuerdo. Segundo, el Gobierno de Rajoy, del PP,  se ha apresurado en enviar a Irán al ministro de Asuntos Exteriores, Garcia-Margallo, para negociar no sabemos que en un contexto internacional de abundancia de petróleo y bajos precios, algo insólito, teniendo en cuenta que Irán está contribuyendo a que el comunismo internacional incremente su poder en España a través de la financiación del nuevo partido político Podemos. La geopolítica lo relaciona todo buscando causas y efectos  y acaba  también dando una explicación para todo. El arabismo que imperaba en España en los primeros años de la transición, del que era partidario el expresidente Suarez, sigue hoy teniendo mucha influencia en España, tanto como para que un partido político de ideología comunista como Podemos, financiado por Irán, tenga un fuerte apoyo mediático de medios de comunicación afines a la derecha burguesa española.

En Occidente  vivimos  una época que se caracteriza porque muchos  gobernantes  quieren crear  con sus decisiones un falso ambiente de normalidad, de éxito y de distensión, lográndolo mediante acuerdos a cualquier precio y mediante una política de apaciguamiento. ¿Con que fin?, no lo sé, pero tal vez sectores de la comunidad internacional buscan crear una ambiente de debilidad de Occidente  como el de principio de siglo, y que acabo en incidentes como el del 11S,  para de esa forma dar animo a quienes desean atacar a las pacificas sociedades occidentales. Tal vez, con el acuerdo nuclear Obama le esté  regalando al Gobierno de Irán una baraja nueva, que todavía no sabemos quién decidirá abrir.


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