La naturaleza es en numerosos aspectos tan perfecta que
resulta difícil pensar que pueda ser únicamente
fruto de un proceso de evolución, con la economía española ocurre algo
parecido, resulta muy difícil pensar que los problemas que padece se deben a
errores y, o a elementos circunstanciales de nuestra época, como puede ser la
crisis financiero-económica mundial del 2008, entre otras cosas, porque en la
gran mayoría de los casos de dichos problemas se han beneficiado siempre los mismos, concretos sectores de la sociedad
española. Dos claros ejemplos: Uno, lo ocurrido con las Autopistas radiales
(Madrid, Alicante), las cuales tendrán que ser nacionalizadas por el Estado,
con un coste todavía por establecer, pero ya se habla de en torno a 5.5000
millones de euros. Dos, lo ocurrido con el deposito Castor de gas natural, el
cual el Gobierno ha tenido que cerrar debido a que producía seísmos, teniendo
que indemnizar a la compañía constructora con 1305,7 millones de euros, importe
que será pagado por los consumidores de gas natural. Ambos casos conducen a
preguntarse ¿Es posible tanta incompetencia política? En mi opinión, no.
Ambos casos, la nacionalización de las radiales y el cierre
del depósito Castor, representan socialización de pérdidas y son verdaderos escándalos
políticos, pues su construcción se puede deber únicamente a una de dos
razones: La incompetencia de los que tomaron las decisiones o intereses espurios,
oscuros. La construcción de las autopistas radiales de Madrid y Alicante, fue
una decisión del Gobierno del ex presidente Aznar. Para lograr financiación para
su construcción el Gobierno de Aznar garantizo a los inversores su nacionalización
si estas entraban en perdidas, cosa que ha ocurrido, ya que se encuentran en
concurso de acreedores. La razón de que entraran en concurso de acreedores son
principalmente dos. Primera, bajo volumen de tráfico. Por error, o
intencionadamente los proyectos de las
radiales se habían basado en unos volúmenes de tráfico irreales, imposible que
se produjeran. La Comisión Europea, en
muchos de sus informes ha afirmado que España tiene un exceso de
infraestructuras, entre otras cosas, un exceso de autopistas de peaje en áreas de
poco tráfico. Segunda, la obra ha tenido un elevado sobrecoste en su ejecución debido a que las empresas han tenido que pagar
elevadas indemnizaciones por las expropiaciones de los terrenos. Dos errores, de trazado, haciéndolas
pasar por unos terrenos que se sabía que su expropiación iba a tener un coste
demasiado elevado, y error en el cálculo del volumen de tráfico, que ahora tendrán
que pagar toda la sociedad española, con su nacionalización.
El asunto de la construcción del depósito Castor es igual
de escandaloso. Su construcción fue ordenada por el Gobierno del ex presidente Rodríguez
Zapatero sin realizarse los estudios pertinentes, en concreto, sin el necesario
estudio previo de riesgo sísmico. Todo ello a pesar de que el Observatorio del
Ebro alerto con anterioridad a su construcción de riesgo sísmico en la zona.
Para logar su construcción el Gobierno garantizo a la empresa constructora,
dicho de forma coloquial, que si algo iba
mal asumiría el coste del proyecto. Mediante una hábil operación financiera el
Gobierno de Rajoy ha logrado que la indemnización a la empresa constructora,
ACS, sea cargada por las empresas
comercializadores de gas natural a los consumidores.
Ambos escándalos son debidos a gobiernos de diferente
color, del PP y del PSOE, pero curiosamente en ambos participa una misma
empresa, ACS, que ha realizado dos proyectos sin asumir ningún riesgo y muy probablemente
obteniendo beneficios. ACS, es un empresa de Florentino Pérez, presidente del
Real Madrid, un personaje de la sociedad española tan poderoso como polémico,
con grandes intereses exteriores y fuertes vínculos con el mundo islámico. Recientemente,
Per Johanson, gestor del fondo de alto riesgo Bodeholm Capital, ha dicho que ACS tiene las cuentas sobredimensionadas,
irregularidades contables y numerosos proyectos problemáticos, lo que hace
presagiar que ACS todavía le puede costar más a la economía española, a través de
quitas, perdidas, de los bancos que soportan su elevada deuda, pues al final de
una forma u otra las pérdidas de los bancos siempre las acaban pagando el
conjunto de los ciudadanos, de una forma u otra, haya o no haya rescate del Gobierno.
La principal diferencia entre ambos casos, es que mientras
el asunto del depósito Castor se está investigando en el juzgado, para saber de
quien fue la responsabilidad de que se construyera sin los estudios sísmicos necesarios,
el asunto de las radiales no se está investigando. Todo tiene una razón de ser,
una causa, curiosamente incluso los errores. Por tanto, en mi modesta opinión se
debería investigar porque el Gobierno del ex presidente Aznar ordeno construir
dichas autopistas con un determinado trayecto, lo que representaba costosas
expropiaciones, y todo ello a pesar de que había razones objetivas para pensar que su
rentabilidad hacia el proyecto inviable. Todo ello puede parecer a la opinión publica
algo lejano, o simple realidad virtual, pero no lo es, es una realidad física que
lamentablemente supondrá un coste para todos los españoles, impidiendo que se
haya gastado en otras cosas, más rentables y necesarias, y contribuyendo a
reducir la calidad de vida de los ciudadanos, en concreto de los ciudadanos
pertenecientes a los sectores menos pudientes de la sociedad española.
Con el expresidente Aznar se produjeron importantes y
negativos cambios en la sociedad española, hubo una clara involución en la democracia
española. Durante su época, desde el Gobierno, se ordenaron numerosos abusos
judiciales y policiales, se ordenaron violaciones de los derechos humanos y
hubo terrorismo de Estado. En mi humilde
opinión, el Parlamento está tardando en pedir al Gobierno de Rajoy que haga pública
la lista de cargos públicos y ex cargos públicos que se acogieron a la
denominada ley de amnistía fiscal, pues casi todo tiene una explicación, casi
todo tiene una causa, y las decisiones de Aznar no tienen por qué ser una excepción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario