Hoy, día de la Fiesta
Nacional, como viene siendo tradición, ha tenido lugar en Madrid un desfile
militar en el que han participado diferentes unidades de las Fuerzas Armadas. El
desfile ha tenido lugar en el Paseo de la Castellana. La tribuna se ha colocado delante del Estadio
Santiago Bernabéu, en contra de lo que viene siendo habitual, no a las 3
sino a las 9 del sentido del desfile. El
desfile ha estado presidido por el rey Felipe VI, el cual ha acudido acompañado
de la reina Letizia y sus dos hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Al
acto han acudido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; otros miembros del
Gobierno y diferentes autoridades civiles y militares. También han asistido
dirigentes de los diferentes partidos; el actual líder del PP, Pablo Casado, el
presidente de Ciudadanos, Albert Rivera. No han asistido en cambio el líder de
Podemos, Pablo Iglesias, ni tampoco lo han hecho los presidentes autonómicos de
Cataluña, Euskadi, Navarra, y Baleares. Quim Torra (PDeCAT), Iñigo Urkullu
(PNV), Uxue Barkos ( Geroa Bai), han rechazado la invitación al acto, y Francina Armengol (PSOE), ha justificado su
ausencia por las inundaciones que han
tenido lugar en Mallorca. El desfile ha
sido presenciado por numeroso público; algunos sectores del cual han abucheado al presidente Sánchez, emitiendo gritos
de “fuera, fuera” y pidiendo la convocatoria de elecciones, lógicamente, no
eran votantes socialistas.
Este tipo de actos siempre se
realizan con el mismo fin, escenificar una demostración de poder, de poder
militar. Acto de demostración de poder militar cuyo desfile es aprovechado por
la Casa Real de Borbón, en la figura del Rey de España, Felipe VI, para ejercer
como mando supremo de las Fuerzas Armadas Españolas. Toda monarquía representa
un anacronismo en un Estado democrático, pues es incompatible que en una
sociedad en la que se ha acordado que los cargos públicos deben ser elegidos a través de
procesos electorales democráticos, el más alto cargo del Estado, la Jefatura
del Estado, sea otorgado de forma
hereditaria a una concreta familia, en el caso de España, a la familia Borbón. Lógicamente
que el rey Felipe VI ostente el mando supremo de las Fuerzas Armadas es una anomalía
democrática. Las Fuerzas Armadas representan la fuerza de un Estado, y en una Estado democrático estas deben estar para
servir al pueblo, que es quien las financia, y a las órdenes del Gobierno democráticamente
elegido, en este caso el presidente Sánchez, y no como ocurre en España, que están
a las órdenes y al servicio de una familia, la familia Borbón. Que el rey Felipe
VI ejerza el mando supremo de los Ejércitos, es una anomalía de tal nivel, que
dicho mando no se le reconoce en ningún foro internacional. Por ejemplo, Felipe
VI no tiene ni silla ni voz en la NATO.
Pero en la democracia española
no solo se dan anacronismos y anomalías, como a los que he hecho referencia,
sino también paradojas. Ayer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, firmo
un pacto de Gobierno con Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, partido
comunista que es la representación en
España del comunismo internacional dirigido desde Moscú. Ayer, Podemos voto
en el Parlamento de Cataluña a favor de una resolución de condena al discurso
emitido por el rey Felipe VI el 3 de Octubre de 2017, en la cual también se
abogaba por la abolición de la Monarquía. Hoy Pablo Iglesias no asistido al desfile
militar que se organizaba para celebrar el día de la Fiesta Nacional. Extraña
paradoja, Sánchez e Iglesias se consideran aliados para firmar un pacto de 50
hojas, y lo que no se conoce de su contenido, pero dicen defender valores
totalmente antagónicos. Podemos es un partido de ideología comunista
que ha crecido en el mapa político español gracias al apoyo de sectores afines
al PP, tradicionalmente votantes de
derecha española. Como por ejemplo, el grupo mediático Planeta, el cual tiene históricos
vínculos ideológicos y económicos tanto con la Iglesia Catolica española y con
sectores monárquicos españoles. Quiero con ello decir, que da la impresión de
que el pacto entre Sánchez e Iglesias sobrepasa al PSOE. Un amplio abanico de
las elites dirigentes españolas han aceptado y favorecido la paradoja de que
Podemos pueda condicionar las políticas del Gobierno de España aunque no
compartan sus valores. Extraña paradoja,
que acerca España a Moscú, permitiéndose que influya a través de Podemos sobre
las decisiones del Gobierno, a la vez que los dirigentes de ese partido haces
reivindicaciones políticas, de forma clara, contrarias a los intereses de las
elites dirigentes que lo han apoyado y apoyan. ¿Quién miente, los
dirigentes de Podemos o aquellos que con ideología e intereses opuestos les
apoyan? Extraña paradoja que lleva España
a entrar en el grupo de Estados europeos que hoy tienen un difícil encaje en la
NATO, debido a su extraño y poco claro acercamiento a Rusia.
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