lunes, 22 de julio de 2019

DEBATE DE INVESTIDURA: DESCONFIANZA, AMENAZAS Y PROPOSICIONES INDECENTES.


La XIII legislatura es distinta a todas las anteriores, por primera vez en la historia de la democracia en el Congreso de los Diputados hay cinco partidos políticos  de dimensión nacional, PSOE, PP, CS, Podemos, y Vox. Cinco partidos con cinco proyectos distintos para España; cinco partidos  que hoy han dejado claro en el debate de investidura a presidente del Gobierno que cada uno tiene una idea distinta de  donde desean situar a España.  El presidente en funciones, Pedro Sánchez, se ha presentado a la investidura sin contar con los suficientes apoyos para lograr ser investido, pidiendo la abstención de Ciudadanos y PP, apelando a la responsabilidad de Estado de sus líderes, Albert Rivera y Pablo Casado. El debate ha sido un poco surrealista; Sánchez, está negociando un gobierno de coalición con Unidas Podemos, pero ha dado la impresión de que no solo lo ve difícil sino que no es lo que más desea, y ha pedido de forma clara y publica la abstención de CS y PP. En el debate se ha hablado de muchos temas importantes, pero no de lo más urgente, como nombrar un nuevo presidente, como construir un nuevo Gobierno. Sánchez ha propuesto que permitan su investidura y luego reformar el artículo 99 de la Constitución para hacer más viable la gobernabilidad democrática de España, pero en general, los líderes los diferentes partidos han dejado claro que prefieren hablar de esas cosas en otros foros, sin micrófonos, sin que se dé a conocer a la opinión pública.  

A groso modo, durante el debate, como es costumbre, el candidato, Pedro Sánchez, ha propuesto sus soluciones para los que considera lo principales problemas del país, y desde la oposición sus medidas se han criticado, ninguno de los partidos de dimensión nacional, que hoy han intervenido, han dado su apoyo a alguna de las medidas propuestas por el presidente Sánchez. El discurso del presidente del PP, Pablo Casado, ha estado enfocado a justificar su no a la investidura de Sánchez y a presionarlo para que pacte con Unidas Podemos, con Pablo Iglesias, un gobierno de coalición, algo que no es de extrañar si tenemos en cuenta que Podemos es un partido que creció gracias al apoyo mediático y en votos de sectores de la derecha afines al PP. Albert Rivera ha hecho más de los mismo, justificarse y buscar forzar un pacto entre el PSOE y Podemos, pero además, de forma sutil ha llamado a Sánchez cínico, diciendo que en la cámara decía una cosa, mientras en un despacho próximo, que ha definido como la habitación del pánico, negociaba la contraria.  Pablo Iglesias ha insistido en que quiere que dirigentes de su partido formen parte de un Gobierno de coalición; un Gobierno de coalición en la que sus dirigentes no sean simples elementos decorativos, que según parece es lo que le ha ofrecido Sánchez al negarles a dirigentes de Podemos que puedan ser ministros de lo que se conoce como ministerios de Estado (Defensa, Interior, Economía, Exteriores, Justicia) Según parece Sánchez le ha ofrecido algo, pero ni el presidente ni Iglesias se han atrevido a hacerlo público, no sé debido a que, tal vez, porque es algo deshonesto o indecente que no puede salir de la habitación del pánico.

Sánchez ha pedido de forma humilde y apelando a la responsabilidad la abstención de Casado y de  Rivera, pero estos le han negado el apoyo. Es evidente que quieren forzar a Sánchez a un pacto con Unidas Podemos. Un pacto que Sánchez no desea,  porque ve difícil gobernar,  al necesitar también los apoyos del independentismo catalán, PDeCAT y ERC, o porque considera un riesgo meter en el Gobierno a dirigentes de una formación como Unidas Podemos. El comportamiento de Casado es lógico. El PP es un partido que ya ha gobernado España y que puede volver a gobernar a corto plazo. Casado sabe que si no se le complican las cosas puede ser presidente dentro de cuatro años, o incluso antes. El caso de Rivera es distinto, CS no ha gobernado nunca y hoy por hoy, según las encuestas, es impensable que lo logre dentro de cuatro años. Su acercamiento a Vox le está provocando un enorme desgaste, importantes dirigentes han abandonado el partido, lo que  muy probamente se traduzca en menso votos en próximos procesos electorales.  

En la XII legislatura, en el Congreso de los Diputados teníamos un enemigo, un enemigo de la democracia, Podemos, hoy Unidas Podemos, la representación del comunismo internacional en España. Hoy tenemos ya dos, al haber entrado a formar parte de la composición del Congreso,  Vox. Vox es el heredero ideológico en España de aquellos que provocaron la Segunda Guerra Mundial, Nazismo y Fascismo, es  la voz de los militares, y tal vez, también su sastre.  Podemos representar una amenaza por ser la voz del comunismo internacional en España, por tener a su secretario general en la nómina del Gobierno de Irán, gobierno para el que hace propaganda política, a través de la cadena Hispan tv, y además porque según palabras de su secretario general, Pablo Iglesias, porque exigen concesiones indecentes al presidente Sánchez, tan indecentes, que este no se atreve a hacerlas públicas. Pero Vox representa todavía una  mayor amenaza, como lo ha dejado claro hoy su líder, Santiago Abascal. Un discurso calificado por el presidente Sánchez de intolerante, nostálgico del tiempo de la dictadura militar, y reaccionario. El presidente ha llegado a decir alerta, no sé si es una exageración o si realmente tiene datos para hacer tal anuncio, el futuro lo revelara. Peligrosos enemigos, pues no se conforman con que uno se aparte, no buscan solo el poder, sino también oprimir.  Siendo de resaltar, que Casado y Abascal compartían color de corbata, lo cual crea la duda de si compartirán también otras cosas, como por ejemplo, posicionamientos ideológicos.

El debate de investidura de hoy ha sido diferente, lógicamente porque después de cuarenta años de investidura, la ultraderecha, Vox,  ha vuelto a entrar en el Congreso y dar voz a los militares. El presidente de Vox, Santiago Abascal, el cual no sabemos si le han permitido entrar en la cámara  armado o no,  ha  dejado claro con su discurso que Vox representa una amenaza a la democracia y a los derechos y libertades de muchos ciudadanos españoles, derechos y libertades   conquistados con la aprobación de la  Constitución del 78. Abascal, con un discurso muy mediocre, después de contarnos parte de su vida, que no se a quien le puede importar, ha creado  una falsa amenaza, la de la organización terrorista ETA, para utilizarla para amenazar con el levantamiento de su gente en defensa de España. Lo cual es muy grave, al ser Vox la voz de los militares, e insisto, posiblemente también sus “sastre”, pues el levantamiento de su gente supondría el levantamiento de los militares. De forma clara los militare vuelven a ser una amenaza en España. Los militares, por ahora de forma sutil, han vuelto a atacar la política española, utilizando la táctica de los nazis, contribuyendo a crear partidos políticos. Primero contribuyeron a crear Podemos, pasando a ser el general Rodríguez, ex JEMAD, uno de sus principales dirigentes, lo que da a entender que sectores de las monárquicas Fuerzas Armadas tienen importantes vínculos con el comunismo internacional. Vinculos que pueden que vengan de a época de la dictadura militar o que hayan surgido de nuevas actividades empresariales de familias españolas en paises de la actual esfera comunista. Tanto al presidente de Vox, Santiago Abascal, como al presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, el cual también ha hablado de pacto antiterrorista, son un poco peliculeros pues ambos saben que ETA ha dejado la lucha armada ya hace años, y hoy la principal amenaza que hay en España e la de un posible terrorismo de Estado.

La política española ha entrado en una situación, no sé si de alerta como dice el presidente Sánchez, pero sí de alto riesgo. Sánchez ha demostrado ser una persona de la que uno no se puede fiar, hoy dice una cosa y mañana puede hacer la contraria; además, hoy con sus posicionamientos ha dejado claro que no se conforma con haber llegado a lo más alto de la política española, con haber  pasado a engrosar la lista de los presidentes de Gobierno de España, no se conforma con que sus hijas a partir de ahora sean consideradas hijas de presidente, sino que quiere seguir gobernando a cualquier precio. Por tanto todo es posible, el comportamiento futuro de Sánchez puede llegar a ser de una enorme bajeza, con ofertas indecentes a Unidas Podemos y al independentismo catalán, PDeCAT y ERC, para así perpetuarse en el poder o no, y forzar así la convocatoria de nuevas  elecciones generales.   


No hay comentarios: