La XIII legislatura es
distinta a todas las anteriores, por primera vez en la historia de la
democracia en el Congreso de los Diputados hay cinco partidos políticos de dimensión nacional, PSOE, PP, CS, Podemos,
y Vox. Cinco partidos con cinco proyectos distintos para España; cinco partidos
que hoy han dejado claro en el debate de
investidura a presidente del Gobierno que cada uno tiene una idea distinta de donde desean situar a España. El presidente en funciones, Pedro Sánchez, se
ha presentado a la investidura sin contar con los suficientes apoyos para
lograr ser investido, pidiendo la abstención de Ciudadanos y PP, apelando a la
responsabilidad de Estado de sus líderes, Albert Rivera y Pablo Casado. El
debate ha sido un poco surrealista; Sánchez, está negociando un gobierno de coalición
con Unidas Podemos, pero ha dado la impresión de que no solo lo ve difícil sino
que no es lo que más desea, y ha pedido de forma clara y publica la abstención de
CS y PP. En el debate se ha hablado de muchos temas importantes, pero no de lo más
urgente, como nombrar un nuevo presidente, como construir un nuevo Gobierno.
Sánchez ha propuesto que permitan su investidura y luego reformar el artículo
99 de la Constitución para hacer más viable la gobernabilidad democrática de
España, pero en general, los líderes los diferentes partidos han dejado claro
que prefieren hablar de esas cosas en otros foros, sin micrófonos, sin que se dé
a conocer a la opinión pública.
A groso modo, durante el
debate, como es costumbre, el candidato, Pedro Sánchez, ha propuesto sus soluciones
para los que considera lo principales problemas del país, y desde la oposición sus
medidas se han criticado, ninguno de los partidos de dimensión nacional, que
hoy han intervenido, han dado su apoyo a alguna de las medidas propuestas por
el presidente Sánchez. El discurso del presidente del PP, Pablo Casado, ha
estado enfocado a justificar su no a la investidura de Sánchez y a presionarlo
para que pacte con Unidas Podemos, con Pablo Iglesias, un gobierno de coalición,
algo que no es de extrañar si tenemos en cuenta que Podemos es un partido que creció
gracias al apoyo mediático y en votos de sectores de la derecha afines al PP. Albert
Rivera ha hecho más de los mismo, justificarse y buscar forzar un pacto entre
el PSOE y Podemos, pero además, de forma sutil ha llamado a Sánchez cínico,
diciendo que en la cámara decía una cosa, mientras en un despacho próximo, que
ha definido como la habitación del pánico, negociaba la contraria. Pablo Iglesias ha insistido en que quiere que
dirigentes de su partido formen parte de un Gobierno de coalición; un Gobierno
de coalición en la que sus dirigentes no sean simples elementos decorativos,
que según parece es lo que le ha ofrecido Sánchez al negarles a dirigentes de
Podemos que puedan ser ministros de lo que se conoce como ministerios de Estado
(Defensa, Interior, Economía, Exteriores, Justicia) Según parece Sánchez le ha
ofrecido algo, pero ni el presidente ni Iglesias se han atrevido a hacerlo público,
no sé debido a que, tal vez, porque es algo deshonesto o indecente que no puede
salir de la habitación del pánico.
Sánchez ha pedido de forma
humilde y apelando a la responsabilidad la abstención de Casado y de Rivera, pero estos le han negado el apoyo. Es
evidente que quieren forzar a Sánchez a un pacto con Unidas Podemos. Un pacto
que Sánchez no desea, porque ve difícil gobernar,
al necesitar también los apoyos del
independentismo catalán, PDeCAT y ERC, o porque considera un riesgo meter en el
Gobierno a dirigentes de una formación como Unidas Podemos. El comportamiento
de Casado es lógico. El PP es un partido que ya ha gobernado España y que puede
volver a gobernar a corto plazo. Casado sabe que si no se le complican las
cosas puede ser presidente dentro de cuatro años, o incluso antes. El caso de
Rivera es distinto, CS no ha gobernado nunca y hoy por hoy, según las encuestas,
es impensable que lo logre dentro de cuatro años. Su acercamiento a Vox le está
provocando un enorme desgaste, importantes dirigentes han abandonado el
partido, lo que muy probamente se
traduzca en menso votos en próximos procesos electorales.
En la XII legislatura, en el
Congreso de los Diputados teníamos un enemigo, un enemigo de la democracia,
Podemos, hoy Unidas Podemos, la representación del comunismo internacional en
España. Hoy tenemos ya dos, al haber entrado a formar parte de la composición del
Congreso, Vox. Vox es el heredero ideológico
en España de aquellos que provocaron la Segunda Guerra Mundial, Nazismo y
Fascismo, es la voz de los militares, y
tal vez, también su sastre. Podemos representar
una amenaza por ser la voz del comunismo internacional en España, por tener a
su secretario general en la nómina del Gobierno de Irán, gobierno para el que
hace propaganda política, a través de la cadena Hispan tv, y además porque según
palabras de su secretario general, Pablo Iglesias, porque exigen concesiones
indecentes al presidente Sánchez, tan indecentes, que este no se atreve a
hacerlas públicas. Pero Vox representa todavía una mayor amenaza, como lo ha dejado claro hoy su líder,
Santiago Abascal. Un discurso calificado por el presidente Sánchez de intolerante,
nostálgico del tiempo de la dictadura militar, y reaccionario. El presidente ha
llegado a decir alerta, no sé si es una exageración o si realmente tiene datos
para hacer tal anuncio, el futuro lo revelara. Peligrosos enemigos, pues no se
conforman con que uno se aparte, no buscan solo el poder, sino también oprimir.
Siendo de resaltar, que Casado y Abascal
compartían color de corbata, lo cual crea la duda de si compartirán también otras
cosas, como por ejemplo, posicionamientos ideológicos.
El debate de investidura de
hoy ha sido diferente, lógicamente porque después de cuarenta años de
investidura, la ultraderecha, Vox, ha
vuelto a entrar en el Congreso y dar voz a los militares. El presidente de Vox,
Santiago Abascal, el cual no sabemos si le han permitido entrar en la cámara armado o no, ha dejado
claro con su discurso que Vox representa una amenaza a la democracia y a los
derechos y libertades de muchos ciudadanos españoles, derechos y libertades conquistados con la aprobación de la Constitución del 78. Abascal, con un discurso
muy mediocre, después de contarnos parte de su vida, que no se a quien le puede
importar, ha creado una falsa amenaza,
la de la organización terrorista ETA, para utilizarla para amenazar con el
levantamiento de su gente en defensa de España. Lo cual es muy grave, al ser
Vox la voz de los militares, e insisto, posiblemente también sus “sastre”, pues
el levantamiento de su gente supondría el levantamiento de los militares. De
forma clara los militare vuelven a ser una amenaza en España. Los militares,
por ahora de forma sutil, han vuelto a atacar la política española, utilizando
la táctica de los nazis, contribuyendo a crear partidos políticos. Primero
contribuyeron a crear Podemos, pasando a ser el general Rodríguez, ex JEMAD,
uno de sus principales dirigentes, lo que da a entender que sectores de las monárquicas
Fuerzas Armadas tienen importantes vínculos con el comunismo internacional.
Vinculos que pueden que vengan de a época de la dictadura militar o que hayan
surgido de nuevas actividades empresariales de familias españolas en paises de
la actual esfera comunista. Tanto al presidente de Vox, Santiago Abascal, como
al presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, el cual también ha hablado de pacto
antiterrorista, son un poco peliculeros pues ambos saben que ETA ha dejado la
lucha armada ya hace años, y hoy la principal amenaza que hay en España e la de
un posible terrorismo de Estado.
La política española ha
entrado en una situación, no sé si de alerta como dice el presidente Sánchez,
pero sí de alto riesgo. Sánchez ha demostrado ser una persona de la que uno no
se puede fiar, hoy dice una cosa y mañana puede hacer la contraria; además, hoy
con sus posicionamientos ha dejado claro que no se conforma con haber llegado a lo más alto
de la política española, con haber pasado a engrosar la lista de los presidentes
de Gobierno de España, no se conforma con que sus hijas a partir de ahora sean
consideradas hijas de presidente, sino que quiere seguir gobernando a cualquier
precio. Por tanto todo es posible, el comportamiento futuro de Sánchez puede
llegar a ser de una enorme bajeza, con ofertas indecentes a Unidas Podemos y al
independentismo catalán, PDeCAT y ERC, para así perpetuarse en el poder o no, y
forzar así la convocatoria de nuevas elecciones generales.
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