viernes, 26 de julio de 2019

POR FIN UN “NO” ACERTADO DEL PRESIDENTE SÁNCHEZ.


Lo ocurrido ayer en el Congreso de los Diputados, no logrando ser investido presidente el candidato, Pedro Sánchez,  del partido político con mayor representación, vuelve a situar a España en una situación de muy difícil gobernabilidad democrática. Es cierto que el presidente en funciones Sánchez cuenta con el menor apoyo que ha tenido un candidato a presidente en la historia de la democracia, los 123 diputados del PSOE, pero también es cierto que casi dobla en votos al primer partido de la oposición (66 diputados) incluso si consideramos  lo más probable, que  Vox es un satélite del PP, al que este controla, ambos sumarian 90, treinta y tres diputados  menos que el PSOE. Por lógica democrática  y  responsabilidad política  ayer Pedro Sánchez debió ser investido presidente, pero no ha sido así, y por tanto, debemos preguntarnos ¿Por qué? ¿Quién se beneficia con esta situación?

Unidas Podemos (UP) es la cuarta fuerza del país, representa únicamente 11,97% del Congreso, con 35 diputados. La decisión del presidente Sánchez de no ceder ante unas exigencias que UP planteo en forma de chantaje me parece muy acertada, de enorme grandeza política  y la mejor para España.  En una democracia, como se supone que es España,  UP no puede imponer reformas políticas  importantes en la sociedad porque es un partido muy minoritario, representa a una muy pequeña parte de la sociedad española. Por tanto, es lógico que Sánchez se negara a conceder  a Unidas Podemos, cargos en la estructura del Estado, ministerios, etc,  desde los que pudiera intentar llevar adelante esas reformas. Unidas Podemos es un satélite del comunismo internacional en España, cuyo secretario general, Pablo Iglesias ha cobrado y sigue cobrando del Gobierno de Irak por hacer propaganda política, a través de la cadena Hispan tv, algo que no creo que sea ni compatible con su cargo de diputado nacional, ni legal. Decir que UP pertenece a la órbita del actual comunismo internacional, llamado eufemísticamente, neocomunismo, no es un concepto abstracto, significa claros y concretos posicionamientos políticos, contrarios a la órbita democrática, occidental, capitalista y de defensa, como miembro de la NATO, en la que se encuentra, por lo menos teóricamente, España. UP no puede entrar en el Gobierno de España.

La decisión de Pedro Sánchez ha sido la más acertada y conveniente para España. Con los noes y abstenciones a su investidura, los grupos que decían que querían que fuera investido presidente han dejado claro, que no le ofrecían su apoyo porque compartieran sus ideas, su proyecto político para España, sino simplemente porque querían al frente del Gobierno de España a un PSOE muy débil, al que pudieran chantajear y condicionar fácilmente.

La decisión de Pedro Sánchez ha sido la más acertada y conveniente para España. No solo UP es un partido de ideología comunista, sino que esta constatado que ha sido creado con residuos ideológicos del comunismo internacional en España apoyados por sectores de la derecha afines al PP, los cuales les han dado apoyo tanto mediático como en votos. Lo cual conduce a preguntase ¿Por qué sectores de las elites dirigentes españolas están interesadas en apoyar a un partido de ideología comunista? ¿Qué buscan, que quieren provocar? En el debate de investidura, el actual líder del PP, Pablo Casado, dejo claro su interés por  que Sánchez pactara con Podemos. Algo parecido fue el posicioncita del líder de CS, Albert Rivera, ambos estaban interesados en presionar a Sánchez para que pactara con UP, para que concediera a sus dirigentes el  control de importantes ministerios. ¿Por qué? Creen que sería un forma de quemar, de desgastar al PSOE, lo querían utilizar en el futuro como excusa para justificar la entrada de la ultraderecha, Vox, en el Gobierno de España y ceder a sus reivindicaciones, en la actualidad, muy minoritarias en la sociedad española, o únicamente es que el comunismo internacional ha comprado a sectores de la derecha española cargos de ministro, y ahora no saben cómo dárselos a los dirigentes de Unidas Podemos.

Es todo un sinsentido. Lo único claro es que si en el 96, con el expresidente Aznar, España entro en una época de involución ideológica, cometiéndose en España abusos, violaciones de los derechos humanos, comportamientos políticos  intolerables en una democracia, debemos recordar que su segundo mandato acabo con un caso considerado por numerosos medios periodísticos y organizaciones de espionaje  como de  terrorismo de Estado (11-M), desde hace tiempo España sufre un proceso de degradación política. La mediocridad se ha adueñado de un porcentaje importante de la política española, buscando o contribuyendo únicamente a la degradación de la democracia y de las instituciones del Estado. Mediocridad política, diputados nacionales que su único mérito es que les han metido en una lista política, o extranjeros que pasan a hacer política España porque así lo decide el líder del partido sin tener vínculos con la sociedad española, hechos  que muy probablemente acaben provocando negativos efectos sobre el conjunto de la sociedad, creando una sociedad en términos generales más mediocre,  disminuyendo la calidad de los servicios públicos, creando un mercado laboral con empleos de baja cualificación  y bajos salarios, etc.

La situación de difícil gobernabilidad en la que ha entrado España solo beneficia a dos actores. Uno, a la Monarquía, que ve así fortalecido su rol en la sociedad española, apareciendo la antidemocrática  Jefatura del Estado  como algo que garantiza la estabilidad política del país a pesar de la situación política. Y dos, a los grupos de las elites dirigentes españolas que no creen en la democracia como forma de gobierno, entre los que destacan, los comunistas representados por Unidas Podemos, y la ultraderecha, los representantes en España de aquellos que provocaron la Segunda Guerra Mundial, Vox, la voz de los militares, y tal vez, también “su sastre”.

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