viernes, 19 de junio de 2020

CRISIS COVID-19 ¿INCOMPETENCIA O CONJURA?

El mundo está afrontando una situación sin precedentes, causada o justificada por la pandemia del virus chino,  tipo covid-19. Han transcurrido ya varios meses y todavía son numerosas las incógnitas relacionadas con el origen y  la propagación del virus. En toda esta oscuridad, hay algo claro e indiscutible, sí la Unión Europea hubiera cerrado sus fronteras el 30 de enero, fecha en la que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaro la alerta internacional por covid-19, el virus se hubiera propagado mucho menos por el mundo, y especialmente por la Unión Europea y España. ¿Por qué no se cerraron entonces las fronteras? No hay pruebas que permitan afirmar si ello se debió a  la incompetencia de las actuales elites dirigentes o la existencia de una conjura internacional de las elites dirigentes favorable a que se produjera la pandemia.

El presidente Sánchez, una y otra vez, se disculpa afirmando que las fronteras no se cerraron porque así lo aconsejaban  los expertos, tanto nacionales como de la OMS. Está claro, cerrar fronteras era una decisión arriesgada si luego el virus no se extendía, pero en cambio al presidente Sánchez  no le tembló luego el pulso a la hora de declarar el estado de alarma y restringir los  derechos fundamentales de muchos ciudadanos, obligándolos a confinarse en sus casas. Con el coronavirus todavía propagándose por el mundo, según los medios de comunicación el número de contagiados es todavía  muy elevado en algunos países, lo más llamativo de todo esto es que  el próximo 21 de junio el Gobierno abrirá sus fronteras con países de la zona Schengen, y el 1 de julio con terceros países, decisión que el presidente Sánchez ha adoptado en acuerdo con lo decidido a nivel Unión Europea.  Puede que no haya una conjura, pero se parece mucho a la existencia de una conjura internacional con el fin de favorecer la propagación del virus chino  para crear una situación como la actual, en la que la potencial amenaza, sino falsa,  del covid-19 permita justificar represión y encubrir flagrantes violaciones de los derechos humanos. El 21 de junio, el Gobierno levantara el estado de alarma, pero no la represión, a partir de entonces la represión se podrá aplicar de forma arbitraria, a la carta, a decisión de los expertos sanitarios. Por ejemplo,  podrán aislar a aquellos que hayan tenido un contacto directo con una persona que haya contraído la enfermedad.  Por ejemplo, en los aeropuertos, no pasar un control visual será condición suficiente para que un médico decida se un viajero debe o no realizar una PCR. Está claro que la igualdad a la que hace referencia la Declaración Universal de los Derechos Humanos y que surgió del contexto político posterior a la  Segunda Guerra Mundial, es historia.

En “Democracia y totalitarismo”, libro muy apropiado para leer teniendo en cuenta la situación que vuelve a vivir Europa y sobre todo España, su autor, Raymon Aron, analizando la política europea de las primera mitad del siglo XX,  sostiene que hay, principalmente, dos fenómenos cuya aparición  puede provocar la corrupción y autodestrucción de los regímenes constitucional-pluralistas. Uno, el exceso de espíritu de compromiso, es decir, los partidos, obsesionado por la necesidad de superar sus divergencias, dejan de pensar en los problemas y se centran en los acuerdos. Dos, el exceso de espíritu partidista, que puede llevar a los partidos políticos a desear luchar contra el sistema  y acabar con el pluralismo. En el contexto actual todavía no  se aprecia la existencia de un exceso de espíritu partidista, seguramente existen deseos de esa naturaleza política, pero se ocultan. Lo que no se oculta, sino que se percibe de forma clara, e incluso se apela a ello de forma pública desde los distintos partidos, es un exceso de espíritu de compromiso, tanto a nivel español como de la UE. Un claro ejemplo lo tenemos en las decisiones que han adoptado para hacer frente a la crisis provocada por el covid-19, las cuales han disfrutado de grandes consensos políticos.

Haya o no haya conjura, parece ser que sí, es evidente, que entre los conjurados no hay acuerdo sobre quién debe pagar los costes de la situación que se ha creado con la propagación del covid-19 y la imposición de medidas que han provocado una fuerte caída de la actividad economía. El Consejo Europeo ha sido hoy incapaz de ponerse de acuerdo sobre el próximo presupuesto plurianual 2021-2027 (en torno a 1,1 billones) y sobre el denominado Fondo de Reconstrucción, en principio de 750.000 millones de euros, propuesto por la presidenta de la Comisión Europea, y que la UE obtendría de los mercados con el aval del propio presupuesto de los Estados miembros, lo que implica, que algún día los Estados miembros tendrán que incrementar su aportación a la UE para pagarlo, pues no parece que con cosas como una nueva tasa a las multinacionales tecnológicas se pueda pagar. La UE todavía no ha decidido nada, pero en España los partidos políticos ya están negociando como repartírselo.

Hace ya tiempo que se percibe que la Unión Europea ha entrado en decadencia; no solo su irrelevancia en la esfera internacional es máxima, sino que con el argumento de un falso revisionismo de la historia ha aceptado en sus instituciones a partidos políticos que defienden ideologías y posicionamientos políticos que representan aquellos contra lo que la UE nació en 1957, en concreto, todo lo que engloba lo que se conoce como el neocomunismo, que no es otra cosa que el comunismo internacionalista de siempre. La UE ha dejado de ser la Europa de los Estados para pasar a ser la Europa de las familias. Una Europa de las familias en la que los intereses de los ciudadanos interesan mas bien poco; en la que, como observamos, lo de un espacio de libertad, de justicia y seguridad no es ya ni un sueño,  en la que un exceso de espíritu de compromiso hace fácil cocinar conjuras, para privar a los ciudadanos de derechos individuales o  para generar terror con acciones del terrorismo islamista o con la propagación de un virus, según los expertos, desconocido.  


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