Una de
las muchas definiciones que la Real Academia Española da de la política es la
de “Actividad de quienes rigen o aspiran a regir los asuntos públicos”.
Personalmente, tengo una definición más simple y expresiva “La política es todo”. Es la política la que determina
los niveles de justicia, libertad y seguridad que hay en una sociedad. Es la política
la que determina la presión fiscal y el gasto en servicios públicos y prestaciones
sociales de un Estado. Es la política la que determina la accesibilidad a los
cargos públicos. Es la política la que determina las condiciones laborales de
los trabajadores. Es la política la que regula la calidad y justicia en los procesos de
acceso para entrar a formar parte de la Administración del Estado. La calidad y
el precio del café que un ciudadano toma en una cafetería lo regula la política,
a través de los impuestos y supervisando la correcta distribución de alimentos.
La política es todo.
La política
es todo, a pesar de ello se observa que en las democracias occidentales se está
produciendo un proceso de minusvaloración de la política. Los expertos en análisis
político consideran, ya desde hace tiempo, que cada día son más mediocres
aquellos que se dedican a la política y gobiernan. Ocurriendo, que hay mucha gente de relevancia y éxito social que no participa de forma directa en la política como
dirigente de algún partido. También se observa, que sectores de las elites
dirigentes están apoyando la entrada en la política de grupos políticos y de
personas pertenecientes a minorías sociales, de carácter étnico, religioso,
cultural , etc., minorías que son totalmente contrarias al modelo social y político
que hasta ahora se ha defendido en las modernas democracias occidentales,
permitiendo años de paz, estabilidad, y desarrollo. Y los ciudadanos dándole su
voto, apoyando populismos, dándoles el voto a personas de otras culturas, aunque saben que defienden ideas, que de
llevarse adelante perjudicarían sus vidas.
En
España tenemos a Podemos, un partido a las órdenes del comunismo internacional,
gobernando las principales ciudades españolas, Madrid, Barcelona, Valencia,
etc. El Partido Laborista británico acaba
de hacer Alcalde de Londres a un ciudadano musulmán de origen paquistaní, Sadiq
Khan, con vínculos como mínimo ideológicos con el terrorismo islamista. Francia, país que ha
sido en los últimos meses golpeado
duramente por el terrorismo islamista, y que es un país mayoritariamente
cristiano, tiene como ministra de Educación Instrucción Superior, e
Investigación, a Najat Vallud-Baelkacem, una ciudadana de origen argelino y religión
musulmana. Los próximos candidatos a la Casa Blanca serán, muy probablemente,
Donald Trump por el Partido Republicano y Hillary Clinton por el Demócrata.
Trump es alguien sin ningún tipo de experiencia política y con un discurso, que
a lo mejor muchos lo defienden en estos momentos en los Estados Unidos, pero
que es de forma clara políticamente incorrecto. Por el otro lado, Hillary
Clinton tiene mucha experiencia política, pero no ha logrado un solo éxito importante
con su gestión. La gestión de Hillary Clinton como Secretaria de Estado ha sido
nefasta. Claros ejemplos de la actual minusvaloración de la política, que se
producen ignorando que sí importa quién gobierna, pues la política influye en
el hoy y determina el mañana, condicionando que las sociedades evolucionen en
un sentido u otro.
Pero centrándonos
en España, este país es un claro ejemplo de minusvaloración de la política,
hasta el punto de que las elites dirigentes españolas han favorecido que la
democracia española cayera en una situación de enorme dificultad para elegir a
un gobierno por procedimientos democráticos. En las próximas elecciones
generales del 26-J, los ciudadanos españoles podrán elegir entre cuatro
partidos al que desean que gobierne
España, PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos. Cuatro partidos de dimensión nacional que todos ofrecen a los ciudadanos numerosas razones
para que un ciudadano bien informado no
los vote. El PP es según informaciones policiales, una organización política
que da cobertura a organizaciones criminales que se dedican a blanquear dinero
del crimen organizado internacional. Decisiones adoptadas por los gobiernos
del expresidente Rodríguez Zapatero han provocado que el PSOE lleve años
perdiendo no solo votos sino también identidad. El PSOE, al carecer de un
liderazgo fuerte, es incapaz en este momento de ofrecer un proyecto para España. Lo que está ocurriendo
con el PSOE es insólito en política. Podemos le negó al PSOE el apoyo para que pudiera gobernar España en coalición con
Ciudadanos, a pesar de ello está contribuyendo a hacer fuerte a Podemos dándole
apoyo a sus dirigentes para que
gobiernen los ayuntamientos de las principales ciudades españolas. Algunas
encuestas sobre intención de voto ya vaticinan que Podemos superara en votos y número
de diputados al PSOE en las próximas elecciones, algo que me produce alegría,
por lo que representara para muchos dirigentes de ese partido que apoyan hoy a
Podemos, y a la vez tristeza y preocupación por lo que supondrá para el
conjunto de la sociedad española. Lo más curioso de la situación del PSOE es
que sus líderes todavía no se han dado cuenta, o si lo han hecho lo disimulan
muy bien , de que han sido sectores de
la derecha española los que han favorecido la creación y el crecimiento
electoral, a través de trasvase clientelar
de votos, de Podemos. Ciudadanos acaba
de asumir su perfil liberal, integrándose en el Partido de los Liberales y Demócratas
por Europa, algo que en principio parece difícilmente compatible con el elevado
número de dirigentes de ese partido que son ex cuadros del PSOE, y con el
elevado porcentaje de votos que ese partido ha recibido en anteriores
elecciones de feudos en los que solía ganar el PSOE. No sé cuál es la ideología
de Ciudadanos, por su discurso da la impresión
que no lo saben ni sus dirigentes, pero el liberalismo es la segunda amenaza ideológica
de nuestra época, tras el resurgir del marxismo, pues todas sus políticas van encaminadas en la misma dirección: Menos
Estado, menos impuestos y menos servicios públicos y prestaciones sociales.
Evidentemente, para no votar a Podemos hay muchas y más graves razones. Podemos
es un partido que surge de un proceso de manipulación política realizado,
principalmente, por corruptos sectores de la derecha española. Podemos es un instrumento
al servicio de comunismo internacional en España. Podemos propone y pretende
crear una socialdemocracia marxista, ignorando lo que ocurrió en el mundo desde
que se difundieron las ideas políticas de
Marx hasta ahora.
Desacreditada
totalmente la ideología comunista por lo que ocurrió durante décadas en países del
Este de Europa, Pablo Iglesias propone defender las mismas cosas con un nuevo
concepto, el de socialdemocracia marxista. En un artículo publicado recientemente
en El País, titulado “Somos la Alternativa”,
el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, proponía la creación de una
socialdemocracia no condicionada por la guerra fría. Es evidente que Pablo
Iglesias obvia que el rechazo en Occidente, y en concreto en Europa, al marxismo, y su fruto ideológico, el
comunismo, no fue debido a la Guerra Fría sino a las ideas que proponía, no compatibles
con la democracia. La Guerra Fría surge como consecuencia de la negativa del bloque de la URSS a aceptar que sus ideas políticas
fueran rechazadas por Occidente y desear imponerlas a través de medios
militares.
Cada día
es más evidente que corruptos sectores de la derecha española, con importantes
intereses en países satélites del comunismo internacional, han creado una pinza
política constituida por el PP y
Podemos. Lo que no está claro es ¿Para qué? ¿Que desean apretar? y lo más
importante ¿Qué beneficio esperan obtener? Por el momento lo único claro es que
han apretado a IU, provocando su desaparición. Hoy están unidos Podemos e IU, lo
que no está nada claro es si mañana los dirigentes de IU aceptaran la supremacía
de Podemos si se da la situación de tener que repartir cargos públicos. No sé qué se creen
que están apretando los sectores de las elites dirigentes españolas que han
creado dicha pinza, pero creo que se confunden, pues no aprietan otra cosa que
España, su economía, su deuda pública, el IBEX-35, su mercado laboral, y sobre
todo la estabilidad política.
En los
últimos años la democracia española ha sufrido un importante deterioro, con
comportamientos de las elites gobernantes no propios de una democracia, cometiéndose violaciones
de los derechos humanos, ordenándose acciones de terrorismo de Estado.
Deterioro de la democracia española que se da a conocer con cosas como la actuación
policial y la creación de pinzas políticas como la PP-Podemos. Son muchas las cosas que diferencian a una
dictadura de una democracia. Una importante, que suele ser visible, es la utilización
que se hace de lo que se conoce como las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del
Estado, es decir, de la policía. En las dictaduras la violencia policial es un
fin en sí misma. En una dictadura el
Gobierno suele provocar y buscar situaciones que justifiquen la violencia
policial contra los sectores que se oponen al régimen. Por el contrario, en las
democracias la violencia policial nunca es un fin sino siempre un medio para
imponer orden, impedir que se cometan delitos, y hacer justicia. En España cada
día es más visible que la actuación policial no es en la gran mayoría
de los casos medio sino fin. Casos, como los recientes sucesos ocurridos en la
ciudad de Barcelona como consecuencia del desalojo de un banco expropiado en el
que se había instalado un colectivo Okupa, con los que se busca únicamente hacer demostraciones de poder político
basadas en violentas actuaciones policiales. Creando así una nueva pinza política
que obligue a los ciudadanos a aceptar entre inseguridad ciudadana o represión político-policial.
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