El
debate que han realizado las cuatro fuerzas políticas de dimensión nacional,
PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos, ha puesto de manifiesto que España se encuentra en una situación de
estancamiento político, produciéndose debates que versan una y otra vez sobre
los mismos problemas de España. Además, el debate ha dejado claro que el
principal problema de la democracia española son sus partidos políticos, no
solo incapaces de dar soluciones a los problemas de los ciudadanos, sino también
incapaces de llegar a un acuerdo para dar a España un gobierno democrático y
estable. Los cuatro candidatos a presidente del Gobierno han asegurado que no habrá
unas terceras elecciones, pero a la vez que lo hacían también dejaban claro que
su posición no había cambiado un ápice desde el 20-D. O sea que, o los
ciudadanos españoles deciden cambiar el próximo
26-J de forma significativa su voto, algo que no parece muy probable, o España se volverá a encontrar en una situación
similar a la del 20-D. En cuanto a la forma de organizar el debate, creo que ha
sido un especulo demasiado exagerado y triunfalista, no acorde con la situación
de parálisis política que vive la democracia española.
La denominada
nueva política, concepto periodístico utilizado
principalmente para justificar dar cobertura
mediática a los denominados partidos emergentes, Ciudadanos y Podemos, no está
logrando resolver ningún problema de la sociedad española sino que ha creado
otro, más importante que los ya existentes, la ingobernabilidad de España. Liberales y comunistas, estos últimos de forma
clara apoyados por sectores de la corrupta derecha española, han debilitado el
bipartidismo, impidiendo así la formación de un Gobierno democrático salido de
las urnas. El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha reiterado en
varias ocasiones en el debate que independientemente de quien sea la segunda
fuerza política el 26-J, PSOE o Podemos, está dispuesto a llegar a un acuerdo
con el PSOE, eso sí, insistió en que con similares condiciones al 20-D, o sea,
que sigue queriendo una parte importante de la tarta que representa el Gobierno
de España. A la vez se percibe que representativos sectores de la derecha
española están dándose mucha prisa en considerar ya a Podemos segunda fuerza política,
incluso importantes dirigentes del PP, como el moderado Maroto, desplazando así
de dicho puesto al partido Socialista. Muy probablemente el próximo 26-J, el
PSOE se vuelva a encontrar entre las garras de una pinza hábilmente construida por sectores de la derecha española, por un
lado el PP y por el otro el nuevo comunismo representado por Podemos. El PSOE
sabe que si forma un Gobierno de coalición con Podemos el desastre está
garantizado y con ello su rápida caída, cuando no su desaparición. Si el PSOE queda segunda fuerza,
como en el 20-D, está claro que solo puede evitar la pinza de dos formas. Una, gobernando con el apoyo del PP, o dos si el PP
logra gobernar con su voto en contra, logrando mantenerse como principal partido
de la oposición. Con el PSOE como tercera fuerza la situación política de
España y la del propio PSOE se cumpliría mucho, pudiendo surgir cualquier extrañó
pacto. Por otro lado el debate ha dejado
claro que la posibilidad de un pacto
Ciudadanos, liberales, y Podemos, parece más que lejana, por tanto, en mi opinión,
la única posibilidad que tienen hoy los comunistas, o sea Podemos, de entrar a formar parte del Gobierno de
España es de la mano del PP, a través de una pacto con la derecha, algo que no
sería de extrañar teniendo en cuenta que ya hay sectores de la derecha española
que le están dando un fuerte apoyo y votos a Podemos.
Para
terminar dos reflexiones sobre la situación de la política española. Primera,
es evidente que los partidos políticos españoles
dedican mucho esfuerzo a táctica política para ganar elecciones, pero en cambio
muy poco esfuerzo a táctica política para resolver los problemas de España. Es
cierto, que sin gobernar difícilmente un partido podrá resolver ningún problema
de los ciudadanos, pero también es cierto que buscando únicamente ganar
elecciones no se proponen las soluciones que se debieran sino únicamente aquellas
que contentan a concretos sectores de la sociedad. Segunda, la actual situación
política de España da a entender que la democracia española ha entrado por un
camino por el que le resultara muy difícil
evitar cambios y llegar a sus bodas de
oro tal como hoy es, y seguramente, como en otras épocas del pasado, la
Monarquía parlamentaria sea lo primero en sacrificarse, para dar paso a otro
modelo de Estado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario