Vivimos en una época en la que se hace de todo un espectáculo mediático,
de la política, de la pobreza, de cualquier tipo de drama, de la violencia, de
la violencia de género, de la pederastia, del terrorismo, etc. La Misa por la Paz es un claro ejemplo.
Portugal es un país con enormes problemas políticos, sociales, económicos
y de seguridad. Problemas que seguramente crezcan. Con este contexto me
pregunto ¿No tenían nada mejor que hacer las autoridades portuguesas que ir a
Barcelona?
Jesucristo predico humildad, pero las elites de la Iglesia Católica
suelen preferir la pomposidad: Ensalzar
su poder y su riqueza. Lo cual unido a la elevada degeneración que hay en el seno de la Iglesia Católica explica que
cada vez sean más los cristianos que sienten repugnancia hacia aquellos que
dicen representar a Cristo, y se alejen de ella. Claro que al Vaticano siempre
le queda la opción de abrazar el ecumenismo y llenar las iglesias de creyentes
de otras religiones, por ejemplo, de musulmanes.
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