Quim Torra, habiéndose presentado
ante el Parlament como un holograma disfrazado de Puigdemon, defendiendo su
mismo discurso, defendiendo los posicionamientos que dieron lugar a la aplicación
del artículo
155 de la Constitución, y por tanto a la intervención por parte del
Gobierno central de las instituciones autonómicas catalanas, algo sin
precedente en lo que llevamos en democracia, será el nuevo presidente de la
Generalitat gracias a contar con la abstención de la CUP. Otra vez, el líder, o
más concretamente el holograma del partido que ha representado durante décadas a
la burguesía catalana, antiguamente CDC hoy Junts per Catalunya, será investido
presidente de Cataluña gracias a contar con el apoyo de los cuatro diputados autonómicos
de un partido ideológicamente antagónico,
radical, de ideología comunista, la CUP.
¿Es posible que esté pasando
lo que está pasando en Catalunya? ¿Es posible, como se está dando a entender,
que Bélgica, Alemania y Rusia, o de una forma más amplia, el Bloque BRICS, tengan intereses comunes en Cataluña? ¿Es
posible, como evidencian numerosos hechos, que el independentismo burgués catalán
cuente con el claro apoyo de sectores de
poder monárquicos españoles? ¿Es posible que el holograma de un partido, Junts
per Catalunya, cuyos dirigentes son la
cara visible de la burguesía nacionalista catalana, sea investido presidente
gracias a contar con el apoyo, en forma de abstención, de un enemigo político histórico como la CUP? ¿Es
posible que el denominado proceso independentista continúe, desestabilizando Europa,
gracias a contar con diferentes injerencias y apoyos exteriores, sin que el
resto de Estados de la UE se pronuncien de forma pública y clara? Si repasamos
la historia de Europa comprobamos que este tipo de alianzas, confusas, ilógicas,
entre enemigos ideológicos, se han dado muchas veces. Una de ellas, la más
relevante, en los años previos a la IIGM. Por ejemplo, el amor interesado que surgió
entre nazis y comunistas al principio de la IIGM. El Nazismo había surgido considerando su
principal enemigo al comunismo. Hitler al llegar al poder una de las primeras
medidas que adopto fue la ilegalización del Partido Comunista Alemán,
persiguiendo de forma muy violenta a sus dirigentes y militantes. A pesar de
ello, declarada ya la IIGM firmo un
Pacto de no Agresión con la Unión Soviética (Pacto Ribbentrop-Molotov? Eso sí, duraría
poco.
Torra ha hecho algo que ni
siquiera se hizo con el Nazismo, meter en el mismo saco al pueblo español y a sus
elites dirigentes, considerando al pueblo responsable de las decisiones de
aquellos que gobiernan. Y habrá algunos que lo sean, pero no todos, y hacerlo
es siempre una exageración contraproducente. Una exageración contraproducente
que puede provocar negativas consecuencias para la burguesía catalana reduciendo
sus exportaciones al resto de España. A mí
personalmente, me ocurre todo lo
contrario, me identifico por numerosas razones con el pueblo catalán, pero no
con sus elites dirigentes. Curiosamente, donde hubo bestias, fieras, y pueden volver
a resurgir es en la Alemania en la que su original ha encontrado refugio e
importantes apoyos políticos. El denominado independentismo catalán es hoy un
tumor en la cabeza de la democracia española. Un tumor, liderado por el
holograma de Puigdemont, Torra, que intenta desarrollarse en beneficio de los intereses personales de
sectores de la burguesía catalana. Y todo hay que decirlo, un tumor que ha logrado
implantarse y sobrevivir gracias al apoyo de sectores de la derecha monárquica española,
afines al PP. Por tanto, el enemigo, el
principal enemigo de la democracia española, no está en el Palau de la Generalitat, Torra
es fácil de desconectar, sino en la Zarzuela.
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