Según el estudio de seroprevalencia encargado por el
Gobierno al Instituto de Salud Carlos
III, dado a conocer hoy, España está muy lejos de alcanzar la deseada inmunidad
de grupo. Según
los datos del estudio, solo un 5% de
la población español se ha contagiado por covid-19. Madrid, ha alcanzado una
inmunidad de 11, 3% y Barcelona del 7,1. Las provincias con mayor porcentaje de
inmunidad son las próximas a Madrid, Soria (14,2%), Cuenca (13,5%), Segovia
(12,6%), Albacete (11,6%), Ciudad Real (11,1%) y Guadalajara (10,9%). Los
resultados del estudio parecen entrar en contradicción con la alta propagación que
los expertos le atribuyen a este virus desde que Organización Mundial de la
Salud declaro la emergencia sanitaria internacional el pasado 30 de enero.
Que estando España ya en una fase de reducción de
contagios, es decir, de desescalada, solo el 5% de la población española, y en
el mejor de los casos, nunca superior al 15%, haya sido alcanzado por el virus,
son unos muy malos datos, pues sin todavía haber ni vacuna ni tratamiento, la
mejor defensa de una sociedad contra el virus de origen chino es logrando lo
antes posible, de forma controlada, pero lo antes posible, lo que los expertos
denominan inmunidad de grupo, es decir, un número suficiente de personas
inmunes que hagan que la sociedad no tenga que temer los efectos de una nueva posible
epidemia. Con una inmunidad tan baja, la sociedad española sigue siendo muy
vulnerable a la amenaza del virus de origen chino, covid-19. España no ha alcanzado inmunidad de grupo
porque el Gobierno no lo ha querido, lo podría haber favorecido, pero ha
preferido impedirlo imponiendo un duro
confinamiento, quedando reducida la vida de muchos ciudadanos a comer, dormir,
y poco más, insisto, favoreciendo así el Gobierno de Sánchez que España siga
siendo vulnerable a la amenaza del virus chino.
El Gobierno de Sánchez ha criminalizado a muchos ciudadanos,
recurriendo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para obligarles a
permanecer en sus casas, convirtiendo para ellos España en una gran cárcel, permitiéndoles
salir a la calle lo mínimo imprescindible, como si de presos condenados se
tratase, privándoles de derechos fundamentales, como el derecho a trabajar, el
derecho a la libertad de circulación, el derecho a elegir médico y tratamiento,
etc. Un ciudadano español lleva seis meses sin salir del país, pero Sánchez lo cataloga como a un criminal que
debe ser privado de la libertad de circulación y confinado en su casa, porque puede ser un potencial transmisor del virus
de origen chino, covid-19. Que este enfermo o no, que alguien le haya
previamente contagiado o no el virus le da igual, su simple existencia representa
una amenaza para el presidente Sánchez pues pone en peligro la vida sana del conjunto
de ciudadanos que siguen disfrutando de una vida muy similar a la que tenían antes
de estallar esta crisis, disfrutando de todos sus derechos fundamentales por
ser considerados por su rol social imprescindibles para el Gobierno.
El Gobierno de Sánchez también quiere criminalizar a
gobiernos autonómicos que han
pedido avanzar de fase en la desescalada, como el de Madrid o el de la
Comunidad Valenciana, sosteniendo que
con ello estaban poniendo en peligro las vidas de muchos ciudadanos, dando a
entender así que solo Gobierno Central
defienda la salud y las vidas de los ciudadanos con sus medidas. Pero a la hora de criminalizar, es
indiscutible que el principal criminal que hay en España es el Gobierno de
Sánchez. El Gobierno permitió y favoreció que el virus de origen chino, covid-19, entrara en
España causando la muerte de muchos ciudadanos. Causando la muerte de ancianos
que fueron aislados en residencias y así
obligados a morir privados de dignidad, de la correcta asistencia sanitaria y sin contar con el apoyo de los suyos. Los
datos económicos están ya ahí, el coronavirus es un traje demasiado costoso para España, el presidente Sánchez debe retirar ya las medidas represivas.
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