jueves, 7 de mayo de 2020

PANDEMIA COVID-19 PONE DE ACUERDO A PODEMOS Y CIUDADANOS.

Desde el 2014, que nace Podemos, en el escenario político español se percibe algo muy extraño, que la democracia reparte cartas  favorables para Podemos a través de los procesos electorales y que otros actores políticos juegan sus cartas para favorecer a este nuevo partido, que representa en España la integración del excomunismo soviético en el juego democrático de las democracias occidentales. Podemos, surge  en marzo del 2014, y frente a toda lógica política, en sus primeras elecciones, al Parlamento Europeo, logra obtener 5 diputados, el 7,8% de los votos, en torno a  1.200.000 votos. Los expertos en procesos electorales atribuyen su rápido crecimiento al enorme apoyo mediático que había tenido el Movimiento 15-M, cuyos organizadores se habían convertido en los  dirigentes de Podemos. Después de las elecciones generales de diciembre de 2015, PSOE y Ciudadanos cierran un pacto para formar gobierno, pero Pedro Sánchez no logra ser investido presidente al negarle el apoyo Podemos, que siendo el tercer partido con representación en el Congreso de los Diputados, a cambio de su apoyo le exigía al PSOE la mitad del Gobierno de España. Tras las elecciones generales de abril de 2019, PSOE y Ciudadanos pudieron gobernar en coalición con mayoría absoluta, pero en contra de toda lógica política, ahora  no se ponen de acuerdo. Se barajaron las cartas, y los nuevos resultados, noviembre de 2019,  favorecieron que el PSOE liderado por Pedro Sánchez formara un gobierno de colación con Unidas Podemos (Podemos y IU), ocurriendo algo extrañísimo, en unos meses Ciudadanos perdió  más o menos 2.400.000 votos, 47 diputados, quedándose con 10.

 

Ciudadanos lleva años diciéndole a los electores que nunca daría  su apoyo a un Gobierno en el que estuvieran los comunistas, Unidas Podemos, pero hoy ha apoyado la cuarta prorroga del estado de alarma que solicitó el Gobierno socialcomunista de Sánchez.  Difícilmente, un partido puede tener un comportamiento más cínico, hoy Ciudadanos se ha quitado definitivamente la careta. Cambio de posicionamiento de Ciudadanos,  que beneficia la permanencia de Unidas Podemos en el Gobierno de España, pues da a entender que esta nueva mayoría puede ser con la que Sánchez logre no solo  mantener la represión, sino también  seguir gobernando, por ejemplo,  aprobar  los próximos Presupuestos Generales del Estado, seguramente para el 2021. Está claro que Ciudadano y Podemos, los denominados emergentes, coinciden no en la defensa de una nueva política, sino en la  vuelta a políticas propias de dictaduras, como lo es la aplicación que el Gobierno está haciendo del estado de alarma.

 

Una ley es justa sino discrimina entre ciudadanos. A ningún Gobierno se le ocurriría, ni la sociedad lo aceptaría, establecer límites de velocidad en función de la pericia de cada conductor. El artículo 14 de la Constitución Española establece que “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”. Está claro que el presidente Sánchez ha realizado una aplicación inconstitucional del estado de alarma, al restringir derechos a los ciudadanos, como el derecho a trabajar, el derecho a la libre circulación, o derechos individuales como el de elegir médico y tratamiento, e imponer un  confinamiento, en función del rol social y la edad de las personas.  El confinamiento que ha impuesto el Gobierno de Sánchez, de gente sana, es irracional, inhumano, injusto, innecesario, muy dañino para la economía y de muy discutible eficacia. Por alguna razón nunca antes se había realizado un confinamiento de este tipo; muchos expertos ya hablan de que tiene efectos negativos para la salud. El Gobierno del Régimen comunista chino no solo ha exportado el covid-19 sino también esta innovadora y represiva medida. Lógicamente, no sabemos qué hubiera pasado de no haberse impuesto el confinamiento, lo que sí sabemos son dos cosas. Uno, el confinamiento no ha impedido que un elevado número de ancianos murieran de igual forma en residencias, privados de dignidad, sin la opción de elegir, privados del apoyo de sus seres queridos. Y dos, algunos expertos ya dicen que, de no descubrirse pronto una vacuna,  el confinamiento impide que se alcance inmunidad de grupo para poder frenar una nueva posible  epidemia.

 

El estado de alarma funciona, ha repetido  hoy una y otra vez el presidente Sánchez. Y es cierto, el estado de alarma funciona para reducir la vida de muchos ciudadanos a comer, dormir y poco más; funciona para parar la actividad económica; funciona para elevar la deuda pública a un nivel sin presentes, según el Gobierno  a entorno el 115% del PIB; funciona para dejar a muchos ciudadanos sin empleo, incrementado el paro hasta como mínimo el 20%; funciona para frustrar el futuro de muchas personas, jóvenes que perderán el curso, pues aunque les aprueben no habrán aprendido lo que debían, personas que tenían pensado entrar a trabajar los meses del confinamiento y no podrán. Según el presidente Sánchez, muchos  ciudadanos son unos irresponsables, unos insensatos, unos locos, a los que no les importa su salud, y por eso él debe privarlos de sus derechos individuales, de la capacidad de elección, para cuidarlos, para evitar que intenten suicidarse contagiándose de covid-19. En febrero, decían querer aprobar una ley de eutanasia activa, ahora dicen querer impedir que la gente se quiera quitar la vida contagiándose con el virus, menos cinismo y más claridad. Un poco de seriedad, está claro que la alarma sanitaria se ha exagerado para justificar el Gobierno la aplicación de medidas represivas contra muchos ciudadanos españoles. Desde el Gobierno se ha transmitido que el confinamiento tenía como principal objetivo evitar la saturación de los centros hospitalarios, pero es falso, porque la gran mayoría de las muertes de enfermos no se han producido en domicilios por falta de asistencia sanitaria sino en residencias de ancianos y centros hospitalarios.  

 

El Gobierno socialcomunista, ahora también liberal, al haber integrado entre sus filas también a  Ciudadanos, ha utilizado la emergencia sanitaria causada por el ataque del virus chino covid-19 para ejercer represión, para privar a los ciudadanos de derechos fundamentales y libertades individuales. La solución nunca puede ser más costosa que el problema. Las medidas adoptada por el Gobierno de Sánchez son más dañinas para muchos ciudadanos que el covid-19, no solo por sus efectos sobre la economía, sino por lo que representan para su salud y su estilo de vida en comunidad. Cuando uno no tiene solución para un problema o esta es demasiado costosa, lo más inteligente es siempre ignorarlo hasta que haya una solución viable.


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