El próximo lunes, 11 de mayo, comenzara el plan
de desescalada elaborado por el Gobierno para ir retirando de forma
progresiva y controlada las medidas que ha adoptado para hacer frente a la situación de emergencia sanitaria causada por
el covid-19. Este plan durara entre 6 y 8 semanas, estando previsto que termine
para finales de junio. El Gobierno quiere mantener durante todo el periodo de
desescalada el estado de alarma. A algunas regiones que habían solicitado pasar
a la fase 1, el Gobierno no se lo ha autorizado, como es el caso de la
Comunidad de Madrid, o se lo ha autorizado de forma parcial, por ejemplo, a la
Comunidad Valenciana y Cataluña. Según varios gobiernos autonómicos, los
criterios utilizados para cambiar de fase no están claros. Con la fase uno el Gobierno permitirá una
mayor circulación de personas a nivel provincial y una mayor actividad
La sociedad española empieza a percibir las consecuencias
negativas que provocaran las medidas
adoptadas por el Gobierno para sus vidas debido a los efectos sobre la economía.
Medidas como el cierre de actividades económicas
e imponer el confinamiento de personas sanas, haciendo caer el consumo a lo mínimo
necesario para sobrevivir. Las medidas adoptadas por el Gobierno no disfrutan ya ni de aceptación social ni aceptación
por parte de los Gobiernos autonómicos. Todos los Gobiernos autonómicos han
intentado pasar de forma total o parcial a la fase 1. Muchas regiones de España
incrementan de forma vertiginosa su actividad económica con la llegada del buen
tiempo. La temporada de primavera ha sido totalmente nula, para algunos
sectores incluso ha provocado grandes pérdidas, si a uno de julio la situación en
España no ha vuelto a la normalidad previa a la crisis, las previsiones para la
temporada de verano son muy similares a las de primavera, ello hace que muchos
Gobiernos autonómicos estén ya presionando para lograr lo antes posible
pasar de fase y avanzar en la
desescalada.
En lo que llevamos de crisis, los expertos en salud han
descubierto poco sobre el covid-19, eso sí, se consideran ya unos expertos en
confinamiento, pero la realidad es que es la primera vez que se impone un
confinamiento de personas sanas. La medida del confinamiento es una moda que ha
exportado el Régimen comunista chino con el covid-19, al imponerla en la ciudad
de Wuhan el pasado enero. En julio de 2019 la Organización Mundial de Salud
declaro la emergencia sanitaria mundial por el brote de
ébola que se había producido en República
Democrática del Congo. Entonces, el director general de la OMS, Tedros
Adhanom Ghebreyesus, sostenía que "Las restricciones comerciales o
de viaje no servirán para ningún propósito útil". Quiero con ello
decir, que medidas que hoy nos quieren imponer aquí, como el confinamiento de
personas sanas o restricciones a la movilidad de personas, como algo necesario contra el coronavirus no fue considerado así
frente al ébola en otros países. Hasta el punto que en la Republica
Democrática del Congo han impuesto restricciones a los viajes debido al
covid-19 que no tenían con el ébola.
Sin ser
experto en temas de salud, es de lógica que el confinamiento es eficaz únicamente
en dos casos: Uno, si comprende a un número muy limitado de personas o una zona
geográfica muy pequeña. Dos, si la
amenaza es muy grave, que no es el caso,
un confinamiento total, es decir, que el número de personas con derecho circular fuera mínimo, militares,
miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y personal sanitario.
Un confinamiento total, en el que solo saliera a la calle gente equipada con protección,
un confinamiento total en el que a la gente aislada en sus casas se les
suministrara de forma segura alimentos, bebidas y medicamentos. Pero un
confinamiento como el que se ha impuesto en España, en el que se permite la
libre circulación de personas por todo el territorio nacional para ir a
trabajar, o que van a trabajar y luego lógicamente tienen que volver a sus
hogares a vivir con el resto de miembros de la familia, sin saber si estas tienen el virus o no, si
saber si estas están contagiadas o no y por tanto siendo potenciales transmisores
de la enfermedad, es absurdo y totalmente ineficaz. No sé porque baja realmente
el número de contagios, pero nada indica
que sea debido al confinamiento de una parte de la población, que en su gran mayoría sigue en íntimo contacto con potenciales
portadores del virus.
En la
crisis provocada por el virus de origen Chino, covid-19, hay dos cosas que de
forma clara no se entienden. Primero, si la epidemia del SARS del 2002 dio a
conocer que una epidemia de este tipo o incluso peor, el SARS era más letal que
el covid-19, se podía producir por qué los gobiernos no dedicaron recursos a
investigar el coronavirus y elaborar planes eficaces de respuesta. Los
investigadores en estos asuntos dicen ahora que trabajan a contrarreloj para
buscar una vacuna y tratamientos, y además, que lo lograran en breve ¿Por qué
no investigaron en los últimos 17 años? Sería interesante conocer los informes
confidenciales que los investigadores enviaron a sus Gobiernos en los últimos 17 años, y que recomendaban en ellos,
pero con la información que conocemos, debemos de pensar que la actual clase científica ni es creíble ni
fiable.
Acaba de
entrar en vigor la cuarta prorroga al estado de alarma y el presidente Sánchez ya
ha dicho que solicitara una quinta al Congreso de los Diputados, para lo que
parece que ya cuenta con el apoyo de Ciudadanos, un partido político decadente,
que no cesa en perder dirigentes, y elevadamente cínico, pues critica lo que
apoya. Numerosos hechos dan a entender que el presidente Sánchez quiere que
persista un ambiente de amenaza causado por el ataque del covid-19 que
justifique la represión y permita encubrir violaciones de los derechos humanos,
cuando no incluso asesinatos. Pero ello choca con la dura realidad, la represión
no crea riqueza, un ambiente con la amenaza latente del covid-19 no permitirá la
reactivación de la economía, y los
Gobiernos autonómicos empiezan a estar descontentos con la gestión del Gobierno
y a exigir una situación que permita recuperar la actividad economía en la temporada de
verano.
El Gobierno
tenía problemas para cuadrar las cuentas ya antes de la crisis, y aunque ahora
dice que hay dinero para todo, para ERTE,s, para un ingreso mínimo vital, que
no se sabe cómo lo va a pagar una Seguridad Social que ya tenía un déficit de en
torno a 16.000 millones de euros antes de la crisis, a no ser que crean que
pueden compensarlo con los pensionistas que mueran por el covid-19, la realidad
es que las cuentas públicas españolas están al borde de la quiebra. Pero la
quiebra del Estado no la pagaran ni sufrirán las familias de la CEOE, las ricas
elites empresariales españolas, muy contentas con que el comunismo
internacional, representado en España por Unidas Podemos, este en el Gobierno
de España. Ni tampoco las elites políticas, los Sánchez, los Iglesias, etc, la pagaran los más vulnerables, funcionarios,
pensionistas, y trabajadores por cuenta ajena. Cualquier día, el Sánchez que
hoy derrocha, para contentar y silenciar a los suyos, como hizo Zapatero, nos
dice que son necesarios recortes, que es necesario que funcionarios y
pensionistas se aprieten el cinturón, mientras las elites políticas se siguen
enriqueciendo desde fuera del sector público.
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