El Parlamento Europeo (PE) aprobó el pasado 12 de Marzo una
resolución manifestando su preocupación por la situación política que se vive
en Venezuela, a la vez que exige la inmediata liberación de los presos
políticos de la oposición. También reclama que se ponga fin a la censura que
sufren los medios de comunicación.
La resolución, realizada a petición de miembros del grupo
Conservadores y Reformistas Europeos, fue aprobada por 384 votos a favor, 75 en contra y 45 abstenciones. Siendo de destacar
el voto en contra del grupo Izquierda
Unitaria Europea, que tiene 52 eurodiputados en el PE, grupo en el que están
integrados partidos políticos españoles como Podemos e Izquierda Unida.
La situación en Venezuela es muy compleja, como se suele decir
se junta el hambre con las ganas de comer. Por un lado están los grupos
políticos de una oposición que cansada de perder elecciones, principalmente por
estar muy dividida, intenta ganar en la calle lo que no han podido ganar hasta
ahora en las urnas, intenta imponer la alternancia generando inestabilidad
política y conflictividad social. Y por el otro lado está el Gobierno de Nicolás Maduro, partidario de
recurrir a la violencia y a todo tipo de represión, incluida la represión a la
libertad de prensa, para defender los intereses
de su grupo político e intentar así perpetuarse eternamente en el poder. Todo ello se agrava
notablemente al ser Venezuela un país con un elevado nivel de pobreza, lo que
favorece que haya una elevada tasa de criminalidad y violencia. Criminalidad y
violencia que algunos grupos intentan encubrir bajo el paraguas de
conflictividad política.
Pero lo que esta ocurriendo en Venezuela no es algo nuevo. Bertrand
Russel, en su libro El Poder (1996) dice: “En una democracia la mayoría puede
ejercer una tiranía brutal y completamente innecesaria sobre la minoría”. Es
decir, la mayoría, unas veces porque teme dejar de serlo, otras, porque no se conforma únicamente con gobernar, recurre a
la utilización de los poderes e instituciones del Estado para ejercer violencia
y represión contra ciudadanos pertenecientes a grupos políticamente contrarios
o con los que mantiene algún conflicto de interés.
Si uno lee detenidamente el contenido de la resolución de
condena al Gobierno de Venezuela, lo primero que deduce es que ningún grupo
político que este a favor de la democracia, el pluralismo político y la defensa de los derechos humanos, puede
votar en su contra, puede votar en contra, por ejemplo, de exigir la liberación
de presos políticos. Por ejemplo, uno de los argumentos en los que se basa el
contenido de la resolución es el hecho de que el líder de la oposición
venezolana, Antonio Ledezma, alcalde de Distrito Metropolitano de Caracas, fue
detenido arbitrariamente por agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia
Nacional (SEBIN), sin que se hubiera presentado orden de detención ni ninguna
prueba de que hubiera cometido un delito. Encarcelado acusado de conspiración y
asociación para delinquir. A pesar de ello, los miembros de Izquierda Unitaria
Europea votaron en contra, ¿Por qué? Vivimos otra vez en un mundo bipolarizado,
de bloques, y uno de esos bloques es claramente liderado por la Federación Rusa.
Rusia, como hizo en Ucrania, está utilizando la situación de inestabilidad
política que vive Venezuela para de forma clara desafiar a la NATO, para buscar
un nuevo enfrentamiento con la NATO, en este caso en el Caribe. En una
demostración de fuerza militar el Gobierno de la Federación Rusa ha enviado buques de guerra y otro tipo
de fuerzas militares rusas a Venezuela. Izquierda Unitaria Europea, grupo en el
que se encuentran integrados partidos políticos españoles como Podemos e
Izquierda Unida, ha votado en contra de la resolución de condena al actual
Gobierno de Venezuela para alinearse de forma clara con el bloque liderado por
Rusia.
La resolución del PE exigiendo al Gobierno de Venezuela que
ponga fin a las hostilidades contra la oposición, es importante resaltar que
realizada a petición del grupo Conservadores y Reformistas Europeos, estando
justificada es difícil de entender por tres razones. Primera, en otros países,
algunos tan próximos como Marruecos, se producen de forma sistemática
violaciones de los derechos humanos, a pesar de ello el PE no ha emitido
ninguna resolución de condena. No solo eso, en algunos países miembros de la Unión
Europea, como por ejemplo España, también se producen violaciones de los
derechos humanos, se ejerce represión judicial y policial, y se realizan
detenciones ilegales, a pesar de ello el Parlamento Europeo no ha adoptado ninguna decisión al respecto, hace
oídos sordos, y mira hacia otro lado, evitando admitirlo y pronunciarse.
Segunda, la resolución de condena al Gobierno de Venezuela,
gobierno democráticamente elegido, es contradictoria con la política de
acercamiento a la Dictadura de Cuba, país en el que no se respeta el pluralismo
político, no hay elecciones libres y democráticas y se vienen produciendo desde
hace décadas violaciones de los derechos humanos y detenciones ilegales por
motivos políticos. La alta representante de la UE, Federica Mogherini visitara
La Habana los próximos 23 y 24 para aumentar la cooperación entre los 28 y
Cuba. La proximidad ideológica y el reciproco apoyo entre Cuba y Venezuela es público
y conocido, entonces, ¿Por qué el PE condena al Gobierno democrático de Venezuela
y a la vez está proponiendo estrechar
relaciones diplomáticas y de todo tipo con la dictadura de Cuba? ¿Es una
decisión acertada, basada en informaciones no públicas, o por el contrario
equivocada y Cuba acabara dando su apoyo a Venezuela?
Tercera, el grupo político Podemos, ideológicamente afín a
la izquierda latinoamericana que gobierna en la actualidad en Venezuela, ha votado en contra de la resolución
alineándose de forma clara con el bloque ruso. En España Podemos recibió y
recibe un fuerte apoyo de sectores de las elites dirigentes de la derecha
española, afines al PP, e integradas en
el Partido Popular Europeo, grupo que ha votado si a la resolución. Además,
Podemos cuenta dentro del Parlamento Europeo con otros apoyos. El propio
presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, socialdemócrata alemán, en una reciente visita a España ha manifestado
su apoyo a Podemos. Lo cual conduce a la pregunta de ¿Por qué apoyan dentro de la UE una ideología afín a
la de un gobierno cuya conducta condenan? ¿Por qué se quiere hacer crecer
dentro de la UE una enfermedad, la de Podemos, que se quiere erradicar en él
Caribe, en Venezuela? ¿Por qué representa una amenaza el actual Gobierno de
Venezuela y Podemos no?
Desde la caída del Muro de Berlín, la globalización
económica hizo que surgieran interdependencias e interrelaciones económicas y
políticas, ignorándose para ello grandes
brechas ideológicas. Dichas interdependencias e interrelaciones han hecho que
vivamos en un mundo esquizofrénico, políticamente hablando. Creándose importantes
y millonarios vínculos económicos y comerciales entre grupos que luego se
consideran enemigos militares. Un mundo políticamente esquizofrénico en el que
la Administración Obama ha decidido normalizar relaciones con el Régimen
dictatorial comunista de Cuba, a la vez que ha declarado la situación de emergencia por el riesgo
extraordinario que supone la situación en Venezuela para la seguridad de los
Estados Unidos. Un mundo políticamente esquizofrénico en el que el Parlamento
Europeo aprueba una resolución de condena al Gobierno de Venezuela a la vez que
estrecha relaciones con la dictadura cubana. Un mundo políticamente esquizofrénico
en el que el Parlamento Europeo aprueba una resolución de condena al Gobierno de Venezuela, a la vez que se le abre la puerta y apoya a un
partido político como Podemos, afín
ideológicamente a la izquierda que gobierna en este momento Venezuela.
Esquizofrenia política que está anulando la capacidad de
actuación de importantes instituciones
del Mundo occidental. El Parlamento Europeo es el centro de poder de toma de
decisiones políticas más grande del mundo, a pesar de ello, en este momento es
totalmente irrelevante. El Parlamento Europeo ignorando dicha irrelevancia ha
adquirido un excesivo deseo de tener protagonismo en la esfera internacional. Apoyo
las revoluciones de los colores, las primaveras árabes, quiso tener
protagonismo también en el actual conflicto del Este de Ucrania, pero luego
dicho protagonismo quedo reducido a nada al carecer de la necesaria influencia
en la esfera internacional, debido a ser la UE incapaz de mantener una posición
común en la política internacional. Esquizofrenia política que también está
anulando la capacidad de actuación de la NATO. Según el secretario general de
la NATO, Jens Stoltenberg, “La NATO es la respuesta para muchos retos en el
mundo, pero no es la única respuesta para todo”. El problema es que la NATO,
con sucesivas y equivocadas ampliaciones, se ha convertido en la respuesta para
nada.
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