Como
se vaticinaba Mariano Rajoy, candidato del PP y presidente en funciones del
Gobierno de España, no ha sido hoy
investido Presidente, y no es probable que lo sea en la segunda votación que tendrá
lugar el próximo 2 de Septiembre. Gracias al acuerdo firmado entre el PP y
Ciudadanos, Mariano Rajoy no ha tenido que acudir a la investidura solo, pero
su apoyo ha sido insuficiente y el número de noes ha superado en 10 al de síes.
Albert Rivera ha intentado convertirse en la Celestina de la política española,
pero sin éxito, hoy Pedro Sánchez en su discurso se ha vuelto a manifestar contrario
a cualquier tipo de pacto con el PP. Desconozco cuales pueden ser las
consecuencias de que España este durante mucho tiempo con un Gobierno en funciones,
pero evidentemente, buenas, positivas,
no serán. La primera consecuencia es que el acuerdo al que llegaron Ciudadanos
y el PP pasara a la historia como papel mojado. Además, como mínimo ello va a
provocar que España pierda la posibilidad de jugar en importantes partidos en
la esfera internacional, por ejemplo, en la Unión Europea, pues difícilmente van
a aceptar las decisiones de un jugador,
Gobierno, que mañana puede dejar de serlo para dejar paso a otro de distinto
color y posicionamientos.
El
debate que hoy ha tenido lugar en el Congreso de los Diputados y la posterior votación, los cuales han dado una imagen de España de ingobernabilidad democrática,
en mi opinión, conducen a hacernos algunas preguntas: ¿Qué se esconde detrás de
la actual situación de España, detrás de la muy probable repetición sucesiva de
tres elecciones generales? ¿Se debe a una cabezonería, a un acto de elevada irresponsabilidad
política o hay algo oculto en juego? No lo sé, evidentemente se sabrá con el
paso del tiempo, como se suele decir a toro pasado. Cuatro años pueden ser
determinantes en la vida de una persona, pero son muy poco en la de un país o
una organización política. Es por ello que la resistencia de los partidos políticos
españoles a dejar Gobernar hace suponer que obedece a algo más que al hecho de
tener que estar cuatro años, sino menos, en la oposición.
El
segundo día del debate de investidura del candidato del PP, Mariano Rajoy, se
ha caracterizado por muchas críticas al actual Gobierno en funciones, pero no
ha habido ninguna propuesta de solución viable para sacar a España de la situación de
ingobernabilidad. A los partidos de la oposición que han representado los 180
noes a la investidura de Rajoy solo les une una cosa, un rechazo visceral al actual Gobierno del PP y sus políticas, pero
son incapaces de unirse para apoyar un candidato a presidente. En el mejor de
los casos Pedro Sánchez, líder del PSOE, 85 diputados, podría ser investido
presidente pero difícilmente podría Gobernar. Ahora ya no le llega únicamente con
el apoyo de Ciudadanos, tendría que
apoyarse en un conglomerado ideológico, con diferentes líderes
e intereses. Un conglomerado ideológico en el que tendría que sumar el nacionalismo de
derechas, PNV y PDC, a los comunistas de Podemos y sus satélites autonómicos,
dando a la vez una solución a las reivindicaciones independentistas catalanes,
PDC y ERC, algo más que complicado.
Raymond
Aron, en el contexto francés, en 1952 decía “El Partido Comunista impide el
funcionamiento de la IV República. Existe un Gobierno conservador en Francia en
la medida en la que existe un Partido Comunista fuerte”. Lo que quería decir
Aron es que el Partido Comunista Francés nunca podría llegar a gobernar Francia
pero fraccionando la izquierda impedía que pudiera gobernar el Partido
Socialista Francés. Parece ser que en España el comunismo ha resurgido con
Podemos y sus satélites autonómicos para dificultar la gobernabilidad democrática
de España. El comunismo internacional ha resurgido con fuerza, volviendo a ser
un problema con su injerencia en las políticas nacionales de otros países, no
solo por sus ideas sino por ser como antiguamente un elemento desestabilizador
dentro de las democracias occidentales.
Pablo
Iglesias, secretario general de Podemos, en su discurso ha dicho hoy algo así como “A
nosotros no se nos compra”. Y tiene razón Pablo Iglesias, es el comunismo internacional,
por acotar, el bloque BRICS, y otros elementos afines, el que ha comprado a través de corruptos sectores de la
derecha española, la entrada de Podemos en la política española. Y parece ser
que las mochilas se las ha regalado su ídolo, el ex JEMAD, Julio Rodríguez, al
que apasionadamente, y sin venir a cuento, ha recordado hoy en el Congreso. A Podemos no
se le compra, es Podemos el que ha comprado su entrada en el Congreso con dinero
del comunismo internacional y sus aliados, por ejemplo, Irán, recibiendo votos de sectores de la sociedad
española sobre los que la derecha afín al PP tiene influencia de naturaleza clientelar.
A Podemos no se le compra, eso si, los líderes de Podemos, y su organización,
entorno, se están forrando, están haciendo rápidamente caja, gracias a que se estén
repitiendo elecciones generales.
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