Lo que está ocurriendo con el
barco Aquarius es un claro caso, de libro, de manipulación
mediática de la opinión pública. Está basado en una serie de mentiras que
no se sostienen y que representan un inaceptable insulto a la inteligencia de
los ciudadanos. Una de ellas, la más descarada, es la de que el Gobierno de Sánchez
ha tomado la decisión de dar acogida al buque Aquarius, que se encontraba a más
de 1500Km de las fronteras españolas, porque estaba en peligro la vida de los
inmigrantes rescatados que iban a bordo. Tal afirmación es más que una simple exageración,
es una completa aberración. Supone incluso un insulto para un gobierno fascista-comunista como el que
hoy tiene Italia. ¿Alguien en su sano juicio puede pensar que los gobiernos
europeos próximos a la zona donde se encontraba el Aquarius, por ejemplo, el de
Malta o Italia, iban a dejar que les
ocurriera algo malo a los inmigrantes a bordo del Aquarius? Evidentemente, no. Temprano o tarde,
hubieran tomado una decisión, llevándolos a un lugar seguro, bien en un país europeo
o en un lugar próximo a su lugar de origen. Otra de las mentiras, que se está
difundiendo es que España tiene capacidad para absorber más inmigración, y por
ello y aunque contradictoriamente, mantiene todavía cerradas las fronteras, por
ejemplo, de Ceuta y Melilla, va a 1500Km
de distancia a buscar más población inmigrante. La Comunidad Valencia, donde
esperan al Aquarius, tiene en estos momentos en torno a 50.000 extranjeros registrados
sin empleo, seguramente son muchos más, ¿De qué van a trabajar los nuevos
inmigrantes? Acaso, de manteros. ¿De qué van a vivir? Acaso, de ayudas sociales, si es así, con qué dinero
¿Con el dinero que tenía en España el derrotado régimen de Gadafi?
Ante la falsa y construida situación
del Aquarius, el responsable de salvamento
del Mediterráneo, el presidente Sánchez, se ha arrojado al agua, buscando pasar
a la historia por un acto heroico, y ha ofrecido España, uno de los países de
la UE con mayor tasa de paro, para acoger a 629 inmigrantes que se encontraban a bordo del
Aquarius. A no ser que haya informaciones que todavía desconoce la opinión pública,
y a bordo del Aquarius venga algún famoso entrenador de futbol, que se podría
hacer cargo de la Selección Española, toda apunta a que con el asunto del
Aquarius se han perseguido dos objetivos: Primero, distraer la atención de la opinión
pública. Segundo, hacer una demostración de poder. Sánchez, está utilizando el
asunto del Aquarius para realizar una demostración de poder. Una demostración de
poder frente a la UE, contando para ello del apoyo y complicidad del actual Gobierno
fascista-comunista de Italia. Es impensable que un gobierno europeo, incluso
con la ideología del actual de Italia, fascista-comunista, se atreviera tomar
una decisión de este tipo sin previamente conocer la decisión de Sánchez. Llegándose
al absurdo de que los inmigrantes llegaran a tierra española a bordo de barcos militares
italianos. Y es que hay vínculos que sobreviven al paso del tiempo, Italia, fue
uno de los pocos países que combatió en la Guerra Civil, y ahora apoyan un
desembarco de no se sabe bien quien en la costa mediterránea española. Sánchez
quiere hacer una demostración de poder, contando para ello con el apoyo y la
complicidad de las elites fascista-comunistas italianas, para intentar
ganar prestigio en la UE, cosa más que difícil teniendo en cuenta la actual situación
de la socialdemocracia, en clara decadencia, no gobierna ninguna de las grandes
potencias europeas, y su voz tiene algo de resonancia mundial únicamente gracias
a que ha logrado colocar a un socialista, Antonio Guterres, como secretario
general de la ONU.
Un hecho que no debe pasar
desapercibido respecto al asunto del Aquarius, es el del elevado número de
niños inmigrantes que se encuentran a bordo, 123 según los medios, algo
inusual, pues ello supone una ruptura familiar y representa someter a los niños
a elevados riesgos. Ello se puede deber a que la legislación de inmigración es más
lasa con los menores, a que mientan y realmente los padres están viajando con
ellos, o a algo que sería muy grave, que
las familias de los niños conocieran de antemano las intenciones del socorrista Sánchez, algo, lógicamente, que habría que investigar en profundidad.
Sánchez, araña, traidor, por
el bien de España, dimite.
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