martes, 24 de marzo de 2020

COVID-19, FALSOS DISCURSOS GLOBALES COMO JUSTIFICACIÓN.


Cien años después de la denominada Gripe Española, la humanidad vuelve a sufrir las consecuencias de un virus, el covid-19 que desde el Régimen comunista chino se ha propagado a nivel mundial. Según los expertos, con diferencia a la Gripe Español, que provocaba enfermedad grave en personas  entre 20 y 40 años, el covid-19, ataca principalmente a ancianos y personas con otras patologías, a los más débiles, a las personas con menos defensas.  Dándose la particularidad y extrañez, siempre según los expertos, de que sin saberse por qué a unas personas les causa una enfermedad más grave que a otras. El covid-19 ha transformado nuestras sociedades desarrolladas y modernas occidentales en selvas, volviendo dilemas morales que ya parecían superados; pasando de un día para otro a un nivel de inseguridad máximo, el causado por la amenaza de un virus del que uno no tiene forma de protegerse, pues no se puede vivir aislado eternamente.


Si en un principio la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó que no se cerraran fronteras, por considerarlo ineficaz, hoy casi todos los países del mundo están cerrando sus fronteras y restringiendo de alguna forma  el movimiento de  personas a nivel nacional. A diferencia de lo  que ocurrió con la  Gripe Española que según los expertos su propagación se debió principalmente al movimiento de tropas que se habían contagiado no se sabe cómo, en el caso del covid-19 la propagación la han provocado viajes internacionales de personas, que saliendo de China han logrado crear  importantes focos en diferentes países, y de ellos, se ha propagado al resto del mundo. En el caso de Europa, inexplicablemente, Italia ha sido la principal  zona de entrada del virus y posterior propagación al resto de países europeos.

Los medios de comunicación además de contribuir a crear alarma social, están favoreciendo que determinados discursos se conviertan en los dominantes, en verdades absolutas y globales, aunque haya claras informaciones  que los dan por equivocados o incluso falsos. Uno de ellos, es de intentar hacer creer a la opinión pública, de que después de esto vendrá la paz mundial, es decir,  todo será diferente, los que sobrevivan a las reglas de la selva, principalmente jóvenes, vivirán en un mundo feliz. Nada más lejos de la realidad. Un mínimo conocimiento de la naturaleza humana y de la política internacional, lleva a pensar que superado el covid-19, los conflictos internacionales se incrementaran, la desigualdad y la pobreza aumentaran. A igual que ocurre ahora con las personas, luego pasara con los países, habrá países que se queden atrás. España e Italia, cuyas economías estaban muy mal antes de la crisis, muy probablemente sean dos de esos países, a cuyas economías les costara décadas recuperarse de la crisis del covid-19. Se dice que la solución son los eurobonos, lo que viene a ser que los Estados miembros más ricos de la UE contribuyan a pagar la deuda pública del resto. Mutualización de la deuda pública, poco probable, pues las elites de un país no pueden pedir y mucho menos exigir, que paguen sus deudas nacionales mientras se comportan como competidores en la economía internacional. Las alternativas serán las de siempre, la suspensión de pagos o la solicitud de rescates, de la UE, del FMI, de ambos, rescates sometidos a condiciones por aquellos que ponen el dinero o facilitan que ese dinero se mueva.

Inundar el piso de agua, para hacer daño al de abajo y a la vez tener una justificación, es un conocido viejo truco, muy utilizado históricamente en política. Difícil de probar pero fácil de percibir. Fácil de percibir, porque el que lo hace, aunque sea de forma sutil, debe reivindicarlo. Debe hacer propaganda para  dar a conocer que es él, gobierno o grupo no gubernamental, por ejemplo, un grupo terrorista,  el que lo ha hecho con unos determinados objetivos. Numerosas informaciones conducen a pensar que han inundado el piso de arriba.  Además, superada la crisis quedara claro quien ha salido beneficiado de ella y a quien más perjudicado, añadiendo mucha luz sobre  lo ocurrido, y favoreciendo las justas y necesarias consecuencias.

Como ocurre con todas las crisis, unos se empobrecerán mientras otros se enriquecen. Como ocurre con todas las crisis, serán los sectores más desfavorecidos, aquellos que tienen menos defensas de todo tipo, los más afectados. A nivel global, como ocurrió con el 11-S, esta crisis debe representar un punto de inflexión en las relaciones internacionales, debe poner fin al proceso de globalización tal como hoy lo conocemos. El comunismo internacional vuelve a ser una amenaza y debe ser interpretado como tal por las democracias occidentales. La globalización no puede seguir siendo como hoy la conocemos, por ejemplo, las democracias occidentales no pueden seguir teniendo  abiertas sur fronteras a China y demás países de su órbita como hasta ahora.  A nivel nacional, las elites dirigentes, han utilizado la crisis para convertir España en una selva, en la que el Estado de Alarma sea paraguas para cubrir y justificar  represión, violaciones de los derechos humanos y atrocidades de todo tipo. No hay duda, las elites políticas son las únicas responsables de lo que está pasando, y por tanto deberán pagar por ello un elevado precio.

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