El presidente Sánchez ha
anunciado hoy que pedirá al Congreso de los Diputados que amplié el Estado de
Alarma 15 días más, como mínimo hasta el
11 de abril. Desde la perspectiva de alguien que no es experto en temas
sanitarios y valorando la situación de acuerdo a las informaciones que difunden
los medios de comunicación, todo indica que la situación no es tan grave como
para declarar el Estado de Alarma. El presidente ha justificado su decisión diciendo
que es lo que recomiendan los expertos internacionales, en concreto, los
pertenecientes a la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pero, por qué creer
a los miembros de la OMS, sin son los mismos que hace unas semanas recomendaron
no limitar los movimientos de ciudadanos procedentes de China hacia Europa,
favoreciendo así la actual situación, con un
elevado número de personas contagiadas en países europeos y numerosos
muertos por la enfermedad que provoca.
La inmensa mayoría de los
ciudadanos no percibe que la situación sea como para declarar el Estado de
Alarma, y su efectividad es más que discutible. La gran mayoría de las personas
viven en familia. Poder sobrevivir requiere unas mínimas actividades y
contactos a través de los cuales dicen que se puede propagar el covid-19. Además,
entre el aproximadamente 20% de la
sociedad al que el Gobierno le permite
disfrutar de libertad de movimiento puede haber potenciales portadores
del virus, como ya ha ocurrido con algunos dirigentes políticos, repartidores,
y miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de las Fuerzas
Armadas.
La solución nunca puede ser más
costosa que el problema. Si uno sale a pasear su mascota, no se encuentra gente
muriéndose o desmallándose por las calles. La situación no es tan grave como se
está haciendo creer a través de los medios de comunicación, como están haciendo
creer fuentes del Gobierno y personal sanitario. Los medios de comunicación están
de forma clara haciendo propaganda para incrementar la alarma social provocada
por el coronavirus. La solución nunca
puede ser más costosa que el problema, y el Estado de Alarma declarado por el
presidente Sánchez, lo es. Lo es, primero, por lo que representa para la economía
tener casi totalmente parado el país. Por ejemplo, se suele considerar algo
positivo que los medios de transporte vayan casi vacíos, pero eso representara pérdidas
para las empresas del sector. Para otras muchas empresas dejar de producir también
significara perdidas. La economía capitalista se basa fundamentalmente en el afán
de enriquecimiento y el consumo. Una situación de alarma no creo que anime a
invertir y crear actividad económica. Que en torno a un 80% de la sociedad baje
el consumo también provocara perdidas en numerosas empresas. El Estado podrá asumirlas
a base de déficit y subiendo la deuda pública, pero tendrá un tope, en algún
momento ello representara disminución del gasto público. Por tanto, debido al
Estado de Alarma, si no es este año, seguro que al siguiente muchas empresas
van a cerrar, los salarios bajaran, y el Estado recortara en servicios públicos
y ayudas sociales. El estado de alarma va ser muy costoso para España. En
segundo lugar, el Estado de Alarma es muy costoso, porque está creando dos categorías
de ciudadanos, a los que se les permite disfrutar de todos los derechos
fundamentales, por su actividad o simplemente por tener el carnet de un
determinado partido político, y a los
que se les restringen algunos de ellos, obligados a permanecer la mayor parte
del día en sus casas. El Gobierno socialcomunista de Sánchez está utilizando la defensa de una más que
discutida seguridad sanitaria para justificar la privación a muchos ciudadanos
de su libre albedrio, de capacidad de escoger, obligándolos a someterse a tratamientos
sanitarios que ellos no desean u obligándolos a aislares en determinados
centros. De forma encubierta el
presidente Sánchez ha creado en España un régimen totalitario, al estilo de los
regimos comunistas, bajo la forma del Estado de Alarma.
A medida que
la crisis del covid-19 se prolonga, la confusión sobre lo que ha pasado
aumenta. Pero, no son absurdas sospechas, hay numerosas informaciones que dan a conocer
que había gente que conocía lo que iba a pasar, por lo que, o son adivinos o lo
han favorecido o incluso provocado. El presidente Sánchez en sus recientes
comparecencias, además reiterar el argumentario de que el coronavirus no entiende ni territorios ni de ideologías, siempre deja
caer que la lucha contra el covid-19 acabara cuando tengamos una vacuna. No sé cuál
es su intención con dicha afirmación, pero de sus palabras se desprende que
persigue algún objetivo más allá de el de buscar combatir el covid19. El comunismo internacional vuelve a ser una
amenaza. Hasta que las democracias occidentales asuman que el comunismo
internacional, orbita a la que pertenece el Régimen comunista chino, donde surgió
el coronavirus, vuelve a ser una amenaza, no se podrá solucionar la actual situación.
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