domingo, 29 de marzo de 2020

COVID-19, SI HACE FALTA UNA PURGA, ESTA ES DEL ACTUAL GOBIERNO SOCIALCOMUNISTA.


Recurriendo al Estado de Alarma el presidente Sánchez anuncio ayer que va a incrementar la represión  sobre  los ciudadanos. Solo aquellos sectores a los que el Gobierno consideras esencial para sus intereses tendrán reconocidos todos sus derechos fundamentales y constitucionales, al resto se les limitaran, privándoles de derechos como el derecho a trabajar y  a la libertad de circulación, anulándose así por completo las vidas de estas personas, quedando reducidas a estar recluidos en sus lugares de residencia.  

Sin ser experto en derecho, es evidente que el Gobierno de España está haciendo una lectura muy ampliada de las posibilidades que concede la declaración del Estado de Alarma. Una lectura, muy probablemente, inconstitucional, pues discrimina a unos ciudadanos de otro en función de percepciones totalmente subjetivas. Disfrutaran de todos sus derechos constitucionales aquellas personas que el Gobierno socialcomunista considera que realizan funciones esenciales para sus intereses, intereses que amplios sectores de la sociedad ya consideran que no coincide con el interés general, pues consideran que este debe ser el mantenimiento de la actividad económica.  El Estado de Alarma tiene sentido para que el Gobierno pueda garantizar el orden público o el funcionamiento de servicios públicos o actividades económicas imprescindibles para los ciudadanos y el normal funcionamiento del Estado. Pero Sánchez, está haciendo todo lo contrario, en nombre de la protección de la salud pública está impidiendo el normal funcionamiento de la actividad económica y los servicios públicos. Además, al anular de forma descarada la igualdad entre ciudadanos, está creando caldo de cultivo para que afloren  comportamientos que pongan en peligro el orden público.

Es difícil saber que persigue el presidente Sánchez con todo esto, con la declaración del Estado de Alarma y el resto de medidas, pero todo indica, que está favoreciendo el principal objetivo político de sus socios de Gobierno, Unidas Podemos, quebrar el actual modelo social, político  y económico. En sus comparecencias ante los medios de comunicación, una y otra vez, el presidente Sánchez ha intentado justificarse afirmando que el Estado de Alarma y demás medidas que ha adoptado son para proteger la salud pública y particularmente la salud de los sectores más vulnerables, gente de elevada edad y con otras patologías graves,  ante la amenaza del covid-19. Pero los hechos dados a conocer por los medios de comunicación,  echan por tierra dicho argumento. El Estado de Alarma no disminuye la vulnerabilidad de ancianos y enfermos frente al coronavirus sino que la incrementa. El Estado de Alarma está sirviendo para que muchos  ancianos y enfermos sean tratados de forma abusiva, injusta e inhumana. Aislados de sus familiares, anulados sus derechos a elegir médico, centro hospitalario o tratamiento, dejando en muchas ocasiones que mueran en condiciones totalmente indignas. Sánchez ha recurrido al Estado de Alarma para poder incrementar la represión contra concretos sectores de la sociedad, contra los sectores más débiles. Siendo utilizado a la vez, como dan a conocer numerosos hechos difundidos por los medios de comunicación, para justificar y encubrir violaciones de los derechos humanos o incluso posibles asesinatos, pues se están certificando  muertes por coronavirus sin realizar ningún tipo de autopsia e investigación sobre si la persona recibió el adecuado tratamiento por parte del personal sanitario o no.

Sánchez ha restringido los derechos constitucionales de los ciudadanos que no gocen de la protección del Gobierno o sean por su actividad económica, imprescindibles. Esto último no es algo nuevo. Los nazis perdonaron la vida a muchos judíos que les eran útiles. Sánchez, ha creado en España un régimen totalitario, al estilo de la URSS. Sánchez está favoreciendo que el comunismo internacional, representado en España por Unidas Podemos, nos ataque, ataque nuestra democracia, nuestro estilo de vida, y sobre todo, nuestro sistema económico. Sánchez quiere crear conformismo y resignación entre aquellos sectores sociales que perciben de forma clara lo que está pasando, mandando el mensaje de que el Estado pagara todo lo que haga falta, pero al encontrarse con la dura realidad, de que el dinero público es el que es, recurre a la figura del enemigo exterior, del chivo expiatorio, responsabilizando de lo que ocurre a la Unión Europea y amenazándola, como en su momento hizo el expresidente griego, Alexis Tsipras. Pero todos sabemos cómo acabo la historia de Tsipras. El socialismo está hoy más débil que nunca en la UE y a no ser que Sánchez esté pensando en proponer que España abandone la UE, para entrar totalmente en la órbita del comunismo internacional, sus amenazas no tendrán recorrido. El presidente Sánchez está favoreciendo que muchos ciudadanos no solo sean objeto de represión, sino también de un trato inhumano, de violaciones de derechos humanos, permitiendo que se produzcan ya muchas muertes sin una clara explicación científica. No hay nada más detestable que la utilización de la mentira para justificar represión, violaciones de los derechos humanos, o incluso encubrir asesinatos. El Gobierno de España necesita una urgente y amplia purga. Sí el Poder Judicial no pone remedio a la inconstitucional, represiva y abusiva situación creada por el presidente Sánchez, los ciudadanos tendrán que recurrir a otras formas de justicia.

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