jueves, 30 de abril de 2020

CRISIS COVID-19: EL GOBIERNO BUSCA UNA NUEVA NORMALIDAD, EXCEPTO CON CHINA.


Se acaba de hacer público que el Producto Interior Bruto (PIB) ha caído 5,2% en el primer trimestre del año, lo que hace prever que con la actividad económica en un elevado porcentaje  parada, la caída todavía será mayor en abril. Pero ello no es lo importante; el PIB  es un concepto, un modelo matemático, que los economistas utilizan para medir la actividad económica de un país, lo importante es cómo ello va a repercutir en el endeudamiento del Estado. Al caer el PIB, también caerá la recaudación del Estado con respecto al año anterior, si a ello unimos, que el Gobierno de Sánchez está mandando el mensaje de que el Estado pagara todo para crear conformismo y resignación  entre los ciudadanos, y que estos y las elites políticas acepten las medidas que está adoptando, todo hace prever que el endeudamiento de las distintas administraciones, la deuda pública de España, se va a disparar. Ello si es grave, porque aunque la deuda pública no se pague, supondrá un mayor gasto en intereses, y por tanto que el Gobierno social comunista de Sánchez derroche hoy supondrá que mañana, el mismo u otro Gobierno, tendrá que imponer fuertes recortes en el gasto público. Si tienes muchos enfermos lo que necesitas son más hospitales y más personal sanitario, y no parar la actividad, como ha hecho el Gobierno de Sánchez, con lo que ello  se sabe que va a suponer en una economía capitalista, basada en el consumo, como la española. Pero no, Sánchez, contando con el apoyo de amplios sectores de las elites políticos, opto por la represión, por imponer el cierre de actividades económicas y el confinamiento total de muchos ciudadanos no considerados imprescindibles para sus intereses, y la represión nunca genera riqueza.

El Gobierno está haciendo públicos los datos de nuevos contagiados, muertos, y curados  de forma diaria. Pero son datos muy en bruto, ocultándosele a la opinión pública información de interés para su seguridad, para poder opinar y para poder juzgar la gestión del Gobierno. En las últimas 24 horas en España ha habido 1309 contagiados y 268 muertos. Peor no se está trasmitiendo a la sociedad que información hay sobre esos contagiados. Cómo han podidos contagiarse; son personas que llevan más de 15 días sin trabajar, confinadas, o  por el contrario pertenecen al selecto grupo social de los considerados por el Gobierno imprescindibles; Vivian con alguien que está trabajando o se han contagiado al ir al supermercado, la farmacia o el medico; informaciones como estas, importantes para la seguridad de los ciudadanos se silencian, las silencia el Gobierno socialcomunista. Sobre los muertos tampoco se dan informaciones relevantes. Dónde se están produciendo las muertes, en su domicilio, en centros hospitalarios, en residencias de mayores, etc; son gente de edad elevada, tenían otras patológicas; están muriendo también niños, jóvenes, o es principalmente  gente a partir  de una determinada edad, estas informaciones también son silenciadas. Eso sí, el Gobierno no desaprovecha oportunidad para enviar mensajes que contribuyan a incrementar una innecesaria alarma social en la que justificar su represión, en la que justificar el la inconstitucional aplicación del estado de alarma.

El Gobierno no desaprovecha ocasión para incrementar la alarma social, ya sea en los plenos del Congreso de los Diputados o sus continuas ruedas de prensa, justificando su represión, el total confinamiento de muchos ciudadanos, en que se hace para proteger su salud, privándoles de derechos individuales y para evitar el colapso del sistema sanitario. Pero la realidad contradice dicho argumento. La gente no muere en sus casas por falta de asistencia sanitaria, sino que una gran mayoría lo hace en centros hospitalarios por falta de un adecuado tratamiento o en  residencias de ancianos donde han quedado aislados debido a las medidas represivas adoptadas por el Gobierno. No hay duda, el principal depredador que anda suelto en España es el Gobierno socialcomunista, que te puede echar la zarpa y obligarte a aislarte sin ningún tipo de asistencia sanitaria en una residencia de ancianos o a ingresar en un centro hospitalario en el que no deseas, con médicos que no has podido elegir y sometiéndote a un tratamiento que no deseas.

El Gobierno de Sánchez ha empezado ya a hablar de una paulatina reducción de las medidas represivas, pero según el Gobierno ello no va  suponer la vuelta a la situación previa a la crisis creada por el coronavirus, sino el paso a una nueva normalidad, que por ahora solo conoce el Gobierno y las fuerzas políticas que le apoyan. El Gobierno de Sánchez cree que es posible, lo que nunca lo ha sido, por ejemplo, limitar el aforo a las playas, ¿Cómo lo harán, por orden de llegada, en función de la edad o el estatus social? ¿Va a vender el Gobierno entradas para poder ir a la playa? Eso si ya sabemos que será una nueva normalidad en la que muchos españoles tendrán menos derechos, serán más pobres y tendrán peor calidad de vida. Eso sí, todavía no se ha empezado a hablar de lo importante, ¿Cómo van a quedar las relaciones con China después de la crisis? ¿Van a seguir grandes  empresas españolas teniendo la producción en ese país? ¿Cómo será en el futuro la circulación de personas entre España, y por tanto la Unión Europea, y China? Por mucho que se manipule la información, hay algo que es indiscutible, el virus surgió en China y se ha propagado por otros países debido a personas que salieron de ese país contagiadas. Pero el tema de las futuras relaciones con China todavía es tabú en España, eso sí, el próximo 22 de mayo el Régimen comunista chino  celebrara la 13ª edición del Congreso Nacional del Pueblo chino, el covid-19 es ya considerado un problema de las democracias occidentales.  

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