El Parlament de Catalunya ha
realizado una Declaración Unilateral de Independencia (DUI). La resolución la han presentado los partidos Junst pel Sí y
la CUP. En la votación han participado Junts pel
Si, la CUP y Catalunya Sí Que Es Pot. La
resolución ha sido aprobada por 70 votos a favor, 10 en contra y 2
abstenciones. El PP, el PSC y Ciudadanos no han participado en la votación. A
pesar de que sus líderes han alegado que no participaban en la misma por
considerarla ilegal, algo que es cierto, pues los servicios jurídicos del
Parlament consideraban que no se podía votar dicha resolución, su comportamiento
ha sido cobarde y de total desprecio a la democracia, no dejando constancia de
su voto y enviando dos claros mensajes: “Esto no va con nosotros” “Ya vendrán los poderes del Estado español a
defender nuestra opinión”.
Ante el histórico
y sorprendente hecho que hoy ha tenido lugar en el Parlament, nada más y nada
menos que una Declaración Unilateral de Independencia, creo que lo primero que
se debe hacer es felicitar al que la ha liderado, el presidente Carles Puigdemont.
La coherencia es un gran valor político. Los dirigentes políticos deben ser
coherentes con su pensamiento político y asumir las consecuencias de las
decisiones que este les lleve a adoptar. Por lo tanto, “Le felicito Sr. Puigdemont, ha hecho lo que debía”.
El presidente
Puigdemont pasara a la historia por haber logrado que el Parlamento de Cataluña
apruebe una Declaración Unilateral de Independencia. La duda, ahora, es que
representara la DUI, tanto para Cataluña como para el conjunto de la sociedad
española. El presidente Puigdemont ha puesto fin el proceso independentista
pero ¿Como acaba este, con una victoria o con una derrota para el
independentismo? ¿Quién gana y quien pierde con todo este asunto? Puigdemont ha puesto fin al proceso
independentista, lo cual es de agradecer, y hoy
comienza una nueva historia, la cual está por ver que actores contribuirán a
escribirla. El Gobierno de España ya tiene un plan para ello, para determinar
el futuro próximo de Cataluña, aplicara
el artículo 155 de la Constitución, para lo cual cuenta con el apoyo del Senado,
donde el Partido Popular tiene mayoría absoluta. El Gobierno suspenderá el autogobierno
de Cataluña, cesando a los actuales representantes del Gobierno autonómico,
presidente, vicepresidente, consejeros, y tomara el completo control de las
instituciones de la Comunidad Autónoma, bien a través de los ministerios del
Estado central o designando personas a
tal efecto. ¿Participara en la historia que está por venir también el
independentismo? ¿Tiene Puigdemont y sus compañeros de viaje un plan para
continuar escribiendo la historia de Cataluña, o el objetivo era simplemente
hacer una DUI condenando a Cataluña a perder su autogobierno? A petición de Junst pel Sí y la CUP,
la votación se ha realizado por el sistema de voto secreto en urna. Con ello,
se buscaba que los diputados autonómicos pudieran evitar asumir
responsabilidades penales ante posibles actuaciones de la justicia, al aprobar
algo considerado por el Tribunal Constitucional ilegal. Pero al recurrir al
voto secreto también han mandado a la opinión pública catalana un triste
mensaje. Los que han declarado la independencia dudan de que esta llegue a
tomar consistencia, convirtiéndose Cataluña
en un Estado soberano e independiente cuya nueva legalidad les pueda proteger. Es decir, son
conscientes de que la proclamación de la
DUI no tendrá ningún valor real, ni político, ni jurídico, ni de ningún tipo.
Los diputados autonómicos independentistas
catalanes, no confían en que la DUI pueda crear un nuevo contexto que les
proteja. Es decir, Puigdemont y los suyos no tienen un plan para seguir
escribiendo la historia de Cataluña. Su objetivo era llegar hasta aquí.
Declarar la independencia, provocando que los poderes del Estado anulen el
autogobierno de Cataluña. Triste final si así es. Con la aplicación del 155 las
elites dirigentes independentistas de Cataluña perderán el poder político y la
capacidad de decisión que hasta ahora tenían. Y los ciudadanos verán recortados
gravemente sus derechos políticos.
La democracia española vive
una situación muy grave. Frente al desafío independentista de sectores de las
elites de Cataluña, los poderes del Estado no han actuado contra las personas
que lo lideraban, ordenando su detención o inhabilitación, sino de
forma indiscriminada contra la población que habita una región de España privándola
de importantes derechos constitucionales. Un proceso independentista, que
parece que lo único que busca es escenificaciones sin contenido real político,
pues la primera medida de un Estado soberano e independiente debería haber sido
coger el control de las fronteras, cosa que no ha ocurrido, ha servido para que
los poderes del Estado hayan llevado a Cataluña a un contexto muy similar al
que se encontraba antes del 78, durante la dictadura militar. Un contexto en el
que sus ciudadanos tendrán recortados de forma importante sus derechos políticos.
Entonces, ¿Para qué ha servido el proceso independentista, para que ha servido
la Declaración Unilateral de Independencia? Da la impresión de que únicamente para
que el fascismo borbónico, es decir, los monárquicos, es decir, la Corona,
pueda aumentar la represión contra el pueblo catalán, haciendo una demostración
de poder que todavía no sabemos hasta donde llegara, poniendo sus botas sobre los cuellos de los humildes ciudadanos
que viven en Cataluña. Situación con la que me identifico totalmente.
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