sábado, 4 de abril de 2020

CRISIS COVID-19, EL ESTADO DE ALARMA UNE A LAS FUERZAS POLÍTICAS ESPAÑOLAS.


El pasado 31 de enero, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaro la alerta global por el covid-19. Entonces, desde la OMS se decían cosas como que la alerta tenía como objetivos impulsar un mayor apoyo a los países con sistemas sanitarios más débiles y que la comunidad internacional acelere el desarrollo de vacunas, tratamientos y métodos de diagnóstico de la enfermedad. La OMS, recomendaba no imponer medidas que limiten el transporte y el comercio internacional. El 31 de enero, apareció en  España el primer paciente por coronavirus, un ciudadano alemán de vacaciones en La Gomera. Entonces,  las autoridades sanitarias españolas sostenían que en España no era necesario tomar ninguna medida, que era muy difícil que el coronavirus llegara a España y que se produjeran contagios a nivel nacional. Por lo que el Gobierno mantuvo las fronteras abiertas, sin establecer ningún control sobre los viajeros que llegaban a España,  permitiendo incluso que  un equipo de futbol de Wuhan viniera a entrenar a Cádiz y repatriando a ciudadanos españoles que trabajaban en Wuhan.  Pero, los expertos se equivocaron en sus pronósticos,  de repente, de un día para otro, no se sabe bien  como, debido a viajeros que llegaban de China o de Italia, donde se produjo el primer foco importante por coronavirus en continente  europeo, las autoridades sanitarias informaron que el coronavirus se estaba extendiendo de forma importante por territorio español. El 15 de marzo (15-M), el presidente Sánchez declaro el Estado de Alarma para frenar la propagación del coronavirus. Hoy Sánchez, ha anunciado que el Estado de Alarma, ya prorrogado una vez, se volverá a prorrogar como mínimo hasta el próximo 26 de abril. Una vez más Sánchez ha justificado su opinión en esos expertos que antes se equivocaron favoreciendo que el virus se extendiera por todo el territorio español.  

Dicho de forma resumida, el Estado de Alarma tiene como fin aumentar el poder legal del Gobierno para que este pueda actuar imponiendo su voluntad a un amplio número de  actores de la sociedad española, empresas, trabajadores de una determinada actividad, etc.,  en beneficio del interés general. Pero Sánchez no lo entiende así. Ha sacado a los militares a la calle, y ha establecido que ciudadanos tienen derecho al trabajo y a libertad de movimiento y quiénes no. Sánchez está utilizando la crisis provocada por la amenaza de los parásitos chinos, para ejercer represión contra concretos sectores de ciudadanos. El conocido como plan de hibernación, que consiste en un permiso  retributivo recuperable y obligatorio del 30 de marzo al 9 de abril,  para todos los trabajadores que reúnan las condiciones, no se prorrogara, pero Sánchez en su comparecencia ante los medios de hoy ha dejado entrever que ya tiene nuevos planes, no sería extrañar que esté pensando en algo así como un confinamiento no por sectores de actividad economía, sino nominal. Realmente resulta extraño y curioso, que el presidente Sánchez no cuente con el apoyo de partidos de la derecha española, como el PP y Ciudadanos, para aprobar los Presupuestos Generales del Estado, pero para algo como declarar el Estado de Alarma, limitar la actividad economía, y ejercer represión contra concretos sectores de la sociedad, sí.

En la crisis por coronavirus que sufre España hay tres grandes responsables. El primero, el Régimen comunista chino, pues el covid-19 surgió en China y de ahí se extendió al resto del mundo. En segundo lugar el Gobierno de España. Primero, no  acertó en las medidas para impedir su entrada y su rápida propagación. Ahora, el presidente Sánchez se ha convertido en cómplice de los parásitos chinos, tipo covid-19, arruinando el país al limitar la actividad economía, e imponiendo cambios en el estilo de vida de muchos ciudadanos, que en estos momentos, debido al Estado de Alarma se encuentran privados de libertad de movimiento, lo que va a dañar de forma importante la democracia española, pues ello representa no respectar el contenido de la Constitución en vigor. En tercer lugar, los expertos españoles en asuntos de sanidad, por dos razones. Primero, porque de defender que no había riesgo de contagios a nivel nacional y que el coronavirus era como una gripe estacional, pasaron a crear una elevada alarma social, recomendando el confinamiento de la población española. En segundo lugar, porque los expertos en este tipo de asuntos, que ahora dicen que están haciendo enormes esfuerzos por combatir la epidemia y que quieren que la sociedad valore su trabajo, da la impresión de que son unos parásitos, pues a pesar que la amenaza por el posible ataque de un virus de origen chino es conocida desde el 2002, no hicieron nada para buscar soluciones, ni el sistema sanitario español estaba preparado para hacerle frente.

Una y otra vez el presidente Sánchez apela a los expertos para justificarse, pero los expertos, se equivocaron antes y nada dice que estén acertando ahora. Desde que el la OMS declaro la alerta global, los expertos no han aportado ninguna información nueva e importante, ni sobre como surgió, ni como se propaga, no sobre tratamientos o vacunas. Pero hay algunos datos claros. China con una población superior a 1400 millones de habitantes, todavía no ha llegado a los 4000 muertos, en cambio, España, con una población en torno a 47 millones habitantes, ya ha superado los 11.000 muertos. Si analizamos los  contagios y muertes en términos relativos, en relación con la población,  España está ya a la  cabeza de los  países afectados por los parásitos chinos. Curiosamente los países más afectados por esta pandemia están siendo las desarrolladas democracias occidentales. Ahora sí, ya hay que  empezar a hacerse preguntas: ¿Por qué  los parásitos chinos se han propagado más en la sociedad española que en países que tienen un mayor movimiento de personas con China, que en la propia China y que en países fronterizos? ¿Por qué el número de muertes está siendo superior en España que en países con sistemas sanitarios peores,  con menor gasto por persona?  Da la impresión de que las medidas del Gobierno solo contribuyen a arruinar España, ejercer represión contra concretos sectores de la sociedad española, y favorecer que los parásitos chinos acaben con los más vulnerables en condiciones muchas veces totalmente indignas.

En su comparecencia de hoy, el presidente Sánchez ha dado ya por asumido,  que la España que sobrevira al ataque de los parásitos chinos no será la de antes, sino más pobre. Sánchez, también  ha dejado entrever que aún le esperan más medidas duras a la sociedad, muy probablemente, teniendo en cuenta la situación de la economía, esté ya pensando en hincarle el diente al sueldo de los funcionarios, cuando no, si legalmente puede, también a  las pensiones. Y ha vuelto a apelar a los llamados coronabonos. Pero es muy difícil que en la Unión Europea (UE) se acepte compartir, mutualizar,  el riesgo de las deudas públicas nacionales. Primero, porque sería fortalecer a las elites empresariales de los países más endeudados,  españolas e italianas, competidoras a nivel internacional de resto de elites empresariales europeas. Y además porque ello podría llevar a una nueva guerra en Europa, pues ¿Que pasaría, por ejemplo,  si un futuro Gobierno de España decidiera dejar de pagar la deuda y exigiera una quita? “Quédate en casa”, parece algo gracioso, un chiste o el título de una película,  pero representa una dramática realidad, la muerte para muchos, la pérdida del empleo para otros,  un elevado coste para España.

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