Según fuentes oficiales, desde
mediados de febrero de 2020, en España,
personas de elevada edad o con enfermedades previas graves están siendo
asesinadas por parásitos chinos, por el covid-19. Si te cuentan lo que está
pasando en España con la crisis del covid-19 no te lo crees, una vez más la
realidad supera a la ficción. Los juegos del hambre, de Gary Ross; The Cabin
in the Woods, de Drew Goddard
y The Purge,
de James DeMonaco, estas tres películas describen sociedades que
tienen en común que sus elites dirigentes creen que es necesario el sacrifico
de unos pocos, para la supervivencia de
la mayoría, para defender el interés
general, lógicamente, un interés general por ellas definido. Numerosos indicios
y hechos dan a entender que en España, aunque no se admita de forma pública, ya estamos en una sociedad moral y políticamente
de este estilo. Sin tener en cuenta diferencias ideológicas, amplios sectores
de las elites dirigentes españolas se han puesto de acuerdo en la idea de que
España necesita el sacrificio que hoy está pagando la sociedad española.
No hay que ser muy inteligente
para saber que cuando llega una fuerte tormenta, hay que ponerse a cubierto y aguantar el golpe como sea. En España con la actividad económica y humana paradas en un elevado porcentaje, debido a decisión
del Gobierno, no pasa nada porque las
empresas dejen de pagar sus impuestos durante dos meses, o incluso seis; no
pasa nada porque los ciudadanos dejen de pagar sus hipotecas y alquileres
durante dos meses o incluso seis, las
reclamaciones de la Agencia Tributaria, o de los acreedores no van tan rápidas como se da a entender desde
el Gobierno sociacomunista, como mínimo no se producirán antes de que la situación
se normalice, y sí no se normaliza, nunca. Ante esta situación, lo único urgente, hubiera
sido establecer un sistema de ayudas sociales rápidas para ciudadanos que
debido a la situación no tienen ingresos y necesitan ayudas para afrontar la situación,
realmente un porcentaje muy pequeño de la sociedad. Pero el Gobierno de España
ha querido sacar la chequera, está adoptando una serie de medidas innecesarias,
destinadas únicamente a crear imagen, a aparentar, y sobre todo, destinadas a
generar conformismo y resignación entre los ciudadanos que saben lo que pasa,
pero todo ello a un coste muy elevado, el hundimiento de España. El presidente Sánchez,
primero, al ordenar parar casi totalmente la actividad economía de forma
innecesaria, con el falso argumento de que quiere proteger a los más vulnerables, y luego derrochando dinero que el Estado no
tiene, no está haciendo otra cosa que hundir la economía española.
La caída del Muro de Berlín en
1989, y la disolución de la Unión Soviética y el Pacto de Varsovia, en 1991,
condujeron a pensar en sectores políticos y del mundo intelectual, que la bipolarización
del mundo había acabado. Desde esos sectores se transmitió la idea de que el
bloque comunista, había desaparecido, ante la indiscutible supremacía del
modelo social, político y económico capitalista. Sectores de las elites dirigentes occidentales perdieron el temor hacia los países del
desparecido bloque comunista, aumentando las relaciones con sus elites, viendo
en esos países no solo nuevos mercados para invertir y vender sino también para
producir, naciendo la globalización económica. Incluso China, sin renunciar a
su ideología comunista, empezó a ser vista con otros ojos, pasando a ser el
principal fabricante del mundo. Todo un proceso lógico, acelerado por un
desorbitado afán de lucro, de enriquecimiento, de las elites dirigentes.
Pero no fue así, ni mucho
menos. Como era de esperar, el comunismo internacional, no desapareció como red
de poder global, sino que al abrir las democracias occidentales sus puertas a
las relaciones con las sociedades de ex- Estados comunistas, hasta entonces considerados peligrosos enemigos, se extendió,
haciéndose más fuerte, creando instituciones paralelas de dimensión mundial,
como el Nuevo
Banco de Desarrollo (2014), creando
sociedades multiculturales y contaminando son sus ideas las democracias
occidentales. Hoy en España, el comunismo internacional, representado por
Unidas Podemos, gobierna en coalición con el PSOE. La actual situación, encontrándose
las poblaciones de las democracias occidentales amenazadas por parásitos chinos, es fruto de ese proceso.
El comunismo internacional, cuyo núcleo duro es el bloque BRICS, no estando claro
cuál es el papel que en estos momentos juega Brasil, gobernado por un partido político
de extrema derecha, lidera el mundo. El comunismo internacional ha contaminado el mundo no solo son su ideas,
sino también con sus parásito, con sus virus. Si en 2002, se pensó que el Régimen
de Sadam Husein tenía armas de destrucción masiva, lo que provoco la invasión de
Irak en marzo de 2003, todo indica que esas
armas hoy las tiene el Régimen comunista chino.
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